En 1774 Goethe publicó la novela Los sufrimientos del joven Werther, en la que un joven enamorado se suicida al darse cuenta de que nunca podrá tener a su amada Carlota. Tras leer el exitoso libro una serie de lánguidos jóvenes europeos siguieron el mismo camino de Werther y se quitaron la vida. Para evitar que los suicidios cundieran en Leipzig se prohibió vender la novela, en Copenhague impidieron su publicación mientras que las autoridades de Milán compraron y destruyeron todas las copias.
El de Werther es el primer caso documentado de contagio masivo de suicidio a través de una publicación, razón por la cual a veces se conoce a ese fenómeno como “efecto Werther”. Actualmente hay numerosos estudios que indican que efectivamente hay una relación entre la aparición de suicidios en los medios de comunicación y el incremento temporal de casos, especialmente en adolescentes. La razón es que las personas que están deprimidas y con mayor predisposición al suicidio, pueden sentirse identificadas con el caso presentado en los medios (ya sea porque tienen alguna característica en común, como edad o porque se trata de una celebridad o personaje público) y pueden intentar seguir el mismo camino.
Los ejemplos son numerosos: en 1998 un habitante de Hong Kong se suicidó con un método poco común, hecho que fue ampliamente difundido por la prensa y televisión. Durante el mes siguiente se produjeron nueve casos similares, dos meses después era el tercer método más utilizado y el segundo dos años después. En los 18 meses posteriores a un publicitado caso en el metro de Viena, se produjeron otros 22 suicidios en el mismo espacio, más del doble de los suicidios ocurridos durante los tres años previos al incidente.
Pero, al mismo tiempo las cifras cayeron después de que los medios acordaron fijar ciertos límites en la cobertura de estos hechos. Por eso, actualmente numerosos diarios y cadenas de noticiad como la BBC que cuentan con directrices para cubrir los suicidios, lo que obviamente no significa obviar el tema sino que tomar ciertas precauciones. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, elaboró un manual para periodistas que deben cubrir estos casos.
En Chile en los últimos meses nos hemos enterado de que se han quitado la vida cuatro menores de edad: Pamela Pizarro (13 años) en Iquique, Mayaleaska Obzaldrón (16) en Talca, José Manuel Leiva (12) en Santiago y por último Thiare Ahumada (7) en Antofagasta. Al mismo tiempo dicen las autoridades en el área que los casos están aumentando y que entre 1990 y 2000 se habría duplicado. Por eso no está demás, tener en cuenta ciertas recomendaciones para abordar esa situación, que en general son las mismas en todas partes:
- La desinformación o censura del suicidio no contribuye. El tema es cómo se informa.
- El suicidio nunca es el resultado de un solo hecho o situación por lo que no simplifique las razones. (Decir que la niñita Thiare se suicidó porque no la dejaron seguir andando en bicicleta es un ejemplo de eso).
- Dar demasiados detalles sobre los métodos y procedimientos que siguió la persona que se suicidó incita y facilita la copia. Lo mismo el sensacionalismo, los grandes titulares y las fotos explícitas.
- La cobertura de un suicidio es también una oportunidad de dar información útil para quienes necesitan ayuda. A dónde acudir, y cómo reconocer a alguien en situación de riesgo.
17 Comments:
Angélica:
Creo que bien vale el tercer punto para otro tema en boga en estas últimas horas: los "alunizajes".
Cualquier cobertura excesiva de este tema conlleva a los delincuentes potenciales a utilizar a los noticieros como su pequeña versión de "Teleduc".
Nueva prueba de que en los diarios se necesitan cuanto antes buenos libros de estilo, y pautas generales y sensatas sobre qué hacer en dilemas como éstos.
Supongo que si muchos periodistas que trabajan en medios tuvieran claros esos puntos que enumeras (sobre todo el último) todo sería sospechosamente perfecto.
La discusión eterna sobre cómo se ejerce el periodismo y cómo podemos sobreponernos a la ola de facilismo y sensacionalismo.
Los periodistas no somos entrenados para las estadísticas y eso se nota. Se abunda con demasiada frecuencia en cifras, asociaciones y porcentajes que, no pocas veces, son puro humo e insensatez. Casos típicos: guagua aparece en tarro de basura en bolsa plástica. Escándalo, discusión, incluso se puede llegar a proyectos de ley. En los días siguientes aparecen más casos de guaguas botadas en diversas partes del país. ¿Moda? Lo más probable es que la culpa del aumento de frecuencia sea del mismo periodismo. Allí donde una noticia causó impacto, los medios se ponen a buscar otros casos y los encuentran. El volumen del problema puede no tener que ver con alteraciones de la estadística normal de guaguas botadas a la basura, sino con la alteración de la estadística normal de la búsqueda de ese tipo de noticias por el periodismo.
