El medio blog

Un medio dedicado a los medios.

Wednesday, April 18, 2007

¿Hasta cuándo La Nación?

Por Matías del Río


La obsecuencia periodística en la que ha caído
La Nación con el oficialismo seguramente no enorgullecería a don Eliodoro Yánez, un intelectual de clase media, meritócrata y brillante, que fundó este medio para dar fuego a su ideario liberal en 1917. El diario actualmente del Estado –que en verdad es del gobierno y no del Estado, por el uso y abuso que se le da– se comporta en democracia con reminiscencias de la dictadura.
Recuerdo que Pinochet lo usaba a su antojo y con igual facilidad para disfrazar asesinatos con la apariencia de valerosos enfrentamientos, como para desinformarnos haciéndonos mirar cometas. Pero allí no hay novedad, esto regímenes también tienen apego a sus principios.
La democracia, en esta materia, no lo ha hecho mucho mejor. Los gobiernos de la Concertación –unos más y otros menos y con honrosas excepciones- se han servido sin sonrojo de La Nación para sacar ventajas y pasar goles viciados. A la vez que enarbolan la bandera de la libertad de expresión, en su diario esconden noticias relevantes que generan incomodidad al mando de turno e inventan otras útiles que a menudo entorpecen el ejercicio de la democracia.
La tentación debe ser alta, pues de lo contrario no se explica por qué con La Nación no se ha hecho lo que al inicio de la democracia se hizo con TVN: un estatuto de autonomía que impone el autofinanciamiento y que da cabida equilibrada a la oposición. Y por favor no me den el mal argumento de que es porque
la propiedad del diario público no es completamente del Estado.
Los resultados de ambos caminos están a la vista: mientras TVN no se cansa de liderar las audiencias televisivas, La Nación se pudre sin ser abierta –ni leída, por supuesto- en los escritorios de las oficinas públicas, casi únicos suscriptores, y por fuerza.
Dicho en fácil, nada justifica a estas alturas que el Estado tenga un diario, ni mucho menos que sea manejado de esta manera.
La reciente edición dominical ha logrado superase a sí misma, alcanzando niveles de sumisión a La Moneda que ya no dan ni rabia. Da más bien pena, especialmente por los profesionales que a lo mejor no tienen la oportunidad de salir corriendo y trabajar en otro sitio más dignificante y que deben taparse las narices y aperrar. A ellos mi solidaridad.
La portada de
La Nación Domingo del 15 de abril intentó con malas armas –y con información muy tendenciosa- desviar la responsabilidad propia de una de las peores semanas de sus jefes. Para tratar de tapar el error y el horror de la presidenta Bachelet de enfocar el centro de los problema de la educación chilena en el lucro de algunos colegios subvencionados, este diario optó por prender el ventilador en contra de Patricia Matte, una de las personas que más sabe del tema y que dirige la Sociedad de Instrucción Primaria, la que desde hace 150 años da educación de calidad, y sin fines de lucro, en sectores populares. ¿Cuál es el pecado que amerita su lapidación y el título de “La guardiana del lucro” a toda plana (en la lógica estatista de que el lucro es perverso)? Ser parte de una familia muy rica, tener los apellidos que tiene y ser de oposición. ¡Magnífica tolerancia la de estos liberales!
Tan autorizada es la voz de Patricia Matte en esta materia, que hace pocos días –según leí- la propia ministra Provoste la recibió en su oficina para hablar sobre educación. Pero a La Nación eso le importó poco y prefirió decir que
“la Alianza la convenció para salir a la pizarra en su cruzada contra la reforma de la educación”, en circunstancias que al día siguiente del anuncio presidencial, en una entrevista en que yo participé en Radio Duna, Patricia Matte dijo que si bien le parecía mal poner el énfasis en lo del lucro –lo mismo que dijeron Bitar, Brunner y la DC completa-, encontraba que el proyecto tenía muchas cosas positivas.
No conozco a la señora Matte pero si la profundidad del drama de la educación en Chile. No comparto la mayoría de sus ideas –sobre todo las del pasado-, pero me rebelo a la clase de periodismo sobreideologizado que pone los odios sociales, sus sesgos y la amargura por sobre las verdades: Patricia Matte puede contar sus millones de dólares en miles, sí –y qué hay de malo-, pero también puede mostrar una trayectoria en trabajo social de calidad que dejaría pálidos a los panfleteros de la democracia si entendieran el nudo del problema.

*Nota al margen: Una cosa le concedo a La Nación: tanto es su odio al lucro y a la iniciativa libre de los particulares, que se atreve a denunciar prácticas impresentables que otros diarios protegen porque tocan a sus grandes avisadores. Ahora, si La Nación tuviera avisadores, quién sabe si otro gallo cantaría.

67 Comments:

Blogger Alejandro said...

Estoy de acuerdo con Matías. Alguien tenía que decirlo de una buena vez. No es que defienda a Patricia Matte, pero lo de “La Nación” se hace cada día más impresentable. ¡Y financiado con los impuestos de todos los chilenos!

10:06 PM  
Blogger Marisol said...

Pensé que arderían los comentarios, pero a doce horas del golpe sólo se anima Alejandro y su preocupación por los impuestos (disculpa, pero si es por derroches tributarios se me ocurren cien casos más apremiantes). Por lo pronto, dejo abierta la pregunta sobre la diferencia esencial entre la propiedad de un diario y las consecuencias editoriales que ésta tenga, y el sentido social y periodístico de su existencia. No creo que un semanario (porque me refiero a LND) donde caben los textos de Lemebel, de Guillermo Tejeda, de César Fredes, de Mirko Makari, de Alejandro Kirk (dejo intencionalmente fuera a mis amigos) puede considerarse tan livianamente como una publicación que sobre. Y creo que Matías caricaturiza con aquello de un diario que "se pudre sin ser abierto" y que a sus redactores no les queda otra que soportar en silencio el mazo ideológico que a diario los golpea (si es por eso, también mi solidaridad a las mentes sensatas en Santa María, en calle Constitución, en Vicuña Mackenna; no nos veamos la suerte entre gitanos).

Quizás nuestro debate debiese estar motivado hoy por lo inútiles que se han vuelto los diarios para informarse sobre el proyecto de ley de educación. Al menos sobre ese tema, en La Nación y en todas partes la saña es desatada.

3:01 PM  
Blogger Rodrigo said...

Yo partí a comprarme LND para leerlo.

Respeto la opinion de Del Río, aunque no la comparto. Me parece que se agarra de un mal tema para criticar a La Nación. Y creo que la crítica generaliza y, como dices, caricaturiza innecesariamente.

Yo no tengo tan claro el mérito de Matte en el tema de la educación (salvo que es una gran administradora).

Pero quiero escribir algo más elaborado.

Buen golpe, en todo caso.

3:50 PM  
Blogger Unknown said...

Pese a que llevo meses siendo cliente frecuente de este blog, hasta ahora nada me había motivado a intervenir en él. Pero apareció Matías y su artículo mesiánico, ese en el que condena a un diario a la hoguera por ser el peor de todos. LND es bastante mediocre, en eso coincido con él (mucho dato equivocado, mala cobertura a casos importantes de actualidad, demasiado opinólogo que no aporta mucho y un largo etcétera). Pero ¿decir que es el peor de todos, dejándolo al margen del resto de la prensa, como si ese resto fuera la que está bien hecha? Me parece un poquitito too much.
¿Has leído últimamente El Mercurio, Matías? ¿O el Decano no ha sido nunca tendencioso, mal intencionado o sobreideologizado? ¿Has ojeado La Tercera? ¿O allí no se esconden noticias o se “inflan” hechos con determinados propósitos económicos y políticos? ¿Has abierto en el último tiempo LUN? ¿O en el diario de Agustín J no pretenden hacernos creer que vivimos en el mundo de fantasía de Bilz y Pap?
Podría seguir con contándote cómo se hace periodismo en TVN, Mega, Canal 13 o radio Agricultura. Pero a la dueña de este blog no le gustan los comentarios muy largos y creo, además, que eso puede servirte como tarea para la casa a ti. Sobre todo si pretendes ser el abanderado del buen periodismo. Aunque, como sugerencia, si lo vas a hacer, trata de no aferrarte a un artículo que te gustó más o menos, casi como un niño al que no le gustó la golosina del domingo.
Atte
Ivana
PS: Antes que algún colega sensible reclame, sí, creo en el anonimato como una forma válida de opinar sin que eso le reste méritos a mi opinión.

