Está bueno ya

El 26 de mayo TVN trasmitió la película La última tentación de Cristo e inmediatamente reaccionaron algunos honorables parlamentarios. Los diputados UDI Marcelo Forni, Felipe Ward y Gonzalo Uriarte corrieron al CNTV a pedir sanciones en contra del canal. Alegaban que la emisión violaba un dictamen de la Corte de Apelaciones de 1997, ratificado por la Corte Suprema, que prohibía la pasar la película. Si no me equivoco ese es el fallo que decía que ésta atentaba contra la honra de Cristo, quien para efectos judiciales tenía domicilio en Chile y vivía en la oficina de uno de los abogados que lo defendían, la que aún no me explico cómo es que no se convirtió en un sitio de peregrinación.
Con su denuncia, los diputados lograron algo de cobertura y el tema salió en recuadros de algunos diarios. Sin embargo, a comienzos de mes, los consejeros del organismo televisivo decidieron unánimemente rechazar la denuncia y aprovecharon de actualizar los conocimientos legales de Forni, Ward y Uriarte aclarándoles que “posteriormente al fallo de la Corte Suprema que citan los denunciantes, el año 2001, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictaminó que Chile, como miembro del sistema interamericano, había violado el pacto de San José de Costa Rica en su artículo referente a la libertad de expresión y lo conminó a eliminar todo sistema de censura cinematográfica” lo que efectivamente ocurrió tiempo después.