Los sensores de la prensa se agudizan en una dirección, si un evento ha llamado mucho la atención. Se encuentra más porque se está buscando más. Hay booms noticiosos de "niños-héroes", de animales notables, de estafas raras, de fugas juveniles, muchas veces no porque aumente su frecuencia, sino porque se descubrió una veta noticiosa que se sigue hasta que se pasa a otra cosa y, supongo algunos creerán, que entonces baja la frecuencia de guaguas en la basura.
No niego la existencia de los imitadores, pero creo que muchos casos tienen que ver más con problemas en la detección de eventos (no estamos donde debiera hasta que llegamos, y ese sector se ilumina más que el resto, hasta que se vuelve a oscurecer).
Hubo un tiempo en que no pasaba un día sin que estuvieramos viendo a un niño de la calle, sujeto al comercio sexual y los abusadores. Fue durante el boom del caso Spiniak, donde muchos periodistas "descubrieron esta realidad". ¿Bajó su frecuencia que ya no se ven reportajes así a diario? Esa sería una estupenda noticia y alguien debiera estar preocupado de comunicarla, cosa que no ocurre, porque no es verdad. Nosotros dejamos de mirar.
Los suicidios juveniles o estudiantiles, para que puedan llevarse a estadística después de un caso en portada, deben tener un espacio de tiempo comparable con suicidios sin portada. ¿Dónde están esas cifras?
Creo que hay que tener cuidado con los números en los medios de comunicación. No estamos acostumbrados a usarlos bien; generalmente repetimos lo que fuentes "expertas" nos dicen. ¿Cuántos son los abortos en Chile al año? Los políticos sueltan cifras inmediatamente del orden de 200 a 250 mil al año. Y nosotros las repetimos en cada artículo sobre el aborto. ¿De dónde salen esos números? Los nacidos vivos e inscritos en el registro civil son alrededor de 230.000 mil al año 2003. ¿Significa que en Chile hay un aborto ilegal por cada niño que nace? Medio notición... y aunque en los mismos diarios y canales de TV se dan las dos cifras, en distintas circunstancias, no asociándolas, si creyéramos la del aborto, estaríamos ante un hecho familiar mayúsculo: no sólo en Chile de cada dos guaguas que nacen, una nace fuera del matrimonio (datos empíricos) sino por cada guagua que nace , sea dentro o fuera del matrimonio, hay otra guagua que fue abortada ilegalmente. Esos números -de ser ciertos- harían de la falla sistemática en reportear los abortos, no sólo mal periodismo (como es el caso actual), sino un caso de complicidad criminal insoportable.
Escuché al obispo de San Bernardo decir que si hubiera sólo un 1 por ciento de probabilidades de que la píldora del día después fuera abortiva, eso bastaba para prohibirla. Si a la protección de la vida humana le bastara en todos los casos sólo el 1 por ciento de probabilidad de que no funcionara un mecanismo de protección para descartarlo, habría que pronunciarse contra el automóvil, contra el cinturón de seguridad (bastante más de 1 por ciento de riesgo), contra el transporte escolar, contra los viajes en avión, contra la gran mayoría de los remedios (cuyos efectos no deseados pasan con creces el 1 por ciento). La acción humana por principio tiene margen de error. Y en la enorme mayoría de las veces es más del 1 por ciento y en la misma o similar proporción quien cae en ese margen fue víctima inocente de él, no quiso ni supuso que podría pasarle algo.
Los manuales sirven, pero no son un antídoto para el reporteo de temas tontos o irrelevantes. Ni para directores de medio obsesionados con el morbo y la imagen. Y ninguno que yo conozca enseña a usar bien las matemáticas. Eso debe venir de atrás o aprenderlo en el camino porque se estima imprescindible.
Todo sea por vender un poquito más. Los avisadores se pondrán felices. Que importa lo que diga la portada. Las Últimas Noticias está hace años en un campaña de embrutecimiento sistematizado del 'pueblo', y el pueblo compra. De quien será la culpa.
Muy bueno tu blog.
Saludos,
bitacoreta.org
también tengo la impresión de que no siempre se trata de que los casos así aumenten por imitación, porque si no en verano a los perros se les ocurriría más atacar a personas, cosa que no creo.
En todo caso más que saber matemáticas creo que se trata de cuestionar un poco más las estadísticas (todavía se dice que un punto de rating hace que un programa gane o pierda), pero además el culto a las citas en general, como si no pudieran ser objetables sólo porque lo dijo otro y no el mismo periodista o quien sea que suscriba una crónica.