4:40 PM  
Blogger Rodrigo said...

http://rodrigoferrari.blogspot.com/2007/04/los-del-ro-matte.html
Ahí está mi respuesta.

5:41 PM  
Blogger Manuel Martínez said...

Cuando exista diversidad en los medios, ahí se puede decir que algunos medios sobran

8:30 PM  
Blogger Glock said...

Perdón, pero me parece absolutamente destemplado, injusto y fuera de lugar el tratamiento que han dado aquí a “La Nación”. Yo la leo diariamente, considero que ha crecido muchísimo y creo que están haciendo cada vez mejor periodismo, mientras “El Mercurio” y “La Tercera” se pelean a punta de fomedades.

Sólo basta recordar las notas de Jorge Escalante, de seguro uno de los mejores periodistas chilenos, cuyas extraordinarias investigaciones en derechos humanos han hecho escuela. Jorge Molina y el recién ingresado Marcelo Castillo (ex Epoca), como editor, y Miguel Paz, de gran pluma, también son profesionales excepcionales.

Y además, se agradecen los artículos de “La Vanguardia” (es más cómodo leerlos en papel).

¿Qué problema hay con la nota sobre Patricia Matte? Claro que es un poco floja, y el final más bien malito (así y todo, por lo menos es cien veces más entretenida de leer que los suplicios ilegibles que aparecen en el Cuerpo de Reportajes del Decano).

Ahora, no veo cuál es el delito en decir que la señora pertenece a la más rancia oligarquía ¿Acaso hay que pasar el dato por alto porque pertenece a una familia -rica hasta la obscenidad- que se ha dedicado a ayudar a la educación?

¿Que la señora hace uso y abuso de sus redes familiares y del tremendo poder de sus parientes vivos y extintos? ¡Por supuesto que lo hace! Y ella misma lo reconoce en la entrevista citada en el artículo.

¿Deducir que la señora es ultraconservadora porque pertenece a los Legionarios de Cristo? Eso es de cajón hasta para el más pechoño recitador de novenarios.

¿Acaso dolió el título? En La Nación siempre se la han jugado por encabezados atractivos y con juegos de palabras. Eso es digno de agradecer frente a la cada vez más insufrible bobería y estulticia de los títulos de La Tercera. ¿Y quién podría dudar que la señora efectivamente hoy es guardiana del lucro en la educación? Será exagerado, pero cierto.

Y además, creo que La Nación, lejos de “pudrirse sin abrir”, es cada vez más leída por los huérfanos de los grandes diarios y revistas chilenos que ya no están.

8:54 PM  
Blogger Glock said...

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9:10 PM  
Blogger Glock said...

Ojo que no trabajo en "La Nación" -más bien laboro "al otro litro"-.

Y además, me parece deplorable que nadie -y menos en este blog- haya hecho el menor comentario sobre el descubrimiento tremendo de nada menos que una brigada completa de la DINA, oculta más de 30 años, destapada por el trabajo periodístico de Escalante. Hace tiempo que no lo veo firmar en "La Nación": espero que no se haya ido.

9:12 PM  
Blogger Interiorbruto said...

Estoy de acuerdo con el medioblog. La Nación se ha convertido en un boletín interno del gobierno. Es más, los invito a visitar sus números desde diciembre del 2005 hasta que gano Bachelet en enero. Llega a ser irritante, porque no resiste ninguna lectura crítica.

El tema es su línea editorial y no la gente que escribe ahí, de hecho hay elementos rescatables.

En lo personal tengo guardado el diario del domingo 10 de diciembre, cuando anunciaban en portada que toda la enfermedad de Pinochet era un fraude y todos sabemos lo que pasó a eso de las 14:15.... Honestamente, es de colección.

9:29 PM  
Blogger José Ignacio Stark said...

Me gustaría preguntarle a Del Río si La Nación se pudre sin ser abierto -como eufemiza en este texto- que pasa con los diarios del duopolio mediático que controla la prensa en este país. Quizá con tanto "antioxidante" que le inyectan Edwards y Saíd a las páginas de sus periódicos, Hermógenes sigue escupiendo contra lo que se mueve en El Mercurio y en LT le prenden velitas a Piñera 2009 hablando de sus opciones de fidelcomiso en Nueva York (haciendo agenda propia, porque nadie le dio importancia como para ponerlo de titular de portada).

Matías, LN puede no ser santo de devoción para muchos. Es cierto: irremediablemente es el diario del gobierno y quien esté de turno puede apuntar los dardos a discresión. Pero en un país sin diversidad mediática, es lo que hay; te guste o no, es EL diario que -medianamente, no quiero ser absoluto- queda libre de polvo y paja a la hora del "control mental" que puede ejercer sobre el público que lo lee. Porque el mismo día que apareció LND con miss Matte, LUN y La Cuarta tenían una vez más en portada a esta especie de burbuja que se esmeraron en crear para alimentarse y mantener embaucado al público en un limbo informativo. Y no es menor que este impresentable acto lo repitan los siete días de la semana, llevándose la lectoría y el avisaje.

No dudemos en la calidad del periodismo que se hace en LN, LND y -en general- en los dos diarios más grandes. Ninguno, a pesar de sus defectos, merece ser lapidado como el peor ni el mejor, pues tarde o temprano cualquier circunstancia te puede llevar a parar en las puertas de COPESA o El Mercurio, y las palabras proferidas quedan en la memoria de los directores, editores, colegas y sobre todo entre quienes nos leen a diario. Solo recuerda, Matías, que este país tiene la prensa que se merece, y ni siquiera los numerosos intentos que han tratado quebrar la inequidad han logrado cambiar esta realidad. Razones sobran, y entre ellas está la influencia de gente como Patricia Matte y muchos otros empresarios con hilos de sobra en el poder, que disfrutan del apacible mundo de Bilz y Pap y que están dispuestos a defender ese dulce sitial con garras y dientes.

Saludos.

9:34 PM  
Blogger Glock said...

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9:35 PM  
Blogger Glock said...

Lo que dice Interiorbruto tendría algún sentido (y no lo tiene) si en Chile no hubiera sólo una voz en los medios fuera del Estado: la de la derecha.

El Mercurio y La Tercera (y los periodistas que en ellos trabajan) defienden primero y a rajatabla los intereses de las familias que los controlan, después los de la Derecha y los de la clase empresarial. Asi que ¿cuál es la diferencia con La Nación? El mérito es que a pesar de ser un medio aherrojado por su dueño fiscal, todavía tiene espacio para mostrar buenas cosas.

Además, quienes se han comido todos los brotes de prensa independiente no son del Estado (aunque éste haya ayudado pasivamente a su extinción), sino los conglomerados pulpos.


Y en cuanto al condorazo de Pinochet, siempre se ha sabido que uno de los problemas capitales de "La Nación" es que sus periodistas se van temprano para la casa. En eso sí que son funcionarios públicos 100%. Pero eso no quita que también han tenido aciertos donde los otros diarios no ven ni una.

9:44 PM  
Blogger Bruno Córdova said...

Concuerdo con el planteamiento de JI Stark. Con qué cara fustigar las prácticas de La Nación si el "duopolio" hace y deshace según lo requieran sus intereses.

El hecho que LN pertenezca al Estado no significa que sea "peor" que LT o EM.

Algunos pueden decir "representa los impuestos de los chilenos"... Pero los diarios también los compran los chilenos... Y muchas veces compran diarios que si no fuera por esa complicidad estúpida de medios-grandes avisadores, no comprarían.

(Si en Chile fuera rentable un "El País", los índices de lectoría de "El Mercurio" y "La Tercera" disminuirían dramáticamente. Pero el avisaje... Bueno, todos nos sabemos esa historia, ¿no?)

9:52 PM  
Blogger isabel pla said...

Me provoca un placer delicioso leer a un periodista criticando a La Nación. Sí, porque hasta hace poquitito, salían todos a acoger a los amiguis que escribían tonteras en la gran pizarra del Gobierno. Como los lectores mandamos, la pregunt del millón de dólares es ¿cuántos diaros vende La Nación en la calle? Tengo la sensación de que la leen los ministros, subsecretarias y sus respetivos encargados de prensa. Y punto (y ese es el peor castigo que puede recibir un medio de comunicación; ser ignorado como medio de información y como fuente). Punto y buenísimo este blog (y a Del Río mis felicitaciones por el post y que me cuente qué pasó con el Termómetro)

11:08 PM  
Blogger Interiorbruto said...

