Una pataleta, un resumen y casi una reflexión
Nunca me ha simpatizado mucho The Economist. Como todos los temas son inteligentes me humilla y me saca en cara mi ignorancia. Pero también lo odio por culpa de todos esos pastelitos que andan reclamando para Chile un medio como la revista inglesa. ¿Con qué ropa? A veces los que lo dicen son lectores, casi nunca del Economist, a los que les encanta el lugar común de que los periodistas son ignorantes, malos, que la carrera es frívola y debería ser un postgrado. A lo mejor tienen razón, pero yo les propongo discutir sobre el público en un país donde se supone que el 80 % no entiende lo que lee y es incapaz de seguir las indicaciones para hacer no sé, una mamadera. El Economist quieren los muy perlas.
Pero esto no pasa sólo afuera de los medios, también he visto a jefes, editores y periodistas que piden reportajes y hacer de su medio algo como el semanario inglés. Genial, excelente. A esos visionarios les sugiero que partan por despedir a toda su planta de periodistas de puros menores de 30 años y se busquen a una tropa de magíster, doctorados, les paguen tres veces más, les den un par de meses para hacer sus artículos y después tengan los cojones para publicar lo que traen de vuelta. Ah… además pido que inviertan los recursos necesarios para tener una unidad de análisis y estudios como la de esa revista. ¿De a dónde?
Como los medios andan persiguiendo obsesivamente conectar con el público, finalmente tenemos los diarios, revistas, la radio y la televisión que nos merecemos (me encantaría poder decir lo mismo sobre los parlamentarios pero lamentablemente, por culpa de ese descaro que se llama sistema binominal, tenemos los que las coaliciones nos designan. ¿O alguien eligió mucho en la última elección en la Décima región, por ejemplo? No viene al caso pero es bueno decirlo). Para mí, los medios chilenos no son malos o no tanto como le encanta decir al público y a los periodistas. Tratándose de los diarios, son casi más de lo que nos toca, tanto, que a veces parecen desconectados de la realidad. Creo que fue a Carlos Peña al que le leí una vez que cuando abría los diarios se sentía viviendo como en Holanda, como si tuviéramos puros problemas de país desarrollado.
Pero caí
De todos modos, igual me concentré en el ya a esta altura no tan reciente artículo de esa revista, "More media, less news" dedicado al declive de los diarios, el que toca algunos aspectos importantes del periodismo.
En el último tiempo han caído las ganancias y los lectores, sobre todo los jóvenes, de los diarios impresos. Todo por culpa de lo on-line. A estos medios les ha costado subirse al carro de la tecnología, y sólo recientemente sus páginas web han pasado de ser una mera réplica digital de su versión en papel a una prioridad a la que están destinando los mejores periodistas (por ejemplo, hace un par de meses The Guardian decidió no esperar más que el diario saliera a la calle para poner sus contenidos en la web y creo que la semana pasada el maligno The Sun renovó su página).
Esto ha sido recompensado con un aumento de la publicidad online, que tiene el problema que es mucho más barata que el avisaje en papel por lo que no logra compensar la pérdida de éste último. En ese escenario se corre el riesgo de que los esfuerzos por mejorar las web sólo aceleren el declive del impreso y arruinen el negocio. Ante eso, según el artículo, los dueños de estos medios deberían repensar su negocio on y off-line y eso pasa en buena parte por volverse más comerciales y sobre todo por reorientarse periodísticamente y empezar a hacerle caso a los malditos consultores (el insulto es mío, no del Economist): “Nuestras investigaciones demuestran que la gente está buscando más utilidad de los diarios”, dice uno de ellos. Entonces, hay que acercarse más al lector a través de contenidos que privilegian lo local y asumir que el público, sobre todo el de los medios en internet, busca informaciones que le permitan mejorar su calidad y estilo de vida. En resumen, hacer un tipo de periodismo más individualista y doméstico y menos orientado a lo público y a mostrar que hay algo más allá del barrio, o al menos yo lo entiendo así. Ese es justamente el tipo de cobertura que explica que una buena parte de los gringos se preguntara por qué los odiaban después de los atentados del 11 de septiembre y que cinco años después todavía no lo tengan claro.