Paulsen, si vuelves a darte una vuelta por acá y ya que andas en esto de las estadísticas quizás me puedas ayudar con un dato que me interesaría conocer. No me manejo mucho en la terminología legal pero me gustaría saber qué tan común es que la Corte Suprema dicte una sentencia distinta a la de la Corte de Apelaciones o anule un juicio como acaba de ocurrir en el caso de jorge Tocornal que está acusado de abusos contra sus hijos. Si alguien más puede aportar, se lo agradecería.
Angélica,
Fallos de salas de la Corte de Apelaciones revocados por la Suprema hay muchos. Creo que cualquier abogado puede recordar varios. En el pasado reciente se acostumbraba titular estos casos bajo el rótulo de: Supremazo. En un juicio oral - nuevo proceso penal-en la región metropolitana, no recuerdo uno de la Suprema con el mismo nivel de impacto. Tengo la impresión que en este caso se trata de un fenómeno que veremos con alguna frecuencia y que antes no se daba de la misma forma. El recurso de nulidad no lo vio la Corte de Apelaciones, sino la Suprema, que me imagino en el nuevo sistema va a tratar de asumir determinados casos cuando crea que hay que plantear algo importante, y no –como era el caso antes- que veía todos los casos que llegaban a la ultima instancia. Es un poco como opera la Suprema en EEUU, escoge meterse en esos casos donde siente que hay que plantear una mirada que sirva al sistema. En este caso tiene que ver con la corrección legal del proceso más que con definiciones rotundas de culpabilidad o inocencia. Ejemplo, antes de la reforma procesal penal llegaba carabineros al sitio del suceso, revisaba todo, la pulcritud de mantener la escena tal cual fue encontrada no era una obligación definitiva. Si le tocaba llegar a Investigaciones más tarde, la escena ya estaba bastante alterada. Eso en un juicio actual podría invalidar determinadas pruebas. Y la fiscalía o los defensores podrían solicitar la anulación del juicio. No me extrañaría ver objeciones de este tipo en el futuro y las policías han capacitado largamente a su gente para cambiar el modus operandi. En el caso de Tocornal, entre otras cosas que dice la Suprema es que los jueces ponderaron mal algunas pruebas, entre ellas informes sicológicos, y no se hicieron diligencias que debieran haberse hecho. Creo que la Suprema decidió ver el recurso de nulidad porque quiso hacer un statement respecto de la libertad de los jueces del nuevo sistema para ponderar las pruebas.
Los juicios anuladosno han sido tan infrecuente y ya lo notaba el resumen de actividades de 2006 de la Fiscalía Sur, publicado el 19 de diciembre en La Nación: "Los 15 fiscales de Puente Alto dirigieron 100 juicios orales con un 99% de condenas, donde un 10% fueron juicios anulados por malas ponderaciones de los jueces".
En otro caso de robo y delito sexual también en Puente Alto, es la Fiscalía y no la defensa la que pide la anulación. A continuación un resumen de prensa de lo ocurrido y, ojo, con la nota de la Suprema:
"Las dos situaciones se configuran como un robo con violencia y un robo con violación tentada. Expuestos los antecedentes en el juicio, los magistrados Alessandra Tubino, Colomba Guerrero y Gabriela Gómez absolvieron a Chávez del primer ilícito sin explicar en el fallo los porqués de la decisión, omitiendo además pronunciarse sobre los antecedentes rendidos sobre el delito sexual.
Además, en ausencia de cualquier argumento, se recalificó el segundo delito de "robo con violación" a "robo con violencia".
Al respecto, la Corte de San Miguel resolvió anular el juicio no sin antes reparar en un criterio usado por la Corte Suprema:
"Si bien se ha facultado a los tribunales para apreciar la prueba con libertad [...] exige que para hacer esa valoración, el tribunal debe hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso la desestimada, con señalamiento de los medios de prueba con los cuales se dieren por probados cada uno de los hechos", sostiene el dictamen.
La Corte estimó también que el tribunal oral obvió injustificadamente indicar razones legales y doctrinarias para condenar o absolver a los acusados".
Un caso curioso lo motivó la anulación de juicio oral por homicidio frustrado en Puerto Aysén en enero del 2004, pedido por la Fiscalía Regional. Se obtuvo, pero en Coyaique hay una sola sala por lo que para verse la causa, un tribunal de Puerto Montt debió hacerlo.
La anulación no es un juicio terminado. Las estadísticas de éstos últimos están tanto en las páginas web de la defensoría Pública como la de la Fiscalía.
Y la anulación por mala ponderación de los jueces no significa que el imputado sea inocente: de hecho en el nuevo juicio muchos imputados han sido condenados con procesos correctos.