En la misma edición de La Nación que nos convoca hay una entrevista a Mosciatti en la que dice que "el mercado está controlado por holdings económicos que detrás tienen diversos intereses". Integración vertical creo que le dicen.

Bajo esa perspectiva, el interés que tiene La Nación evidentemente no es monetario, sino que defender al Gobierno a rajatabla. Eso se nota tanto que a veces llega a ser burdo.

Me quedo con el ejemplo de la Radio Bío-Bío - de la que soy fiel auditor - que le pega palos al Gobierno y a la Concertación, pese a que nadie podría decir que son un medio representativo de la Alianza.

Que existe el demonizado duopolio no justifica la obsecuencia.

1:12 AM  
Blogger matiasdelrio said...

Sólo un apunte: el que El Mercurio y La Tercera no tengan la calidad o la objetividad que muchos desean, no justifica que el gobierno tenga un diario para "empatar" esa situación. Si va a tener uno es para subir el nivel, pero sólo para darse gustitos ideológicos, francamente no tiene presentación. Es un desperdicio.
Además, como ciudadanos, tenemos derecho a exigir calidad y seriedad a un diario estatal. En el caso de los dos grandes, privados, sólo podemos criticar o dejar de comprarlos si no nos gustan.
PD:¿Por qué no debatimos sobre educación, que es mucho más relevante?

10:02 AM  
Blogger Alfredo Sepúlveda said...

A mí me parece que el error es que se hayan comido la rueda de carreta del lucro en la educación. Presentar a Matte como "La guardiana" es un condoro, no porque no lo sea, sino porque nadie, ni siquiera en el gobierno, considera seriamente que el lucro en la educación es el problema.
En todo caso, y corríjanme en caso de que esté equivocado, entiendo que los Matte son justamente sostenedores-fundaciones, o sea, exactamente el tipo de actor en educación que los adalides del fin del lucro proponen, aunque es cierto que no viven de la fundación y que no están de acuerdo con el fin del lucro.
Me parece que el problema es que la portada presenta el tema como si de verdad en la opinión pública hubiera un cisma entre quienes están a favor y quienes están en contra. Lo de "terminar con el lucro", me suena a volador de luces mediático que salió de La Moneda para apaciguar a los pingüinos. El titular fue "hacerle la pega" a Juan Carvajal, el cerebro de la aguda, sofisticada y fina política mediática de La Moneda.

11:11 AM  
Blogger Rodrigo said...

Yo creo que no estamos debatiendo de educación porque la columna nunca fue sobre eso. Fue sobre crítica a un medio y defensas de honores.

Don Matías, empiece Ud. con el tema, entonces.

11:11 AM  
Blogger Librepensador said...

La columna de Matías tiene un error fundamental, al mostrarnos como un buen ejemplo el de TVN porque es "un buen negocio". Todos sabemos lo mala que es la programación de TVN, pero damos por sentado que es buena su administración por tener números azules. Esa visión, más que liberal, es derechamente de derecha. Pero lo peor, es una visión que comparten, sueltos de cuerpos, muchos seguidores de la concertación. No todo se mide en ventas, ni en rating, y menos cuando el estado o el gobierno están a cargo. Esa es la gran herencia del chile pinochetista, todos creemos que lo importante y lo que legitima son "las lucas". Por algo, el gobierno socialista de Bachelet, o el de Lagos, son los ejemplos que siguen y defienden y proponen todos los candidatos derechistas en latinoamérica. En el fondo, Matías del Río no dice nada nuevo. Nada que no fuera predecible de él. Nada que no compartan los dueños de los medios para los que trabaja. En ese sentido no sólo es una columna mal redactada, sino que también es muy obvia. Eso también explica que no genere muchos comentarios interesantes, Marisol.

11:33 AM  
Anonymous Anonymous said...

La prensa privada no puede decir lo que quiera escondida en el mentiroso argumento de que “si a alguien no le gusta, entonces que la deje de comprar”, mientras al mismo tiempo exige a la prensa publica estandares de etica superiores. No se puede participar en el debate publico con un discurso y en el privado hacer otra cosa.
La historia editorial de La Nacion esta llena de buenos ejemplos de servilismo hacia La Moneda, pero este caso en particular que elegiste para comentar no es el mas claro, especialmente porque el debate sobre el lucro en la educación esta lleno de matices y –desde un punto puramente comercial- La Nacion esta simplemente reforzando lo que la mayoria de los chilenos piensan. Pero mas me llama la atención que hayas pasado por alto el brillante articulo que publico ese mismo diario hace un par de dias sobre Sonda y el Transantiago. No se que es independencia para ti, pero ese articulo en medio de la crisis no es precisamente un ejemplo de prensa controlada.
A mi me parece fantastico que los periodistas se preocupen de la independencia de los medios en los que trabajan, el punto es que siempre se preocupan mas de los medios publicos que de los privados. Tu trabajas en un medio de Ricardo Claro, el empresario de medios menos respetuoso de la independencia de los periodistas. Me encantaria que escribieras como Claro o sus lugartenientes suelen llamar a Capital, Megavision y El Diario para “proponer temas”.

11:57 AM  
Blogger Carlos V said...

El lucro, sin ser central, sí es un tema que afecta la calidad...pero este es un blog de medios ¿no? Pues coincido en que el titular del reportaje sobre Patricia Matte es exagerado y quizás concedo que La Nación suele tener orientaciones pro Gobierno demasiado marcadas (EM y LT suelen tener métodos mucho más refinados para seguir sus propios sesgos), pero de ahí cuestionar la existencia de La Nación hay un trecho demasiado largo como para recorrerlo en un artículo lleno de caricaturas, como hace Matías del Río.Me gusta La Nación Domingo (que es un semanario harto distinto del diario) y quizás parte de su sesgo explica el por qué puede meterse en esos temas que no tocan otros diarios. Nadie sobra en el baile de los periódicos en nuestro país. Al contrario. Diría que faltan muchos más medios, con sus propias orientaciones. Coincido con Marisol en que existen chorrocientos ítemes presupuestarios menos importantes que el mantener un medio de comunicación estatal y nada que decir sobre sus grupos de trabajo, a los que conozco sólo a la distancia. LA Nación es mucho menos ideológica de lo que dicen sus titulares. Pero, claro, para saber eso hay que leerla.
Saludos
CV

11:59 AM  
Blogger Unknown said...

Justo te iba a decir, Alfredo, que pienso que cometes un error enorme al centrar el debate en el tema educacional. Pero se me adelantó Librepensador.
Alfredo, Marisol, Isabel, creo que el tema en este blog no es el cambio a la LOCE (que aplaudo que finalmente se esté llevando a cabo). Creo que el punto que debe preocuparnos a los usuarios de este sitio (que se dedica al análisis de medios), es que Matías Del Río, un tipo con micrófono, o sea, con cierto grado de influencia en este país que adora todo lo que sale de un parlante o una pantalla, en un análisis antojadizo y de tono escolar, pretendió instalar la idea de que en Chile sólo hay un periódico malo, llegando al extremo de hacer un paralelo con TVN (que alguien, por favor, le explique que ése es un canal de entretención, con una maquinaria millonaria, que se rige por el rating, que paga sueldos estratosféricos a algunos de sus funcionarios y que sólo comparte con LND, que es un semanario dedicado a la información, el hecho de ser del mismo dueño).
En un principio, creí que Del Río representaba a la mayoría de los periodistas. Y me preocupé. Sé que muchos estudiantes de Periodismo siguen este blog y –perdonen mi alma de abuelita sobreprotectora- me dio lata que pudieran llevarse una idea equivocada de quienes trabajamos en medios. Que pudieran creer que quines damos vida a LT, Elmer, LUN o algún canal o radio, de verdad pensamos que los únicos que hacen mal la pega son los de LND.
Pero afortunadamente, y gracias a los otros visitantes a este blog, me di cuenta que Matías es casi la excepción. Que no todos hacen análisis tan básicos como él; que no todos creen que por un lado está LND y por otro “la prensa bien hecha” y que, finalmente, no todos creen que está en lo correcto. Y eso, a esta altura del debate, colegas, es un alivio.
Ivana

12:21 PM  
Anonymous Anonymous said...