¿Qué pasa en ese contexto con el periodismo duro que se preocupa de otras cosas aparte del último local de moda, se mete con los poderosos y denuncia la corrupción, por ejemplo? Eso es lo que trata de resolver la revista inglesa en la editorial "Who killed the newspaper?”. Según ésta, como el negocio de venderles palabras a los lectores y lectores a los avisadores está decayendo, los diarios están tratando de reducir costos invirtiendo menos en periodismo y gastando más en tratar de atraer a los lectores jóvenes con historias de farándula, servicios, estilo de vida y temas que parecen ser más importantes para la vida diaria de las personas que la política y la cobertura internacional. Aunque eso erosiona el rol del periodismo como fiscalizador público y cuarto poder, según The Economist, la democracia va a sobrevivir a este declive. En parte porque algunos de los medios que sí invierten en periodismo de investigación, como el New York Times y el Wall Street Journal están en buen pie (y los que tienen mayores probabilidades de morir son los que están a medio camino entre la mera entretención y el periodismo duro). También porque internet ha aumentado casi ilimitadamente las posibilidades de obtener información y ha permitido la emergencia del periodismo ciudadano y los blogs. Si bien los blogeros todavía están más dedicados a la opinología que al reporteo, que eso cambie es solo cosa de tiempo. Y por último, dice la editorial citando un reporte de la Carnegie Corporation, es probable que parte del periodismo que se mete en temas conflictivos comience a ser financiado por organizaciones sin fines de lucro como de hecho ya ocurre en el caso de medios como The Guardian, que se financia a través de un fondo que dejó un señor en 1936, The Christian Science Monitor y National Public Radio.
Así las cosas, de acuerdo a The Economist el futuro del periodismo descansa en “un grupo de diarios serios, de elite, disponibles en forma universal a través de la web, periodismo independiente respaldado por organizaciones de caridad, miles de enardecidos blogeros y periodistas-ciudadanos bien informados”. La editorial motivó una respuesta en el Washington Post de Álvaro Vargas Llosa que al final dice casi lo mismo. En cuanto a mí, The Economist me llevó a hacer importantísimas reflexiones, según yo geniales, por lo que estuve ocupadísima desarrollándolas. Eso hasta que pasó la fase eufórica y me di cuenta de que me estaba desviando, así es que por el momento me autocensuro y lo dejo hasta aquí, a ver si en el futuro logro ordenar las ideas.
33 Comments:
me pareció genial tu análisis. Sólo me da para el newsweek, debo decir. el economist me produce un bostezo inmediato, aunque la verdad es que en la biblioteca pública de oviedo no llega the economist...perdona por desviarme del tema, pero tu sabes que tragar libros es parte de mi naturaleza y ...vaya que aquí si existen los lugares, instancias, recursos humanos y en definitiva públicos, destinados a fomentar la lectura y el estudio. Y eso que España no es Finlandia (el domingo salió un artículo sobre la educación en finlandia que me dejó impresionada).
Uf que dispersión! yo concuerdo contigo sobre la calidad de los medios en Chile, no me parece nada de mal. Mejorable: POR SUPUESTO, pero sin presupuestos no anda la cosa. Por último: pasa por mi blog y te vas a llevar una gran sorpresa, mira que tenemos un nuevo familiar en común. un abrazo!!
Qué buen punto fue la primera parte de tu posteo. Me está enfermando cada día más esta gente que dice que "los periodistas son imbéciles" y se quedan pegados a LUN ( soy futura periodista). Lo más irónico del caso es ¿ ellos son capaces de crear una nota de 5000 caracteres?
También he leído que periodistas como Consuelo Saavedra y Paula Escobar han dicho que el periodismo debería ser un postgrado. Si ellas no quieren su carrera, estamos perdidos.
