El medio blog

Un medio dedicado a los medios.

Tuesday, May 23, 2006

Dolor de cabeza

Basado en un estudio de las portadas de La Nación, realizado por el Instituto Libertad, el diputado Nicolás Monckeberg denunció la utilización política del diario. De acuerdo a La Segunda, el diputado dijo “que los titulares a favor de la abanderada oficialista aumentaron en un 700 % entre el 11 de octubre y el 11 de noviembre, convirtiéndose el diario en un canal de publicidad a favor de la representante de la Concertación”. Ante eso, pidió al Estado que venda sus acciones.
Monckeberg tiene razón en que de una vez el gobierno debería buscar una salida para ese medio: vender su participación en la empresa o convertirla en algo parecido a TVN. Pero la razón principal es que por más o menos propaganda que haga La Nación, al gobierno eso le resulta inútil. Un diario que vende seis mil ejemplares los domingos y tres mil en la semana y que no tiene gran credibilidad –menos todavía después de estas denuncias- tiene un grado de influencia muy menor. Y por el contrario, cuando marca pauta en términos periodísticos o al menos hace ruido, sólo le trae problemas a las autoridades de turno. En mayo de 1993, cuando su portada titulaba con "Reabren caso cheques del hijo de Pinochet", Augusto papá movilizó a sus tropas vestidas con uniforme de combate, en el famoso“boinazo”. En el año 2002 el periodista Víctor Gutiérrez informó de la rearticulación del comando conjunto (“Colmillo Blanco”) y aunque todo terminó con la renuncia del comandante en jefe de la FACH, Patricio Ríos, produjo una fuerte tensión entre la Fuerza Aérea y el gobierno, el que traspiró helado porque era su diario el que hacía las denuncias. Cuando La Nación Domingo publicó una portada sobre el juicio por violencia intrafamiliar que hubo en contra de Nicolás Ibáñez se dijo que se trataba de una operación política y para qué hablar del dolor de cabeza que le supuso al ex presidente Lagos y sus ministros la cobertura que hizo el diario del caso Spiniak, lo que trajo como consecuencia que se le pidiera la renuncia al director Alberto Luengo.
Por eso la existencia de La Nación tal y como hoy está es para el gobierno es un problema. Pero cualquier intento de darle solución no sería políticamente correcto: se entendería como un atentado contra el pluralismo de los medios tocar a uno de los pocos que no tienen una línea editorial proclive a la derecha, sobre todo en estos días en que el Siete está en graves problemas. Mientras tanto, La Nación sigue en la indefinición misma, los periodistas no logran trabajar en paz y nadie se quiere hacer cargo del problema. El mejor ejemplo de eso, es que el diario lleva más de seis meses a cargo del "subdirector responsable", lo que hace pensar que desde que se fue su último director nadie se ha tomado la molestia de nombrar a uno nuevo o confirmar al subrogante.

7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

A ver, ¿pero el Siete murió o no?
ale.

11:55 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿Es La Nación un mal necesario? Imagino que en el Gobierno se hacen la misma pregunta. Y quizás sólo baste un poco de imaginación y atrevimiento para darse cuenta que antes que con un diario nacional, la gestión de una prensa alternativa a los grandes medios puede estar en el terreno regional, local, con medios de prensa y online más pequeños y descentralizados. Excelente blog
Carlos Valencia

10:04 AM  
Blogger Alfredo Sepúlveda said...

OK, estoy de acuerdo, pero es difícil contestar la gran pregunta detrás de la existencia de La Nación: ¿algún otro medio, del ámbito comercial-empresarial, habría sido capaz de cubrir Colmillo Blanco o Pinocheques o Ibáñez? Hasta el momento el problema es que, es cierto, mientras mejor periodismo haga, más problemas para el gobierno. Pero eso es lo normal. DEBE ser así. El punto es que el gobierno nunca opta por el periodismo y, finalmente, no hemos visto más colmillos blancos y sí más Bachelets justamente porque una comprensión errada de "pluralismo". El problema es que no sé quién esté dispuesto a financiar periodismo con bolas. La mayoría de las veces está reñido con los intereses de los propietarios de medios.

1:26 PM  
Blogger Sergio Coddou said...

todo bien, de acuerdo con la idea central del posteo y con la observación de sepúlveda... pero ese Nicolás Monckeberg de RN es insoportable, no entiendo cómo alguien en su sano juicio y con 4o básico rendido pudo votar por él...

3:06 PM  
Anonymous Anonymous said...

¡Qué mal Coddou! Usa exactamente el mismo desubicado argumento (pero al revés) de los momios cuicos que denostan a Girardi o Navarro y a quienes votaron por ellos. ¿No sería mejor respetar el voto de la gente, incluso el de los "ignorantes"? ¿O tendremos que pedir título universitario y cartel de "intelectual" para permitir el derecho a voto? Coddou, eres el momio más fascista de todos.

6:32 PM  
Blogger Sergio Coddou said...

estimado anónimo:
1) respeto el voto de quienes votan por Monckeberg, pero no lo ENTIENDO, no sé cómo alguien en su sano juicio puede votar por un personaje tan limitado. No critico a la persona que votó, critico el acto mismo de dejarse engatusar por políticos poco preparados y populistas
2) no soy ni momio, ni fascista, ni nada por el estilo. no soy ni intelectual, ni académico (con o sin comillas)
podría dar más argumentos para refutar la que quiero creer es una apreciación errada de mis palabras, sin embargo, en el último tiempo he sido atacado verbalmente por seres anónimos como tú, y me da lata discutir con gente sin nombre ni cara ni nada... yo al menos, cuando critico a alguien (como ahora al diputado Monckeberg) lo hago de frente

7:58 PM  
Blogger Manuel Martínez said...

creo que La Nación tiene más credibilidad que el diputado Monkeberg...

11:46 PM  

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