Tira la cadena nacional
Por Alfredo Sepúlveda
¿Por qué la presidenta no saludó anoche? Ni un “buenas noches”, ni un “chilenas y chilenos”, nada de nada. Tal vez yo sea medio paranoico, pero me dio la impresión de que el discurso sufrió un corte de última hora, y que el “buenas noches” simplemente no se pudo pegar por edición sin que quedara raro.
El discurso fue recibido por los canales tal como salió emitido a eso de las ocho de la noche. No hubo periodistas que vieran el discurso antes de su emisión, por petición de La Moneda (en Teletrece, que es el que yo vi al menos, el resumen del discurso no fue la nota 1, pero Hoffman sí hizo una mención a él en el anuncio de la nota 1). Se ha especulado con que fue emitido apenas minutos después de haberse grabado; lo que ocurrió es que hubo informaciones contradictorias en los canales respecto a qué hora el gobierno estaba pidiendo a los canales que lo emitieran: si diez minutos antes de las nueve, a las nueve o a las diez, una vez que las noticias terminaran. Finalmente, fue a las nueve.
¿Qué hacía un retrato de José Miguel Carrera tras la presidenta? ¿Algún mensaje a los estudiantes? ¿Si no me hacen caso, les voy a dar tres golpes de estado, igual que lo hizo él?
posted by Angélica Bulnes S. @ 4:03 PM
2 Comments:
Lo que ha pasado en los últimos días ha sido interesante pero ahora que el gobierno hizo una oferta ya vendría siendo hora de que los adultos retomen el control de la situación, que el ministro de educación atine, el del interior aparezca, que los políticos de derecha dejen de echarle la culpa a la Concertación y viceversa y nos dejemos de hablar del pase escolar para ver en serio qué van a hacer para mejorar la educación. Y de pasada, que a quien quiera que haya sido el asesor comunicacional de todo esto, lo despidan.
Despidan a Halpern. El es la clave de la política comucacional del silencio que aplica el gobierno. Lo mismo hizo cuando trabajó con Frei. Lo dijo Gumucio en The Clinic, pero es una obviedad.
Y sobre Carvajal, para qué hablar. Es el hombre de confianza de Bacvhelet en el que no debe confiar, ya que lleva años en ese puesto y sólo le queda traicionar para avanzar. Basta leer a Shakespeare o a Tácito para darse cuenta que lo de la traición en el caso de Carvajal viene inevitable. Hay que mandar a los ministros-Expansiva a leer a los clásicos de la política y, por lo tanto, a que aprendan a tener sangre fría y capacidad de maniobra en los escenarios sucesivo de una crisis. Y así salir de ella con rapidez y sin destrozos.
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