En una Paula de hace dos años le preguntan a Mónica Perez el por qué el periodismo chileno es así y contesta " Pienso, primero que los periodistas en Chile estamos mal valorados y eso, es en gran parte, porque no tenemos una buena formación ¿ por qué un periodista chileno va a tener que sacarse la cresta con un doctorado, un máster, cuatro idiomas, si no le van a pagar más ni un peso más por eso? Yo hice un máster y nada me paga más por eso"
Saludos
Se dice que Gannett, uno de los conglomerados de prensa más grandes de Estados Unidos, lleva años desarrollando una estrategia similar a la descrita por The Economist. Con la excepción del USA Today, sus diarios son de mediana o pequeña circulación y se establecen en mercados de similar envergadura. La línea editorial es predominantemente regional y local y todo lo que escapa de ese espectro suele provenir de los cables de la AP. En el caso de los diarios más pequeños (y no solamente los de Gannett), el diario consiste por lo general en una o dos notas locales, cobertura amplia a los deportes de los high schools de la comunidad y cables de la AP para el resto.
Me imagino que si este es el enfoque predominante, es porque les debe estar dando resultados. En el diario en que yo trabajaba, perteneciente a Gannett y ubicado en una ciudad de 150 mil habitantes en el Medio Oeste de EEUU, dedicábamos gran parte de las páginas a noticias locales, historias tales como un perro callejero que estuvo a punto de ahogarse antes que la acción mancomunada de policías y bomberos le salvara la vida, un seguimiento diario de una niña que nació en la ciudad y ahora se encontraba concursando en “American Idol” o bien noticias sobre qué nuevas tiendas, cadenas de restaurantes, fábricas, etc. llegaban o se iban de la ciudad. Naturalmente, esta no era toda la pauta pero sí parte importante de ella. Por lo general, la gente solía interesarse más en estas historias, aunque de todas formas escribían cartas y llamaban para opinar sobre temas más amplios como la reforma a la Seguridad Social, la inmigración ilegal y la guerra en Irak.
Personalmente, encuentro este énfasis en lo local sumamente fome, pero uno tiene que entender que las preocupaciones de la gente que trabaja en los medios no son necesariamente las mismas del grueso de los lectores ni menos de los que escriben cartas, que son una minoría muy reducida. A modo de ejemplo, me acuerdo de una vez que el grupo en contra de la inmigración ilegal, Minuteman Project, organizó una reunión en la biblioteca local. El diario no paró de recibir llamadas a favor y en contra. Todos jurábamos que el tema debía ser primera página y le dimos una tremenda cobertura (para nuestros estándares). El día del encuentro había más de 100 policías estatales, federales, de la ciudad y del condado. Las calles estaban bloqueadas y en el techo de la biblioteca había francotiradores. Lo único que no cuadró con el escenario es que a la reunión llegaron unas 40 personas y a la manifestación en contra unas cinco. La verdad del asunto es que por muy candente que fuera el tema de la inmigración a nivel nacional, a las ciudades chicas, usualmente no representadas por los medios grandes e ignoradas por los políticos, estos temas no les mueven un pelo.
Parece que este año le echaron algo más a las bombas lacrimógenas porque la mitad de lo que escribiste no se entiende. O quizás haya sido un lumazo... En fin, yo hablaba de la tendencia hacia las noticias locales. El ejemplo que mencioné es el único que conozco, porque no he trabajado en otros diarios de provincia. Y, por cierto, me quedo mil veces con el Midwest porque Melipilla es muy re-feo.
Futura periodista y he vivido en carne propia el cuestionamiento de mi carrera,
(de hecho hablo de ello en mi blog)
y también me cuestiono sobre si valdrá la pena posteriormente un magister o doctorado para ganar lo mismo de igual forma y no sea valorado, no lo sé...
¡arriba el periodismo!
Angélica
Tienes un muy buen blog sobre periodismo. Te felicito y lo pondré entre mis favoritos. Sobre tus reflexiones creo sinceramente que la carrera de periodismo debería ser un post grado. Cuando egresamos el niveld e conocimientos sobre una determianda materia es mínimo. debes a lo largo de tus años de trabajo ir especializándote hasta que al final uno domina cual experto las materias que le encargan. Eso se hace con años de experiencia y en el camino van quedando muchos que se van a relaciones públicas o a formar sus propios proyectos.
Al final tener una revista como la prestigiosa británica puede ser bueno, pero ¿en Chile se podría financiar? The Economist se financia con las suscripciones que tiene en todo el mundo y por la publicidad que ahí se publica. Podría un The Economist chileno introduicr sus análisis en el resto del mundo que justifique un staff como el que hoy tiene el británico. No lo creo.
