No entender nada

En un alto al pescado y las papas fritas londinense me encuentro bombardeada de emails sobre el “caso Guillier”que yo pensé que ya se había cerrado hace días.Aunque algo desconectada y muy a la rápida, alcanzo a entender que el domingo La Tercera publicó una nota que dice que los talleres de "media trainning" que se realizaban con apoyo de Guillier, y por los cuales habrían pasado los ministros Veloso, Zilic, Poniachik, fueron suspendidos hasta nuevo aviso. “Guillier, ex director de prensa de Chilevisión, había negado hace dos semanas haber hecho estos talleres a los ministros. Ahora, en cambio, afirma que los hizo a título personal, respondiendo a una petición de ayuda de alguna amistad y sin remuneración de por medio”, dice el diario.
LUN se sube al tema, da cuenta del debate de El medio blog, agrega declaraciones de Roberto Méndez quien asegura que "en general los dirigentes gremiales deben mantener cierta distancia con las autoridades, porque pueden necesitar en algún momento representar una diferencia o una opinión distinta a la del gobierno" y una defensa de Germán Gamonal para quien el conductor de CHV fue, es y será un gran periodista. Guillier no hace declaraciones a LUN porque anuncia que quiere aclarar el tema con el medio que publicó la información, es decir, La Tercera pero insólitamente, la respuesta aparece publicada en las cartas al director del Mercurio (¿?). Ahí el "rostro", como le dicen en LUN, dice estar impactado por el interés que despiertan sus actuaciones, cosa que no debería sorprender a alguien que cumple un rol público, que por lo demás tanto se preocupó de poner de manifiesto el día en que salió a acompañar a la presidenta Bachelet en cadena nacional. “Con el sólo propósito de enriquecer el debate y aterrizarlo un poquito a los hechos, he decidido romper mi tradicional silencio cuando soy aludido por mis colegas”, agrega posteriormente. ¿Exactamente a que tradicional silencio se refiere una persona que conduce todos los días un noticiario y un programa de opinión los domingos?
Después de aclarar que ha recibido invitaciones a todo y de todos, que no ha cobrado por realizar actividades ligadas a su cargo gremial y ofrecer al público su declaración de impuestos, el conductor va finalmente al asunto de fondo y niega ser “asesor en las sombras, entrenador de altos funcionarios del Estado, y otros roles de influencia en los círculos del poder”. Entonces ahora a la Tercera le estaría tocando explicar de a dónde saca esas supuestas declaraciones de Guillier.
Posteriormente, en la cuenta anual del Colegio de Periodistas-o algo así- su presidente recibe un apoyo cerrado de los miembros de la institución y se habla de acusaciones injustas en contra suya. Una vez más llama la atención que los periodistas, que aparentemente quieren fiscalizarlo y denunciarlo todo, se pongan tan nerviosos cuando el debate se centra en sus actividades profesionales. Como han demostrado los numerosos comentarios que han recibido las notas sobre el tema de las asesorías, el tema va más allá de Guillier y tiene que ver con la relación periodismo y poder. Si el presidente del Colegio de Periodistas se siente hiper expuesto con el asunto y le quita tiempo para pololear con su mujer de hace muchos años, es una lástima pero es algo así como el precio de la fama.
Después de toda esta gran vuelta, polémica y hasta alharaca el tema queda igual como empezó y nadie ha logrado aclarar bien en qué consisten y qué autoridades han participado en las asesorías, talleres o como se llamen esos encuentros que se realizan para el gobierno, se supone que por un compromiso de confidencialidad que a esta altura La Moneda haría bien en levantar para evitar más especulaciones. Sin embargo, trasparentarlo o no, es finalmente una decisión que depende sólo del Colegio de Periodistas, y ellos verán que hacen. A mí honestamente la institución gremial me tiene sin cuidado pero tal como he dicho desde el comienzo creo que el tema es que los periodistas que trabajan en medios no deberían andar dándoles asesorías a las fuentes sean éstas mandos medios o altos funcionarios. No porque sea ilegal, ni porque sea poco ético, sino solamente porque eso no contribuye a asegurar su independencia, concepto por el que no entiendo neutralidad como creen algunos sino que la capacidad para mantener una cierta distancia crítica.