Desde la confusión
En El Mercurio deben estar contentos. El artículo “La alianza militar Chávez-Evo que complica a Chile”, publicado el último domingo sí que se convirtió en tema. Se ha visto a todos los políticos comentando al respecto, aunque varias de las declaraciones no aporten mucho ya que parecieran estar muy influenciadas por la próxima votación para el Consejo de Seguridad Nacional de la ONU.
En ese escenario la confusión es total: la presidenta Bachelet le baja el pelo al asunto, y otras autoridades de gobierno anuncian que Chile también tiene este tipo de acuerdos, que no tienen nada de raro. La oposición, por otra parte, denuncia que esto es preocupante al igual que, según dicen, el presidente de Perú, Alan García. Lo que es realmente de locos es tratar de buscar respuestas en los diarios: los que se informan a través del Mercurio deben tener la sensación de que poco menos que estamos a punto de ser invadidos por Bolivia y Venezuela. Por su parte, La Nación anuncia en su portada que según el gobierno esto es pura exageración de la derecha. En cuanto al público de La Tercera es bastante probable que no se haya enterado porque ese diario prácticamente se ha saltado la noticia a punta de recuadros, no está claro si porque no lo considera importante o porque había perdido la costumbre de que la competencia golpeara y todavía no se recupera. Así las cosas, no queda claro si el tema es o no para preocuparse.
A veces pareciera que la guerra entre los diarios se está haciendo a costa de los lectores.
4 Comments:
No será la eterna paranoia que a "los jaguares" nos van a atacar de todos lados.
Saludos.
Yo estoy totalmente de acuerdo con Milana.
Iván: es un desmentido con todas sus letras. Nada de sutil. Para meter más leña a la hoguera la pregunta es: ¿infla el tema El Mercurio o le baja el pelo La Tercera?
Desde hace un rato, El Mercurio se anda autoutilizando como fuente para que la oposición prepare argumentos.
Primero, los triunfos de las derechas en el extranjero, "pasando el dato" de cómo debería cambiar la derecha de-por-acá para ganar las elecciones de 2009. Fueron prácticamente artículos diarios sobre la situación (en México, en Suecia, el caso de Cameron en Inglaterra), añadiéndose editoriales y un monono gráfico en el cuerpo de Reportajes para ilustrar la coyuntura.
Segundo, el artículo-ensayo a dos páginas de Pilar Molina sobre "La metamorfosis del concepto de familia" del domingo 1 de octubre. Una frase para el bronce:
"El Gobierno abdica de su rol moral y es consecuente con acelerar los cambios que impidan seguir reproduciendo una cultura conservadora".
Tercero, "el documento secreto de Bolivia y Venezuela", publicado a días de la votación para el cupo latinoamericano del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para dar argumentos patrioteros (para quien quiera asirse a ellos) que justifiquen el rechazo a la opción de Venezuela.
Dicho sea de paso, votar por Venezuela no es lo peor de lo peor. Voy a tomar algo del blog de Rodrigo Ferrari: "no es menos cierto que la presencia de Venezuela asegura un equilibrio geográfico, político e ideológico dentro del Consejo, una de las condiciones que impone la Carta de la ONU al momento de que se elijan los representantes ante esa instancia".
Si andamos con ganas de empatar conciencias, cuando sea la próxima elección promovemos la candidatura de Colombia y punto.
Bruno C.
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