Sobre la calidad una muestra que rescata Eduardo Engel: En su edición del 6 de marzo de 1999, cuando el precio del barril de petróleo cayó por debajo de los US$ 10, The Economist anunció en su portada que el precio del petróleo seguiría cayendo, tal vez por debajo de los US$ 5 el barril. Tan sólo cuatro días después, los ministros de la OPEP acordaron reducir su producción y el precio del petróleo saltó a más de US$ 25.
PD. Lo notable es que la revista en su página al director publica una sección de errores, los que nucna falatan en las ediciones y eso que en algunos casos tienen meses para escribir un artículo y no deben escribir tres artículos promedios diarios como lo hacen muchos periodistas chilenos.
1) El problema del periodismo de lo "doméstico" consiste en su reducción a crónicas faranduleras y amarillismos varios. Por lo tanto, como bien dice, se erosiona la labor investigadora del periodismo.
2) Me compré ayer la edición del fin de semana pasado de Le Monde y me sorprende la calidad del vespertino galo. Le Monde impreso es básicamente crónica periodística, con matices de contextualización y otros de análisis. Quien se encarga de lo inmediato y de la noticia caliente la contraparte electrónica de Le Monde... Eso deberían hacer los medios locales... Ya El Mercurio está haciendo algo de eso...
Bruno C.
PS: En mi blog puse mi (desafortunada) anécdota en Tribunales ayer intentando tener mis ejemplares de material incautado.
No me acuerdo quien tenía la teoría de que los que escribían The Economist eran viejos periodistas ex marxistas reciclados, y que había comprobado su teoría cuando conoció a uno de ellos y se lo había confirmado.
Tiene sentido. The Economist sigue la matriz de los acontecimientos a nivel mundial. Reportea las fuerzas económicas, militares, sociales y políticas del globo. Los marxistas, o ex marxistas, son buenos para esos analisis.
Ahora, pretender hacer algo así en Chile es no haber leído nunca The Economist, o bien, tener expectativas muy muy altas del rol de este país en el escenario mundial.
Me parece más sensato y urgente comenzar a exigirle al periodismo local acciones más básicas: por un lado, confirmación de fuentes y de datos (en serio), cuidado en la redacción (mi Dios), seguimiento de las mismas historias que levantan, pero, sobre todo, voluntad plasmar la realidad en sus aristas más complejas. Y por el otro lado, falta calle. Es como si todo lo que ocurriera lo viéramos por una pantalla. Falta una conexión íntima con aquello que ocurre más allá del metro cuadrado del escritorio. Aún no existe ningún medio que sea capaz de explicarme quienes son esos "encapuchados asistémicos", como ellos llaman, que se colaron en las protestas estudiantiles, en las barras de fútbol, y ahora lanzaron esa triste molotov a una ventana de La Moneda. Quiénes son, qué quieren, qué han leído, cómo se comunican y organizan. Hay un malestar profundo en sus actos, un malestar que está en el blind-spot de la clase política y también de los medios. Ellos, y no los neonazis de hace un par de meses, son nuestra deuda como país, en todos los ámbitos. Creo que tampoco es solamente culpa de la prensa. Me gustaría saber si hay estudios universitarios al respecto, algún investigador que se haya colado, etc.
Con esto quiero decir que el gran salto que le falta a la prensa es pasar de la cobertura de las elites para las elites, y pasar a la cobertura de la realidad para los lectores de a pie. A esos lectores se los engancha con una mirada fresca, despojada de intereses escondidos (otra materia donde fallamos) y cierta mirada salvaje que les hagan sentir que los están cubriendo la realidad son algo más que el ícono periodístico del momento: ese tipo con chaqueta y corbata que aparece de las pantallas del metro, presenta videoclips y hace infocomerciales de la Cuca.