Otro punto: Del Rio muestra a Patricia Matte casi como una santa cuyo unico interes en la vida es ayudar a mejorar la educacion. El punto es que la misma Matte ha jugado un rol politico en este tema, por mucho que a ella le guste decir que esa parte de la pega la hace a reganadietes. Da conferencias de prensa con dirigentes politicos, pertenece a un centro de estudio con abiertos intereses politicos y ella, a su vez, comparte esos intereses politicos. El hecho de que haga una buena - o excelente- pega con sus colegios no la protege del debate politico en el que ella misma participa por voluntad propia. Si no le gusta como le dan sus adversarios, que se quede en su colegio, cierre la boca, y le pida a sus amigos de la udi que la defiendan.

12:32 PM  
Blogger matiasdelrio said...

Las ofensas parten en el momento que escasean las ideas.
Muchachos, guarden odio y amargura para cuando enfrenten a sus enemigos. Les hará falta.

Marisol, gracias por disentir con altura.

12:52 PM  
Blogger Uno Poniente said...

No deja de ser curioso: en este blog se critica duramente a El Mercurio, La Tercera y lun -a veces con muy buenas razones- y parece lo más normal. Pero alguien osa criticar a la Nación (que ha jugado en los últimos años un papel abiertamente partisano, ¿o ya nadie recuerda el caso Spiniak o las burdas coberturas a las dos últimas elecciones presidenciales?), y todo el mundo se espanta. Si leí bien a Del Río, él no dice que El Mercurio o LT sean fantásticos, simplemente dice que la Nación es mala y da sus razones. Pero el ataque a la nación es leído, ipso facto, como una defensa de los grandes diarios. Nada que ver.
Y tampoco dice que P. Matte sea una santa, simplemente dice que hace un trabajo "de calidad", cuestión que hasta Alejandro Navarro (no lo vayan a acusar de fascista por favor) ha reconocido.
Salud

12:56 PM  
Blogger Unknown said...

Perdón, pero me perdí. Matías, ¿qué quieres decir con “las ofensas parten en el momento que escasean las ideas”? Hasta donde he leído, nadie te ha ofendido. Sólo se ha dicho que tu comentario está mal planteado; que no representas a muchos colegas; que las ideas escritas son obvias y predecibles; que trabajas para Ricardo Claro (algo que no considero un pecado en sí mismo); que hiciste una división entre prensa buena y prensa mala dejando en este último lado sólo a un diario, y que eso da cuenta de que tus análisis no son muy correctos.
Más encima luego, como insistes en eso de que a los privados hay que perdonarles los errores que no se le perdonan al Estado, alguien te vuelve a explicar por qué eso no corresponde. De hecho, Marisol, de quien dices que “disiente con altura” (verdad, como en todo el resto de los casos), fue la primera en decirte que habías usado caricaturas en tu comentario, un recurso súper, pero súper básico en esto de los debates, precisamente porque se parecen mucho a las ofensas.
Creo, Matías, que simplemente te equivocaste. Y que decir eso no te convierte a ti en una víctima del resto; no me transforma a mi en amargada, ni hace al resto de los opinantes gente que debe guardar odio para cuando enfrente a sus enemigos.
ivana

1:30 PM  
Blogger Bruno Córdova said...

Al señor del Río, quien dijera que "como ciudadanos tenemos derecho a exigir calidad y seriedad a un diario estatal. En el caso de los dos grandes, privados, sólo podemos criticar o dejar de comprarlos si no nos gustan", quisiera remitirme al comentario que hiciera anteriormente.

Muchas veces las personas compran diarios que si no fuera por esa complicidad estúpida de medios-grandes avisadores, no comprarían.

Lamentablemente (suena terrible decirlo), muchos chilenos nos sentimos O-BLI-GA-DOS a informarnos seriamente a través de LT o EM, por cuanto nuestras aspiraciones informativas no están siendo satisfechas por el panorama actual de la prensa escrita.

Aun existiendo un mercado más que suficiente para justificar la presencia de medios alternativos al "monopolio ideológico", éste no surge por el veto de muchos avisadores a la ruptura de este malhayo statu quo.

Señor del Río, me gustaría que su instinto periodístico lo llevara a formularle esta pregunta al mismísimo señor Ricardo Claro.

Los parroquianos de El Medio Blog unidos deseamos la respuesta al gran misterio de la prensa escrita chilena y qué mejor que un señor Claro como primera fuente.

Sólo cuando sus responsables nos respondan por qué perpetúan el monopolio ideológico, podemos exigirle credenciales de imparcialidad al diario del gobierno (concertacionista).

2:01 PM  
Blogger Bruno Córdova said...

Angélica:

Permítame un alto en esta discusión. Quisiera ocupar este espacio para informar sobre un tema que me parece sumamente grave.

El periódico regional "Puente Alto al Día" publicó como primera plana en su edición de anteayer sendas fotografías de un delincuente desangrándose y del mismo criminal fallecido en el lugar de los hechos.

Esta situación me parece aún más grave que la polémica surgida un año atrás por la "filtración" de la mutilación del cadáver de Hans Pozo.

En el caso de Pozo, hubo una intención dolosa de difundir imágenes de uso confidencial. En cambio, lo ocurrido en PALD el pasado miércoles ha sido indudablemente un acto deliberado.

Me gustaría tener las direcciones electrónicas de la directiva de la ANP a fin de escribir una nota de protesta sobre esta situación.

La portada a la que me he referido la he publicado en mi propio blog, cuyo link dejo a continuación.
http://inmundabeach.blogspot.com/2007/04/un-cadver-en-portada.html

Muchas gracias.

2:28 PM  
Blogger Miguel Paz said...

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2:44 PM  
Blogger Miguel Paz said...

Apreté mal, ergo el comentario fue suprimido involuntariamente -digo- para los suspicaces.
Mmmm. No soy el más indicado para salir en defensa de Matías pero mientras él espera fumando una respuesta prometida por este servidor (fume no más, que ya viene), una aclaración: el periodista dejó "Capital" hace un rato. Por lo tanto las peticiones de blancura deberían ser en pasado.
Del Río dijo que se iba de sabático pero lo cierto es que cuando lo contrataron como conductor de "El Termómetro", dejó sus funciones de reportero en la revista de Ricardo Claro. Y aunque siguió ligado al pasquín (dicho con cariño) realizando la sección "Tolerancia mil", hace unos cuatro o cinco números que ya no labora en "Capital". Hoy el hombre sólo está en "El Termómetro", en la radio (Duna en punto, junto a Cony Stipicic) y se apresta a reemplazar a Paulsen en "Última mirada".

Offtopic:
1.-Paulsen dice hoy en "El Periodista", sobre su comentado viaje de estudios a USA: "Me importa una raja que me digan arrogante"
2.-No quiero embolinar la perdiz, pero hay tal vez una discusión pendiente más importante acerca del actuar de los medios que echo de menos. Hablo del caso del show de Eva Gómez y su prueba de ADN con testimonio de abuso sexual. En vivo. ¡Dando a conocer la identidad de un niño de 9 años! UFFFFFFF.

2:51 PM  
Blogger Rodrigo said...

En Old England Toffee creo que hay un reality que es exclusivamente sobre eso. "Who's your daddy" creo que se llama. (no, lo último es talla, lo primero sí es verdad).

La Nación la veo hoy casi como un criollo Checks & Balances de la prensa chilena. Pero se dice que El Merculo puede hacer lo que quiera porque es privado, la lata (y me podrán corregir) es que tengo entendido que un altísimo porcentaje del avisaje estatal va a parar al bolsillo de Edwards. Así creo que ya podemos empezar a exigirle que modere su propaganda derechista. no?

3:09 PM  
Blogger Unknown said...

Ni lo uno ni lo otro.

A) La argumentación de del Río
NO es contundente y quienes predicamos la tolerancia no podemos ser intolerantes con un medio como La Nación (ni tampoco con EM, LT o The Clinic).

B)Creo que Del Río se equivocó de portada. La de Patricia Matte es opinable, pero la de hoy es sencillamente falsa. Repito aquí el título: "PRESIDENTA RESPALDA AGENDA PRO PYME QUE LA DERECHA RECHAZÓ".
Según los "díscolos" que votaron en contra: Ominami,Zaldívar, Avila, Navarro (este en Venezuela), e incluso los mismos concertacionistas que al final se ordenaron para respaldar el proyecto, el proyecto sólo beneficiaba a los grandes empresarios. Nada de las Pymes.
La Presidenta respaldó al ministro y dijo que el proyecto debía seguir adelante para impulsar el crecimiento, pero ni siquiera ella dijo que la ley beneficiaba a las Pymes.