Tocornal sólo sabe que tiene un nuevo juicio, ante nuevos jueces y que en este juicio no tiene derecho a recurso alguno, incluyendo el de nulidad. Sí tiene este derecho el fiscal, que si absolvieran a Tocornal podría pedir la nulidad del juicio; la defensa debe aceptar lo que se falla. Los jueces pueden absolverlo, pero también pueden condenarlo a más de lo que ya tenía en el juicio anulado, que eran 11 años.
Sin ser el más digno de todos los abogados que visitan el foro, quisiera aclarar algunas cosas de las cuales el sr. Paulsen explicó muy correctamente. Por lo general, los abogados explicamos todo en complicado, así es que haré un esfuerzo.
El recurso de nulidad no tiene como objetivo - como el de apelación - enmendar una resolución dictada por un tribunal de inferior jerarquía, sino que anular.
La anulación en el caso de Tocornal se supone más grave que la enmienda por el mismo hecho que la instancia que se supone viciada por quien reclama se vuelve a repetir - en este caso, el juicio oral -.
En el fondo, no es que la Suprema intervenga de facto porque considera discrecionalmente que es más grave el hecho, ni que tenga un procedimiento de competencia selectiva como el de la Supreme Court. De hecho, en Chile casi todos los casos pueden ser llevados a la Suprema.
Lo que sucede es que parece obvio que la Corte de Apelaciones conozca del caso, pero sin embargo, por la gravedad de una sentencia condenatoria, la ley procesal penal estableció una especie de "by-pass" donde a partir de determinadas causales gravísimas (a grandes rasgos,infracción de los derechos constitucionales - incluidos los tratados - y la errónea aplicación de la ley) conozca la Corte Suprema.
Al respecto pueden ver los artículos 372 an adelante del Código Procesal Penal, en especial el 374 y el 376.
A todo esto, el recurso de nulidad acogido es relativamente frecuente, no tengo estadísticas.
Saludos
Sólo quería dar las gracias por el elevadísimo nivel de análisis y comentarios... Así da gusto bloguear, no?
Saludos,
me acabam de decir que el porcentaje de recursos de nulidad acogidos es del tres por ciento. No significa que quede absuelo, sino que debe repetirse el juicio.
en casos complejos es m{as factible que ocurra. recuerdo el asesinato de una monja en La Serena y, creo, algunos procesos cointra mapuches.
Concuerdo con el cero entrenamiento con las estadísticas por parte de los periodistas.
Pero en todo caso hay un tema de dar ideas que sí es responsabilidad de los medios. Es como el novio celoso que te hincha con paranoias sobre alguien y finalmente te termina dando morbo ese alguien.
Una vez entrevistaba a un tipo que reparte jeringas y metadona (versión médica de la heroína) para los heroinómanos (yonkis) en BCN y me decía que desde que la prensa empezó a hablar de los asaltos de yonkis con jeringas ("jo macho, esta jeringa tiene sida y si no me das...") se dispararon esos asaltos.
En el caso de los suicidios infantiles o juveniles también hay un tema de cómo tratarlos. Además, como esta gente es pobre o sin influencia, sirve para que el recochineo mediático se empache.
Recuerden los suicidios del hijo de Novoa o del chico del Verbo Divino hace como 10 años. Hubo un silencio enorme.
Se debe marcar una pauta de cómo se tratan esos temas y de hasta dónde llega la cobertura para que sea útil.
Off topic, pero necesario en este blog. Murió Kapuscinski. Miguel Paz reune varios de los obituarios en diarios del mundo y hace su propio in memoriam.
Qué cierto. Incluso podemos recordar que el menor de los hermanos Soffia, los dos niños que escaparon de su casa y fueron encontrados en el sur de nuestro país, le había comentado a su nana que quería aparecer en los diarios y revistas, al igual que su hermano Santiago Errazuriz, desaparecido un año antes, para ser famoso.
Un tema que no nos pude dejar indiferente y que tampoco se puede obviar a la hora de publicar.
He tenido la suerte de hablar con especialistas en suicidio, y lo que afirman es que la sola mención del tema puede incitar a quienes estén en la cuerda floja a tomar la decisión de acabar con sus vidas. Es decir, si el medio opta por un cambio de enfoque y decide reportear casos de personas que pensaron en suicidarse y finalmente no lo hicieron (una nota "esperanzadora"), este artículo tendría el mismo efecto dominó que exhibir los detalles de alguien que se haya suicidado.
Es complicado el tema, porque dejar de informar para evitar suicidios es una manera bastante absolutista de resolver el problema. Pero informar al respecto, de la manera que sea, tendrá efecto dominó.
Saludos.
Primera vez que llego a este blog, y te encuentro toda la razon sobre el tema. Muchas veces la forma de tocar ciertos temas por parte de los medios con el afan de causar mas impacto y vender mas portadas puede provocar graves reacciones a nivel social
literatura barata para las masas.
http://lachusmaeditorial.blogspot.com/
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