Un consejo formal: el artículo es un poco extenso y no tiene lineas en blanco que separen los puntos aparte, a manera de descanso visual. Una solución puede ser publicar en la portada sólo el inicio del artículo y un link que diga "leer el artículo completo". Esto se puede hacer con el comando span class="fullpost". En la ayuda de blogger sale cómo hacerlo. Sólo una sugerencia que me ha ayudado mucho en mis blogs:
cronicas-narraciones.blogspot.com
distanciafocal.blogspot.com
Me parece que la explicación de la baja en las ventas de los diarios no sólo es atribuible al surgimiento de medios informativos en internet. La selección informativa no ayuda a la gente en sus decisiones importantes. Además, la profesión periodística está muy desprestigiada socialmente, tanto por las malas selecciones como por la poca ética y acusiosidad al entregar datos. Me parece que un buen ejemplo de periodismo de calidad es el que se puede encontrar en Etiqueta Negra: temas de contingencia pública, realce de los contenidos visuales y un departamento de verificación de datos para evitar que los periodistas se escapen con los tarros.
Pero en EN te dan meses para investigar no en siete horas. Otra revista que me encanta es Gatopardo.
El problema de los diarios es que publican la información lo antes posible, en una carrera contra el tiempo. No permiten que la noticia madure, se configure y se contextualice. Es preferible informarse con semanarios que con diarios, ya que estos últimos caen frecuentemente en prácticas objetivistas. Además, para informanos rápidamente, la radio, la tele e internet son mucho más eficientes. Los diarios se deberían concentrar en los reportajes.
En Etiqueta, Villanueva Chang le paga a los periodistas " como si fuera un diario de provincias" información que salió en la última Gatopardo respecto al reportaje ganador de la FTPI que apareció en la revista peruana.
Quiero advertir dos cosas sobre los "grandes conglomerados", a cara descubierta y sin temor a represalias:
1)El Mercurio le ofrece a sus colaboradores tarifas que no han subido un peso en, al menos, nueve años. Y sólo para no desviar el debate no escribiré aquí lo bajas que son. Lo único que se consigue así es tener una sucesión de estudiantes en práctica.
2)Que alguien le diga a Bofill que atribuya fuentes en su diario, por favor. La cantidad de "según una amiga", "un funcionario cercano", "fuentes de La Moneda" por página es como de diario clandestino.
Sería fantástico que éste fuera el tipo de cosas que ocuparan al Colegio de Periodistas. Dedicarse al reporteo durante la adultez es apostar por la pobreza.
a mi me parece evidente que periodismo debería ser una carrera de postgrado, eso les permitiría prepararse mucho mejor. Ya sabemos en qué están muchos que tienen el cartón de periodista pero que se dedican a cualquier otra cosa. Salud.
Sí, porque los periodistas son tontos, feos, ignorantes, no aprenden nada en cinco años, deberían cerrar la carrera y capacitarlos a todos como peluqueros y blablablabla. Yo creo que el estereotipo éste ya no da para más. Lejos de querer hacer una defensa corporativa del “gremio”, para mí es una realidad patente que el nivel educacional y de preparación de los periodistas no es inferior al promedio de otras profesiones. Basta con escuchar hablar o simplemente leer los e-mails de gente que se desempeña en otras profesiones, algunos con mucho éxito pero que a la vez leyeron su último libro en cuarto medio, su ortografía no es nada sin el corrector del Word y que con suerte domina algo más que las noticias de fútbol. Sin embargo, todos se sienten calificados para pontificar sobre el periodismo. ¿Cuánta de esta gente que exige medios como “The Economist” (tal como dice el post que inició esta discusión, hay que ser muy patudos para demandar algo así en Chile dadas las circunstancias) gasta plata y se da el tiempo de leer y suscribirse a revistas supuestamente mejores, esas que se hacen en países donde los periodistas no son tan tontos como en Chile? Obviamente se pueden mejorar muchas cosas, pero creo que las críticas debieran ser menos al voleo y más en la línea de lo que dicen Maza y preciocontardo.