Una cosa es tener una línea editorial y otra, muy distinta, falsear los hechos con fines políticos. Los periodistas de La Nación -en especial los de LND- hacen un buen trabajo, pero evidentemente quien titula está trabajando para La Moneda.

3:30 PM  
Blogger Angélica Bulnes S. said...

Algunos comentarios pero voy en varias tandas porque me quedó muy largo (en todo caso Ivana, por favor siéntete libre de escribir cuanto quieras): Ya que le dan tanto a ese asunto, es bueno saber que si bien Matías del Río trabajó varios años en Capital, es poco el tiempo que alcanzó a estar con Ricardo Claro, quien compró la revista a mediados de 2005. Del Río, por su parte la dejó como por ahí por mayo del año pasado para irse a CHV. E incluso aunque siguió de columnista en Paparazzi, una de las razones que influyó en el cierre de esa revista fue justamente una columna que publicó ahí sobre Marcial Maciel y los Legionarios, así es que al parecer no hay mucho consenso entre ambos personajes.

4:23 PM  
Blogger Angélica Bulnes S. said...

En otro frente, yo también creo que la Nación es a veces obsecuente con el gobierno y ya dije algo al respecto en este mismo blog en mayo del año pasado así es que no me voy a repetir mucho. Sigo creyendo que esa obsecuencia no le sirve de mucho al gobierno, que a mi juicio no se interesa mucho en ese diario. tanto así que La Nación lleva más de un año y medio sin director y a todo el mundo le da igual.
El año pasado el Instituto Libertad dio a conocer un estudio de las portadas de La Nación que demostraba que entre el 11 de octubre y el 11 de noviembre de 2005 los titulares favorables a Bachelet aumentaron en un 700 %. Aunque puede que la institución que hace el estudio no sea la más objetiva, es bien creíble. Más de uan vez he escuchado el comentario de que la cobertura que hizo La Nación de la campaña presidencial es un caso de estudio por lo sesgada (paso el dato por si algún alumno anda en busca tema de tesis). A veces pasa que en ese diario son más papistas que el Papa. ¿Se acuerdan que el año pasado no el publicaron a Felipe Bianchi una columna en que criticaba a Camilo Escalona por eso de que los empresarios eran unos chupasangres? No creo que a alguien tan fogueado como Escalona se le hubiera movido un pelo con la crítica, pero en La Nación no quisieron publicarla y hasta ahí llegaron las relaciones con Bianchi. O miren la portada de hoy: “Presidenta respalda agenda pro pyme que la derecha rechazó”. Está bien que las noticias tengan distintos ángulos, pero en este acso, se les pasó la mano. Los que andaban haciendo lobby como locos para que se aprobara el proyecto no eran exactamente las pymes sino que los grandes empresarios y no creo que fuera porque de repente les vino la preocupación por los más chicos.
Sigo...

4:29 PM  
Blogger Angélica Bulnes S. said...

Pero pese a eso creo que también hay que distinguir entre La Nación y La Nación Domingo. En la edición dominical da una pelea mucho más fuerte por mantener su independencia. No siempre la ganan pero la dan y se nota. Muchas veces yo no comparto su tono y los énfasis, y de hecho, también me pareció que la portada de la Patricia Matte era mala leche. Que te conviertan en “la guardiana del lucro” por estar en contra de lo que propone el proyecto sobre la educación creo que es un exceso. Aclaro, que me refiero a la portada y no el artículo. Pero tal como dice Matías por otra parte, LND es de los pocos medios que toca temas que el resto deja botados. Su independencia del financiamiento vía avisaje les permite meterse donde otros no llegan: empresas, empresarios y también temas relacionados con los medios, que entiendo que son de interés de los lectores de este blog. En LND uno se encuentra con una pauta distinta y eso vale. Un ejemplo: hace dos domingos, publicó un reportaje llamado “Los pecados de Sonda”, el 8 de abril, bien impresionante. Pero ¿saben lo que pasó? Nada. Yo pensé que el tema iba a rebotar pero no. Y ese creo que es hoy el principal problema que tiene LND, que no logra marcar pauta ni agenda aún cuando muchas veces si tiene temas para hacerlo. Puede que los grandes conspiren contra ella y todo eso, pero creo que también eso pasa porque su obsecuencia con el gobierno no pasa colada y le resta mucha credibilidad. La suma de las dos cosas hace que finalmente, pese a los esfuerzos que hacen algunos (no sé si son muchos o pocos, pero en general los que menciona la Marisol) LND sea un producto bien invisible.

4:32 PM  
Blogger TantoGusto said...

Hace unos seis años atrás los profesores de las escuelas Matte le hicieron una huelga a la sociedad de instrucción primara (AKA Paty Matte). Ella, muy sobria, con sus cadenitas y su regio suéter abrigador tranquilizó a la comunidad a través de una entrevista en La segunda (dónde más)asegurando que los huelguistas no eran más que un grupo de comunistas chuscos.
Paty Matte y su mapa de extrema pobreza circa 1978, con erradicaciones de por medio y niños pobres obedientes haciendo catecismo en quinto y confirmación en séptimo me tienen CHATO. Ella te educa al pobre bueno católico, al hogar bien constituido, te educa al observante, al sobrio, al chiquilín con la mami de pastoral. Es el ala ideológica de la Gota de Leche, y todo bien mientras esté ahí, pero que no se venga a dictar cátedra de lo que se debe hacer, si sus escuelas ni siquiera ven con buenos ojos al pupilo canuto que te recita el evangelio porque lo encuentran raro. No creo que la Paty se nos merezca la portada de La Nación en mala, pero tampoco creo que la señora sea la ultraexperta que el señor del Río asegura que es. Tampoco entiendo muy bien la hiperventilación rabiosa del señor del Río contra La Nación.
Yo creo que lo que se viene es el Consejo de Televisión contra MTV y contra el Eva Style, Eva rocks, Eva rules y sus exámenes rompe rating. Eva nos ha demostrado que el examen de adn estaba ahí latente para hacer un barrido retrospectivo de la identidad huacha del chileno pobre. Que todo crío sepa en vivo y en directo de quien es hijo. Hay tanto embrión de mitosis incógnita meciéndose en los úteros patrios que seguro sería un éxito. (acabo de leer un libro de la Amelie Nothom sobre realitys y tengo tanto susto que vaya a caer en manos de la Andaluza del 11)
Sin duda Chilevisión te enciende.

PS
Paulsen querido, tu no eres arrogante, arrogante es el pelucón con freezing, el mórbido barbudo cincunciso o el neointeligente de las isapres. Tú eres simplemente un vanidoso sin ninguna creatividad para elegir camisa.

Reportando en directo desde Virgina Tech

TG (ojo yo no conocía al chino del fusil)

4:35 PM  
Blogger Miguel Paz said...

Amig@s, les invito cordialmente a leer la entrevista de Patricia Matte en La Segunda. Está recién salida del horno y habla del affaire "guardiana".

4:38 PM  
Blogger Cabrera said...

Un paréntesis a partir de los últimos dichos de Tantogusto. Una precaución básica, el hmobre del fusil no era chino, sino sudcoreano. En serio, es fregado eso de las nacionalidades, no por nada suena ofensivo cuando nos dicen sudaca en Europa. Eso nada más.

10:39 PM  
Blogger Cabrera said...

Una observación digamos epistemológica: la "entrevista" a la Sra. Matte en La Segunda más parece una hagiografía. Felicitaciones a Lilian Olivares (autora del texto)por sacar del olvido un generillo que tantos laureles recibió, por ejemplo, en la España franquista.
En cuanto a La Nación y LND, la mayor parte de los comentarios negativos que ha sido expuestos en este blog son acertados, a mi parecer, pero ya que salió a la palestra, digamos unas cuantas palabras de La Segunda. Es reconocida la influencia del mundo empresarial en este diario, si no, pregunten a Juan Carlos Eicholz cuya "pluma" difícilmente podría encontrar tanta cabida en otro medio (vale, también escribe en Elmer, pero es lo mismo. No es raro, entonces, que el vespertino por antonomasia (probablemente éste es su único mérito, además de los especiales de puzzles)publique una entrevista como la descrita; para sus financistas, es el mejor medio de presentar un desagravio.

11:01 PM  
Blogger Unknown said...

This comment has been removed by the author.

3:50 PM  
Blogger Unknown said...

