Tarjeta roja
Hace cuatro semanas, Felipe Bianchi fue fichado por La Nación Domingo como columnista, pero a juzgar por lo que contó hoy en su programa de radio esa relación no va a prosperar. El periodista se estrenó en esas páginas con un comentario sobre los juegos lésbicos de un grupo de alumnas de un liceo en San Felipe, siguió con la renuncia de Álvaro Escobar al PPD y luego analizó la relación futbolistas-modelos. Para este domingo escribió una crítica a Camilo Escalona, sus acusaciones de vampirismo a los empresarios y el aburguesamiento de la izquierda. Sin embargo, la columna no se publicó por orden del director Rodrigo De Castro. Si bien éste no quiso hacer declaraciones a este blog porque todavía no ha hablado con el afectado, solo dijo que la nota no se bajó porque se tratara de Escalona. Mientras tanto, fuentes en el diario dicen que el argumento para no publicarla fue que no le gustó el tono de la crítica de Bianchi, por lo que se habría producido una pelea entre periodistas y director.
posted by Angélica Bulnes S. @ 5:42 PM
9 Comments:
Mal, de todos modos mal.
Estoy apestado de toda la cuestión de la "democracia de los acuerdos". ¿Cuántas cosas más hay que negociar en honor a la so-called bienhabida transición?
Se negoció el aplazo permanente de una necesaria Asamblea Constituyente y se aplazó la justicia para los genocidas... Porque el plebiscito fue un "favor" de la dictadura más que una obligación civil.
Claro, como aquí no hubo un Núremberg ni la ONU con los ojos puestos en nuestras organizaciones...
Por eso me irrita cómo hay gente que luchó contra esa injusticia, actuando hoy como timorata. ¿Por qué Lagos Weber declara lo "infortunadas" de las frases de Escalona, toda vez que el mismo senador dijo sobre su frase contra los empresarios "a quien le llegue el sayo, que se lo ponga"?
¿En cuántos años más se tomará realmente el toro por las astas? ¿Cuando mi generación esté en el poder, pasados ya 40 años de una dictadura que sólo duró 16?
No hay excusas para argumentos pollerudos.
Bruno C.
La fraseología de escalona es destemplada.
Cuando ataca la decisión del tribunal constitucional está atacando una decisión tomada por unanimidad por un grupo de caballeros que en algunos aspectos (entre ellos las consecuencias de declarar determinada definición de empresa, por más nobles que sean las razones, pueded acarrear) saben mucho más que escalon y que, estoy casi seguro, el apasionado crítico de la transición que escribió arriba.
Que gran columnista es Bianchi.
Creo que es su talento principal como periodista.
Censurarle una columna es como impedir que Lucho Dimas cante "Caprichito".
¿La Nación dando jugo?.
Qué pena.
dicho lo anterior, nada que ver la censura a bianchi
que ganas de leer la famosa columna censurada. alguien sabe si está online?
insisto en que en "opciones" puedes ABRIR EL BLOG, PARA QUE todos puedan comentar (no sólo los blog owners)
Sí,al principio era así, pero es que como permite dejar comentarios anonimos se empezaron a poner medios maleteros. Pero no te preocupes, luego voy a enchular el blog y van a poder comentar todos los que se atrevan a poner su nombre. La columna que yo sepa no está online.
A ver, a ver. Yo a Bianchi le tengo cariño, me cae bien, fui su subordinado por años, y fue el único de todos mis jefes con el que podía discutir por horas en una reunión de pauta sobre temas periodísticos. Un lujo. Siempre le agradeceré eso. [Todos los demás que iban a esas pautas, eso sí, nos odiaban]. Aprendí kilos con Bianchi, sobre todo al momento de tener que defender aquello por lo que creo, que no es poco aprendizaje.
Pero dicho lo anterior, creo que Bianchi no puede quejarse de que le paren una columna en un diario. Sorry, pero Bianchi sabe perfectamente que él paró columnas en El Mercurio, y sabe que eso no es necesariamente censura, y que desde fuera de los medios las cosas se pueden ver distorsionadas. El periodismo es sin llorar. Si querís jugar, jugai. Sorprenderte con que hay intereses en un medio cuyo dueño es el gobierno de turno no es ingenuo: es casi patudo.
Es precisamente territorio de un editor y un director decidir qué carajo publica en el medio que administra, bajo qué condiciones. Para eso está ahí haciendo su pega. Si la gente de La Nación no habla, no significa que sean culpables, como les gusta tanto creer a los periodistas. Eso se llama especular. Y, mientras no haya más pruebas arriba de la mesa, estoy cansado de este género del periodismo especulativo donde todos son culpables hasta que demuestren su inocencia. Tanta teoría conspirativa del poder de los medios termina siendo agotadora. Es verdad, es PROBABLE que el director de La Nación no haya querido ganarse un problema con sus jefes, como también es PROBABLE que haya encontrado la columna mala, tan PROBABLE que le haya parecido ridícula, etc. Creo que hay mucho gatillo fácil en este juego de buscar culpables de CENSURA, cuando a veces (no digo que ahora, porque también estaría especulando, pero a veces) es solo CRITERIO.
Felicitacines. Qué bueno que está el blog en su conjunto.
Un abrazo
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