Aplausos para GB y los que con suerte saben de fútbol... chileno porque no les da para el resto quieren ¡Economist! no la entenderían porque no es Economía y Negocios solamente debes saber historia, política, etc.
si hay muchos mal preparados, eso sólo demuestra que también necesitan prepararse mejor. Además me parece un poco ridículo que moleste tanto que un no-periodista los critique, si es un trabajo expuesto al público, y por tanto, a la crítica, ¿no? Al menos eso deberían saber: muchos que no somos periodistas nos espantamos por el poco manejo que muchos periodistas tienen en determinados temas. Y no, no estoy suscrito el economist ni nada parecido, ¿o acaso hay que estarlo para poder decir lo que se piensa?, salud
Nadie dijo que no se puede criticar o que hay que tener ciertas credenciales para hacerlo, solamente que algunas críticas son burdas.
entonces deberías refutar la crítica más que calificarla. Salud.
Es difícil refutar una aseveración ("los periodistas están mal preparados") que no da ningún argumento y más encima generaliza como si fuera ley.
La verdad es que fue una generalización sin ánimo de ofender. Y como toda generalización, tiende a simplificar. Me explico. Los periodistas, en general, no están bien preparados. Me toca verlo día a día en televisión y en los diarios. Hay deficiencias que son atribuibles a su formación, como la redacción y su escaso manejo del lenguaje oral, por ejemplo. Pero hay otra que es atribuible al esquema de enseñanza del periodismo. El periodista, que en la U tuvo sólo algunos ramos de economía, debe hacerle preguntas sobre temas complejos al ministro de hacienda, que estudió economía unos 8 o 10 años. La asimetría es bien evidente. ¿No estaría mejor preparado para entrevistar al ministro de hacienda un economista que adquirió a nivel de postgrado las habilidades periodísticas? Por favor, que no se tome como algo personal: hay periodistas muy bien preparados y que estudian a fondo los temas, pero mi experiencia me indica que son los menos. Gracias por las respuestas. Salud.
ah! además nunca dije "los periodistas están mal preparados", frase que me atribuyes entre comillas. Dije que un postgrado les "permitiría prepararse mucho mejor". Eso. Salud.
En el primer post que es el que, entendí, estabas refutando, claro. Gracias.
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En el segundo post, dijiste: "si hay muchos mal preparados, eso sólo demuestra que también necesitan prepararse mejor". No había para qué citarlo textual.
Según la lógica de tu argumento, el reportero de crónica roja no debiera escribir porque no es detective, el periodista científico no debiera publicar porque no es doctor y el crítico de arte no debiera criticar porque no pinta ni compone versos. Más aún, con el mismo argumento puedes decir que gente de otras profesiones no puede publicar o escribir para un diario ya que no estudió periodismo.
En definitiva, con tu ejemplo sobre el ministro de hacienda, das por sentado que es mejor ni siquiera tratar de hacer buen periodismo porque la carrera en sí está mal planteada. La antología anual "The Best American Science Writing" publica decenas de artículos sobre ciencia escritos por "dilettantes" que simplemente están divulgando información que de otra forma no llegaría al gran público. ¿Habrán tomado todos ellos un posgrado en periodismo? No creo.
Lo que tu planteas es casi limitar el diálogo a los especialistas. Desgraciadamente, alguien se tiene que encargar de divulgar esa información y conocimientos y ese es el rol de los periodistas. ¿Qué pueden mejorar? Por supuesto. Como dije antes, esto no es una defensa corporativa ya que para empezar no podría tomarme la atribución de hablar por gente que tiene mucha más experiencia o mejores cosas que decir al respecto que yo.
A lo que voy es a que mucha gente repite irreflexivamente cosas como que "el periodismo debería ser un posgrado" y la verdad no dan ninguna razón que me explique cómo mejoraría el nivel de los graduados con ese cambio. Recuerda que hasta que hice mi comentario, lo único que habías dicho para apoyar tu generalización es que algunos periodistas tienen "poco manejo" en ciertos temas y que eso te "espanta".
No es que me cierre a la posibilidad que la carrera se convierta en posgrado ni soy académico para poder opinar con más propiedad. Mi observación fue sencillamente que muchos aquí repiten edictos sobre lo que les parece que debiera ser el periodismo y ni siquiera se dan la molestia de argumentar (lo que a su vez me genera más dudas sobre qué tanto saben de periodismo y con qué parámetros lo están midiendo).