Estimada Angélica,

He leído con atención tu post en fascículos. Este debate comenzó con un lapidario y sordo análisis del periodista Del Río sobre La Nación. Ahora descifro en tus palabras un cierto matiz. Interesante ejemplo de como funciona el dialogo y lo útil que es saber escuchar y leer lo que otros dicen y piensan. Algo que el periodista Del Río se ha negado a hacer durante todo este espacio.

Vayan mis felicitaciones,

P.

4:00 PM  
Blogger no@no.cl said...

Para un ingeniero que se aburrió de "consumir" prensa por encontrar que el problema es más que los medios, es interesante ver discutir a un "gremio" de sus propias y graves imperfecciones, propias de una forma de hacer humanismo relativamente jóven. ¿Pasará lo mismo en el resto del mundo?, ¿qué pasa en oriente? (Al-jazzera).
Una duda Ingenieril. Del Río ¿cual es su nexo, parentesco o relación, con la "guardiana"?, no me "cuadra" mucho su defensa. Porque LND puede ser mala leche, pero no miente. En todo caso se agradece, la mala leche digo, porque la otra cara a veces, es peor.

p.d. no me crucifiquen, no sé.

5:30 AM  
Blogger maureen said...

Totalmente de acuerdo con la columna de Matías del Río. Más aún, hace un par de años, la Nación arremetió con un periodismo más de denuncia,metiéndose en la pata de los caballos y pisándolos; pero qué pasó: comenzó una seguidilla de rotación de editores, por conflictos de intereses con la línea editorial del Estado. Y como soy profesora de periodismo, siempre les digo a mis alumnos el tema de la agenda y acá hay un ejemplo de cómo se intenta cambiar una por otra.

6:22 PM  
Blogger matiasdelrio said...

Estimados blogeros todos. Agradezco que el debate se haya encendido con un tema como el de La Nación, que hace tiempo que me inquieta y creo debiera agitarnos a todos los periodistas.
De una pasada aclaro que ni soy pariente de Patricia Matte (sólo la he entrevistado 2 o 3 veces) ni le debo un especial cuidado a Piñera, que es circunstancialmente el dueño del canal en que trabajo. Varios serán testigos que cuando entrevisto a Piñera mi trato es el mismo que con cualquiera, y a veces se ha molestado por preguntas duras, aunque le reconozco un respeto absoluto a mi independencia. Respecto de Ricardo Claro, Angélica Bulnes ya lo aclaró todo, no tengo ni he tenido vínculo alguno con él, más que un par de meses de trabajo en su revista cuando la compró.
En fin, todo eso es menudeo y auto referencia que no importa a nadie. No llevemos esta discusión para el lado equivocado. No busquen una caída mía, eso qué importa, exijamos a La Nación ser un referente de calidad, imparcialidad y mirada con altura, lo que conducirá necesariamente a los otros diarios a subir sus estándares de calidad. No se molesten muchachos, pero ese es el mercado y los medios están insertos en él. Eso es todo.
Por último, quiero reflexionar acerca de la preocupante ideologización que observé en los posteos (considerando que en su mayoría deben ser periodistas). Veo más inclinación a la trinchera que a la búsqueda de los elementos objetivos del análisis, y ese, a mi juicio, no es un buen aliado para desarrollar nuestra profesión.
Salu2 y hasta la próxima.

9:36 PM  
Blogger jlarrain said...

Bien Coco. La Nacion es una verguenza para el pais, el gobierno y para todos los que creimos que al botar a Pinochet construiriamos una democracia que respetara ... la democracia y el estado de derecho. En la practica nuestros nuevos reyes han consolidado un botin de reparto e instituciones que les permiten mantener el botin.

Desde el Gobierno, hace poco se monitoreaba el avance de los procesos judiciales que afectaban a los parientes del Presidente y el poder legislativo no existe como poder independiente.Esperabas que hubiera respeto por un medio de comunicacion de funcionarios leales ?

El tratamiento de Novoa en el caso Spiniak, la manera como trataban las noticias de Piñera en la campaña, la no publicacion de la columna de Felipe Bianchi son algunos de los casos que consolidan a La Nacion como un instrumento del grupete que se apodero de un porcentaje de lo que producimos los Chilenos para darse trabajos seguros entre amigos.

Respecto de algunos comentarios de tu blog corresponden a lo que Carlos Rangel llamo "tercermundismo" . El tercermundismo es un concepto desarrollado por Carlos Rangel y que plantea básicamente que la culpa de todos nuestros problemas es de otros. Siempre ha habido variaciones de esta “ideología”. Al iniciarse nuestros países los criollos atribuyeron a la España Colonial todos nuestros males. Luego fue el capital y la explotación de los capitalistas. Con los años hubo una variación que atribuyó a los países industriales y las transnacionales un diseño maligno que nos obligaba a venderles materias primas a bajos precios robándose ellos todas las riquezas del tercer mundo. Hoy es la globalización y mañana será el clima.

No hay prensa de izquierda por lo que debemos mantener a La Nacion como bastion.

Exportar las responsabilidades ha sido la especialidad de la clase dirigente latinoamericana. Lo mismo pasa con la prensa.

Prácticamente ninguna agrupación se atreve a defender la responsabilidad individual, el acatamiento de la ley, los derechos de propiedad y el mercado. De acuerdo con la mentalidad latinoamericana, esas son causas antiguas, reaccionarias, propias de los viejos regímenes liberales que desaparecieron con los tiempos revolucionarios.
Todas las teorías del desarrollo coinciden en el mismo punto: más Estado, menos mercado, más dirigismo. No entienden las razones por las que se crea o se destruye la riqueza, por lo que no es raro que se adopten políticas contra la creación de riqueza y la región viva en medio de la pobreza e inestabilidad política.
La mayoría de los latinoamericanos creen que la función principal del Gobierno es repartir las riquezas para lograr unas sociedades más justas y equitativas. En terminos de la prensa, el Estado debe dar al pueblo engañado por el mercurio y la tercera, una alternativa diferente.

La dictadura fue una excepción dentro de una trayectoria de tercermundismo. Creen que somos sociedades pobres que vivimos en países ricos, en los que algunos se roban o acaparan la riqueza. Casi nadie predica la necesidad de trabajar responsablemente para crear riqueza en beneficio propio y de la colectividad.
No se entiende que la prosperidad creciente es la consecuencia del trabajo realizado en empresas que aumentan gradualmente su producción y su productividad, lo que quiere decir que deben generar beneficios, investigar y realizar inversiones constantes. Tiene mayoria en el pais pero no son capaces de crear un diario decente. Solo el Clinic es una muestra de que tienen el publico y un buen producto se vende.

A nivel pais piensan que el desarrollo es la consecuencia de la elección de ciertos "modelos" económicos, o que depende de subsidios estatales o de la manipulación de las tasas de cambio o los tipos de interés
Estas creencias, no ven la evidencia de que las inversiones extranjeras y las transferencias de tecnología son parte del éxito de las naciones que han conseguido desarrollarse en las últimas décadas. Nosotros no, somos diferentes. La evidencia de la prosperidad de los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia no es suficiente. Queremos inventar una nueva forma de ser más ricos. No importa que los países asiáticos, Irlanda y toda experiencia exitosa en el mundo diga lo contrario. Nosotros, a través del Estado, de un nuevo hombre nuevo vamos a repartir la riqueza. Pobres pobres, deberan seguir leyen La Nacion y esperar sentados que alguien los saque de la pobreza.

10:23 AM  
Blogger Libre.Pensador said...

ESTOY PREOCUPADO

COmo librepensador que soy, estoy muy preocupado porque veo que los comentarios de don Julito Osses (a quién no conozco) sobre Rafita Gumucio (nuestro próximo Lafourcade, pero en versión LUN) han sido borrados de El Medio Blog en el post sobre el fin de la columna del primo de Marco. DonOsses decía, en pocas y torpes palabras, que Gumucio escribe con los codos y que su fama está más inflada que un globo de cumpleaños. No entiendo por qué borraron sus opiniones de un paraguazo. Me preocupa, en serio, saber el motivo de ese filtro ¿Será que llegó la censura a este espacio de librespensadores?

11:25 AM  
Blogger elpancho said...

Sólo hay una cosa que exigirle a La Nación: que cierre. Nada justifica que el Estado gaste plata en un diario y no en los más pobres si la tarea de tener medios la pueden realizar perfectamente bien los privados.

Lo mismo se aplica para TVN.

12:43 PM  
Blogger Rodrigo said...

Esa sí que es una medida democrática. El cierre de La Nación. Super bien, así vamos a llegar re lejos. Lo mismo se aplica a TVN.