El resto de tus argumentos son generalizaciones para defender la generalización inicial (periodistas con "escaso manejo del lenguaje oral", deficiencias en redacción, etc.). Es por eso que dije que me parecía más interesante un post constructivo como el de Maza, el que al menos tiene ciertas sugerencias, así como otro en que se dice, acertadamente a mi juicio, que muchos critican la profesión con un periodismo de fantasía en mente.
no llego a entender por qué molesta tanto una sugerencia. No creo en un periodismo de "especialistas", simplemente creo que con una formación de postgrado muchos periodistas quedarían mejor preparados de lo que están hoy, porque tendrían una sólida formación de pregrado en algún tema. De verdad, no entiendo por qué algo así moleste tanto. Y no creo que haya que ser detective para hacer crónica roja, simplemente me gustaría que tuvieran más manejo sobre los temas de los que hablan -ahora mismo estoy viendo un reportero poco experto en un matinal. Eso es todo.
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No tiene ningún sentido pretender que los periodistas sean académicos o expertos en los temas que tratan. Lo importante es que sepan comunicarse de manera clara y empática con sus audiencias, aunque incluso en eso fallan.
De todos modos, no creo que la carrera de pregrado se justifique. No existe un cuerpo de conocimientos propio del periodismo, sino sencillamente un conjunto de técnicas para presentar información en distintos formatos, revestido por ciertos imperativos deontológicos y legales que ocupan dos o tres ramos, no más. Las famosas 'teorías de la comunicación' provienen de las ciencias sociales, no del periodismo. Por lo mismo, tengo la impresión de que la carrera funciona como una especie de taller permanente o como una práctica profesional de 5 años en la mayoría de las escuelas. ¿No sería mejor que esos alumnos aprendieran contenidos en otras escuelas (literatura, historia, derecho, arte, ingeniería, etc.) y luego se acercaran al periodismo?
Creo que argumentos sobran para el poco prestigio del gremio. Lo primero que habría que decir es que son una profesión con baja autoestima: ellos mismos se miran en menos.
Luego está el asunto de cómo se expresan. En televisión, un porcentaje amplio de periodistas insiste en narrarnos sus historias con un cantito cadencioso que le añade un énfasis melódico como de vendedor de micro a la última sílaba de cada frase. Insoportable. Sé de un alumno en práctica en Canal 13 al que le dijeron que *así había que hablar* y al que forzaron a leer con esa pronunciación.
Los que escriben en papel parecen ser, en su gran mayoría, un ejército de discípulos de Raymond Carver (aunque intuyo que no lo conocen y lo imitan vía Alberto Fuguet, único referente para muchos). No conocen las comas y usan los puntos aparte para separar cada frase; es realmente agotador leer reportajes en revistas, cada uno escrito con el mismo estilo lacónico y seco del anterior.
Por último, la profesión es por esencia pública. Esto significa, obviamente, que los periodistas están expuestos a la crítica (que no tiene por qué ser siempre racional, moderada o bien argumentada) les guste o no, porque su trabajo tiene una visibilidad amplia. En la práctica, esto significa que si un periodista habla mal, lo hace delante de millones de personas y no solamente de sus amigos o familiares, que seguramente estarían dispuestos a pasar por alto los errores. La responsabilidad que se deriva del hecho de desempeñarse frente a públicos amplios es evidente y creo que necesite mayor explicación.
Ese sería mi aporte.
Sobre el estilo de escritura, me parece que hay que mencionar a LUN como una muy notable excepción; es, a mi juicio, uno de los medios mejor escritos en Chile. Consecuentemente es también es uno de los más vendidos. Las acusaciones de frivolidad o ligereza creo que no vienen al caso, a lo más se les podría acusar de replicar lo que salió en la tele la noche anterior.
Quien crea interlocutores fantasmas eres tú. Me discutes cosas con las que yo mostré estar de acuerdo, como la importancia de expresarse de manera clara y adecuada a las demandas de las audiencias; por eso alabé a LUN. Más aún, estoy sorprendido: nunca nadie en mis 24 años me había retado con un estilo tan autoritario. Lo único que te faltó es amenazarme con unas palmadas y unos correazos.
Nunca dije que la especialización hiciera mejores periodistas; mi primer párrafo era claro. Mi argumento es que, sabiendo de primera mano que la carrera es fundamentalmente técnica en la mayoría de las escuelas, me parece que los cinco años no se justifican y que sería mejor que los futuros periodistas estudiaran otros contenidos más amplios, da lo mismo si son carreras específicas o si son programas de formación general. Es más, me parece que todo estudiante universitario debería seguir programas de formación general. No he pedido ‘más manejo’ de los temas, como si lo han hecho otras personas en estos comentarios. Quien defiende la especialización pareces ser tú: te noto sumamente exasperado con mi opinión de que periodismo no debiera ser un pregrado.
Es posible que las formas tan particulares de escribir, pero sobre todo de hablar –esa cadencia tan llamativa de los periodistas televisivos en Chile de la que hablaba- tengan que ver con la especialización actual: como todos los periodistas reciben más o menos la misma formación, separada y autónoma, se favorece la formación de una ‘profesión’ con todos los defectos que eso significa. Entre estos posibles defectos está el surgimiento espontáneo de una determinada forma de expresarse.
Las razones bien podrían ser otras, pero el hecho está: quienes deberían hablar bien no lo están logrando. El ejemplo de Teletrece no es ‘bonito’, sino todo lo contrario y sí refuerza lo que intenté decir porque no es un caso aislado; sin duda existen procesos en que las mañas se pegan de una generación a otra, de un periodista a otro, hasta convertirse en prácticas más o menos generalizadas y esto ocurre al interior de los medios y de las facultades.
Mantengo también mi opinión sobre el autoestima del gremio: basta entrar a prensanegra.blogspot.com para constatar que los niveles de frustración, desazón y resentimiento entre muchos reporteros son preocupantes. El ambiente en las escuelas de periodismo es parecido, tanto entre alumnos que tienen la ‘desesperanza aprendida’ del cesante desde el primer día, como entre profesores que no enseñan, sino que se dedican a advertir de la futura pobreza a sus alumnos; concordarás conmigo en que ese no es un muy buen ambiente para aprender o formar profesionales motivados.
Que la profesión es pública te parecerá una obviedad –a mí también-, pero eso no dice nada sobre la veracidad de la afirmación o sobre sus consecuencias. No veo cuál podría ser el problema con recordar lo obvio, aunque quizá a ti te moleste mi tan desafortunada, pero al menos admitida, falta de originalidad. Me disculpo entonces por mi mal gusto y por mi vulgaridad analítica. De todos modos nunca he tenido ninguna pretensión de genialidad –eso no sé de dónde lo sacas- y, para ser franco, no entendí muy bien qué tenía que ver el orate obsoleto de Wilson y su sociobiología con todo esto, otros intelectuales más destacados han sentido la misma necesidad de alcanzar a públicos amplios. Poder logra aquello pasa, por ejemplo, por evitar decir siutiquerías como ‘ergo’.
En los inicios de la carrera de periodismo en Chile sólo se estudiaban dos o tres años (no lo sé exactamente) y luego de trabajar dos o tres años consecutivos en un medio de comunicación te daban el título.
En la línea de maza y marisol garcía, dos cosas:
1. no sólo el sr. fuentes es el más usado para fundar historias, sino que cuando se dan números (estadísticas delictivas, tema que conozco)no se cita tampoco su fuente, ni se la contextualzia. por eso me referí en otro post a juan andrés guzmán, que mostró ser capaz de enteder cifras y analizarlas críticamente.Es clásico su ejemplo del aumento del 300% de homicidios en calama (no estoy seguro del lugar, sí de la cifra) para decir que se paso de 3 a 9 homicidios.
Pero eso no pasa en los noticiarios.
Y cuando se cita, parece que sólo existe Paz Ciudadana y que sus cálculos son letra sagrada.
2. lo terrible de lo que cuenta marisol no es el monto, sino que eso es lo mejor del medio, porque hasta donde entiendo, las colaboarciones se pagan tarde, mal y nunca en el resto de la prensa escrita, cuando no son vistas como favores.
redolés me comentaba alguna vez que el único medio donde no lo cagaban con la plata era en la zona de contacto de el mercurio (época de bianchi).
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