4:18 PM  
Blogger Angélica Bulnes S. said...

Ufff, por última vez se los explico a ver si entienden de una vez. Cuando alguien se arrepiente de lo que escribe o por alguna razón quiere borrar un comentario que dejó en este blog, puede hacerlo por su propia cuenta y el blog avisa "comentario suprimido. El autor ha eliminado esta entrada".
Si yo, la dueña del blog decido por el motivo que seaborrar algún comentario aparece: "comentario suprimido. El administrador del blog ha suprimido esta entrada". ¿entienden la diferencia?

5:28 PM  
Blogger José Rivera said...

LND es un medio poco riguroso y, aunque algunos celebren su "novedad", lo cierto es que a menudo ésta no es más que una ilusión. Es lo que ocurre con el artículo sobre Sonda, al que algunos han calificado de maravilla investigativa en este blog. La verdad es que el tema de Roberto Sone con Sonda es más viejo que el hilo negro y salió profusamente a fines del año pasado en la tan odiosa, criticada e inútil "prensa duopólica" que tanto les gusta reprochar a algunos. Lo que LND presentó es un refrito con una dosis de reporteo, algo muy lejano al periodismo de calidad que le atribuyen algunos posts en este mismo blog. Igual cosa sucedió con un tema sobre la energía nuclear en Chile que publicó LND en 2006, alabado por ciertas voces como un gran aporte cuando no era más que un refrito de informaciones y columnas ya aparecidas en otros medios. Digo yo, lo mínimo para criticar la prensa es leer diarios, ¿no?

6:43 PM  
Blogger Bernardita Álvarez C. said...

Hola:
soy estudiante de periodismo de la UC y estoy buscando opiniones frente a la calidad de la tv abierta chilena.
¿ustedes, profesionales de las comunicaciones y con los que algunos he tenido el honor de asistir a sus clases (estudié dos años en la UAHU también) quiero saber como consideran la calidad de nuestra tv.
Sus respuestas serán referentes en mi trabajo, para el ramo de Medios TV con el profesor Sergio Godoy, en el que además de mi investigación, debo dar opiniones de los actores del mismo medio.

Si es posible que me responda cualquiera que se sienta con una opinión al respecto, se lo agradecería mucho.
Atte.

8:22 PM  
Blogger Andrés Moya said...

Tampoco estoy de acuerdo con este post... he leído la Nación, la Tercera, la Cuarta, LUN. He leído artículos super belicosos en el Mercurio, en la Segunda. He leído mentiras en la estrella del Valpo, etc. Y la verdad este diario tal vez no sea el mejor, pero tampoco lo creo peor que otros, ni mucho menos...

12:10 AM  
Blogger Palet A. said...

En lo grueso, concuerdo con lo planteado por del Río. Ya desde hace un tiempo que creo que de todas las empresas públicas, la que menos justificación tiene para ser del Estado es La Nación. Y no tanto por lo que algunos han querido interpretar aquí de que uno le achaque a él, los males que afectan a muchos, sino simplemente porque no es función del Estado el hacer periodismo –a eso se le llama propaganda ¿no?–.
Y con ello no quiero decir, ni creo que haya sido la intención de Del Río, que La Nación sobre –creo que si en algo debiéramos estar de acuerdo es que nunca ni el más miserable de los pasquines sobra en una sociedad democrática– sino hacer con él lo que todo gobierno de transición debiera hacer: desprenderse de él para que contribuya al desarrollo de una prensa libre y pluralista.
Una de las más pesadas herencias de Franco en España al dejar el poder fue una interminable lista de medios informativos –radio y prensa escrita– de propiedad estatal y distribución nacional, regional y local y que servían a nadie más que a las cuitas de las distintas "familias" del franquismo –medios que por lo demás, al igual que La Nación, eran escasamente leídos más que en las oficinas públicas nostálgicas del régimen y constituían una carga para el erario público ya suficientemente castigado por la crisis de mediados de los 70–.
Y ¿qué es lo que hicieron sucesivamente las administraciones del centrista Suárez y el socialista González durante la transición española y que no hicieron –porque no quieren, no pueden o no saben hacerlo– los gobiernos de la Concertación? Privatizarlos absolutamente todos. Pero no de cualquier forma, sino en paralelo al desarrollo de una legislación que restringía la concentración de la propiedad de los medios, garantizaba el pluralismo.
Por ello, no es que La Nación sobre. Sino da lástima que no se aproveche para lo que falta.

12:22 AM  
Blogger no@no.cl said...

Sí @palet.a es propaganda. Eso es la mayoría de la prensa mundial hoy. Propaganda.
Sólido @jlarrain, me recordaste a Paulsen con su "Nos miramos al ombligo, pero visto desde La Nación"

2:40 PM  
Blogger Unknown said...

1973: "La papelera noooooo!!!!", gritaba destemplada la derecha ante las amenazas de los upelientos dispuestos a estatizar la estratégica empresa. El miedo era a que el gobierno marxista leninista no le diera a papel a la prensa de oposición, conculcando así la libertad de expresión.

2007: "Filetiemos La Nación", es el propósito de algunos con intereses bien claros: redondear el oligopolio de la prensa escrita, conculcando así la libertad de expresión, al dejar todo el mercado a sólo dos cadenas de periódicos.

El asunto no se trata -y no se ha dicho- sólo del diario, ese que sale todos los días. La presa es -a saber- el Holding, pues La Nación S.A. tiene, además del pasquín en cuestión, la imprenta y el Diario Oficial. En conjunto, son tres empresas, cada cual con su rol.

Mientras que el diario La Nación intenta -como puede, muchas veces de mala forma- oponerse en la agenda al vendaval editorial de EM y LT, creo que con más que sobrado derecho (sino esos dirían lo que quisieran), logra abrir temas valiosos: DD.HH., prácticas empresariales reñidas con la ética y la ley, medio ambiente, y otros temas de política internacional.

El Diario Oficial es clave para garantizar el conocimiento de la ley y las actuaciones jurídicas de sus ciudadanos (aunque lo bypassen las mineras, y El Mercurio insista en que las publicaciones que ahí se realizan se puedan hacer en cualquier diario de circulación, como por ejemplo... El Mercurio).

Y finalmente la imprenta, que asegura el acceso de cualquiera a los medios físicos para publicar (porque dónde creen, estimados carroñeros de La Nación, que se imprime, por ejemplo, The Clinic.

Ahora, visto en su conjunto, se entiende por qué el Estado tiene este holding: regula un monopolio (el de la prensa escrita, pues mientras EM y LT vigilan al Gobierno, LN vigila las empresas que avisan la competencia), cumple una función pública clave en el ordenamiento jurídico (garantiza el conocimiento y no tergiversación de la ley de los actos jurídicos de los ciudadanos) y permite el acceso al papel impreso a cualquiera (o se creen que El Mercurio o Copesa hubisese dejado imprimir el The Clinic).

Por último: el diario La Nación no deja plata, pero tampoco le cuesta un peso a ninguno de los contribuyentes que acá se expresaron (que con suerte pagan el IVA de sus cervezas), pues el holding es rentable gracias a las otras dos empresas.


En definitiva, mi opinión es:

"La Nación nooooo!!!!!"

5:39 PM  
Blogger Palet A. said...

Isamel, gracias por lo de carroñero y gracias por haber encontrado el verdadero propósito que se esconde en nuestros oscuros corazones. Tienes razón amamos el duopolio de la prensa escrita y amamos conculcar la libertad de expresión. Todas las semanas nos reunimos junto a unos pocos, nos ponemos guantes negros y movemos los hilos del futuro de la humanidad con el maléfico plan de ¡¡Conquistar el mundo!!
Nosotros somos los malos y ustedes los buenos. Es la historia de siempre: indios malos-malos y vaqueros buenos-buenos, inocentes trabajadores y abusadores empresarios, bondadosas muchachas que luchan por el verdadero amor y avariciosas villanas que luchan por quedarse con la herencia.
Se repite la idea en blanco y negro para que sea más comprensible. Todos, creo, creemos que es necesario avanzar en el desarrollo de una prensa democrática y aumentar el pluralismo de la prensa escrita. Pero algunos creemos que La Nación no cumple con niguno de dichos objetivos, entre otras razones por su escaso nivel de audiencia. Algunos creemos que no es función del Estado oponerse a la línea editorial duopólica de EM y LT, sino asegurar las condiciones en el país para la libre circulación de ideas, por ejemplo con normas que regulen la concentración de medios y transparenten el mercado del avisaje. Algunos creemos que la Concertación ha utilizado La Nación a su antojo, pero no ha hecho nada para que efectivamente se desarrolle el pluralismo de la prensa escrita que tanto critica.

1:38 PM  
Blogger tabano said...

Me da risa la comparación, a la pasada, que hace Matías entre La Nación y TVN para demostrar que este último es un mejor medio de comunicación: "TVN no se cansa de liderar las audiencias televisivas..." ¡Como si liderar las audiencias televisivas fuera un índice de calidad periodísitica o de mérito! Desde los años pinochetistas que TVN no estaba tan mal. Ver las noticias de canal 7 solamente desinforma o sirve para enterarse de los anticipos de "la nueva serie de TVN". La de turno, se entiende.

TVN y La Nación fracasan, pero por razones diferentes.
Al menos La Nación intenta dar espacios a la cultura y a la diversidad de opiniones. TVN es un carnaval vergonzoso. Yo prefiero que se gasten mis impuestos en un diario que muere en el intento a que se derrochen en un canal que fabrica basura sensacionalista: reality shows milicos, concursos bailables de famosos (que por cierto ganan los actores de sus propias teleseries), publinoticias, matinales para retrasados mentales, etc.

1:24 AM  
Blogger Palet A. said...

Tabano: ¿te escandaliza que alguien pueda decir que la audiencia es un índice de calidad periodística? Muy propio del cartuchismo ideológico que abunda en nuestra crispada sociedad. Pues yo creo que sí es un índice de calidad periodística. Tal vez no es EL índice (¿cuál lo es?), tal vez esté lejos de ser el mejor índice. Pero lo es. ¿Alguien conoce algún medio de referencia que tenga una mala audiencia o bajos índices de lectura? Tic, tac, tic, tac, tic, tac...

10:33 AM  
Blogger Max Herrera said...

La Nación es un pasquín tendencioso. No vale la pena comentar más sobre ella.

1:04 PM  
Blogger tabano said...

La audiencia no es ni será jamás un índice de calidad periodística, porque es un índice cuantitativo que está relacionado con muchas variables, la mayoría de las cuales no son cualitativas.
Palet a.:
Sabes perfectamente que un mal noticiero (o noticiario) de TV puede ser más visto que otro porque hereda, por inercia, los televidentes de una teleserie o de una sitcom o de un partido de fútbol. Eso lo sabe cualquiera. Y me da lástima que te resignes a la postura de "ya que no hay nada mejor, aceptemos lo que hay". Eso se llama mediocridad, flojera mental, capitulación.
Así como me da pena de que se defienda a La Nación con el argumento de que no hay nada mejor. A mí no me gusta La Nación, pero me parece que es mejor que siga existiendo a que no exista, porque al menos queda la probabilidad de que se pueda mejorar algún día mediante un proyecto de reforma. Por lo demás, coincido en que LND hace aportes al debate, para usar el cliché.

No creo, como sí pareces creer tú, Matías y otras personas, de una manera que estoy tentado de llamar ideológica (pero no lo hago, porque respeto la palabra), que el Estado no deba tener medios de comunicación propios. ¿Por qué? ¿Porque es un mal administrador? Bancoestado y Fonosa son contraejemplos. ¿Porque indefectiblemente instrumentaliza los medios de comunicación de que dispone? La BBC es un contraejemplo.
¿Porque lo dice Tironi? Un listillo que inventó eso de que la mejor política de comunicaciones es no tenerla, y que con ese argumento se benefició a sí mismo y a su consultora llevándose las comunicaciones del Gobierno para la casa, al área privada, a su negocio. Outsourcing, creo que le dicen.
Profesionales de algunas consultoras, bien lo sabes, ocupan hoy estratégicas posiciones en la administración pública y en ciertas universidades privadas que también están formando cuadros (no de una manera conspirativa, obviamente, no se me malinterprete) para ocupar o reocupar cargos importantes en la administración actual o en futuras administraciones. ¿Te suenan Vidal, Viera-Gallo, Solari, Pedro Pablo Díaz, el propio Tironi?

Respecto a la terrible acusación de cartuchismo ideológico de la que he sido objeto, no demuestra sino que aprendiste muy bien la lección de décadas de condicionamiento que nos enseñó que las ideologías son malas, muy malas, niñitos, no toquen eso.
Pero, ¿sabes?, yo no les hice caso, y no le tengo miedo a la palabra ideología en todas sus acepciones, empezando por las clásicas de Marx y Mannheim, que son muy distintas a las que manejan hoy personas como tú, utilizándolas como armas de ataque, adjetivos descalificadores, sambenitos facilones, del tipo "rojo", "facho" y otras linduras que hablan más de prejuicios y estereotipos que de nuestra capacidad para el debate.

10:37 AM  
Blogger jlarrain said...

Veo que el gran argumento para no cerrar La Nacion es defenderse de la conspiración del duopolio EM-LT.

La gran ventaja de ser de izquierda, solía decir Revel, es que la certeza sobre la bondad moral de las posiciones propias está al alcance de cualquier imbécil: basta y sobra con ser antiamericano siempre; pase lo que pase y ocurra lo que ocurra.

Podemos reemplazar el antiamericanismo por el lucro o por el duopolio maligno de los poderosos y el sentido queda intacto.

1:28 PM  
Blogger sicoanalista said...

Dos comentarios breves entre tanto periodista que no puede usar su poder de sintesis. Lamento que haya trabajadores de la prensa que pidan que se cierre un medio de comunicación. Segundo, para Palet.a, sí existe un medio de referencia y calidad con escasa audiencia: etiqueta negra.
Matías, con su posición y otros con sus argumentos, deben estar contentos que se haya cerrado El Termometro, con escasa audiencia. Así los chilenos solo vemos teleseries.

3:25 PM  
Blogger sicoanalista said...

Para Isabel Plá: yo leo La Nación, todos los días menos el sábado que no aparece. Tiene cosas buenas y otras no tanto, buenas entrevistas y preocupación por los temas ciudadanos. No soy funcioanrio, ni subsecretario, ni nada. Ella (Pla) habla, pero seguramente, nunca la ha leído. Este debate lo provocó un artículo de La Nación, por lo tanto su influencia no es tan debil. Pla, piensa, luego existe...

3:30 PM  
Blogger Agencia de Noticias San Lorenzo said...

Somos un grupo de ciudadanos bolivianos que preocupados por la situación de nuestras democracias, hemos encarado un proyecto desde hace un año, crear un foro de noticias y de articulos de opinión, que aporten - de alguna manera -, no perder de vista la realidad. En ese sentido, deseamos invitarla, a integrar el mismo. Atte. Editor General - prensademocratica@gmail.com

5:44 PM  
Blogger Unknown said...

Felicitaciones Matías. Muy de acuerdo contigo respecto al diario La Nación donde no existe ningun respeto por la inteligencia de los chilenos ya que piensan que con sus eternos titulares lametrastes del gobierno conseguirán tapar todos y cada uno de los condoros que se ha mandado la concertación y sus esbirros: Cada vez que hay un numerito de proporciones en el gobierno La Nación lo pretende tapar con notas y reportajes donde disparan al que se pone por delante y que no comulgue con sus ideales. Este último reportaje, respecto a Patricia Matte ya deslinda con lo amoral o poco ético que llegan a ser algunos periodistas, con tal de ganarse cinco chauchas y tener algo para parar la olla.

Jorge

1:24 PM  
Blogger Jedog said...

El periodismo "rasga vestiduras", el periodismo NUNCA es objetivo, porque al ser humano le son inherentes los grupos de cualquier indole, y los periodistas, aunque algunos se consideren supra-humanos, solo son un gupo profesional con tantas inclinaciones como movimientos o tendencias hay. Asi las cosas, no hay medio de prensa objetivo, uno podra estar con uno u otro, hay quienes leen La Nacion, El Mercurio, SQP, y no se cuantos pasquines mas, de ultra izquierda, ultraderecha, ´seudohumoristicos, etc. La oferta es y DEBE ser cualquiera, La Nacion...yo no la leo!!...ni regalada!, pero debe existir por cierto, y es UN ORGANO OFICIALISTA!..que tanto! si no te gusta , no lo lees y ya.
Otra cosa es que la legislación no fije adecuadamente los límites de respeto que merece todo ser humano. Y eso...es pega de los "honorables"....

6:13 PM  

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