Todo tiempo pasado fue mejor
Eso es más o menos lo que andan pensando algunos de los periodistas que viajan con la presidenta Bachelet. Lejos están esos tiempos en que la revista Qué Pasa daba cuenta de torridos romances arriba del avión presidencial: ahora a los enviados de los medios con suerte les quedan ganas de conversar durante el vuelo. La queja es que la excelentísima autoridad no los descansar. “Dicen que con Frei alcanzaban a pasear y despachar, con Lagos solo a despachar y con la Bachelet a nada”, cuenta una fuente. El peor de todos fue el último viaje a Washington donde después de un trayecto algo apretujado, los llevaron directamente desde el aeropuerto al antiguo colegio de Bachelet, por lo que no tuvieron tiempo ni para lavarse la cara y mucho menos para ponerse la “tenida de ocasión” por lo que varios llegaron con cara de insomnes, chascones y pililos. El resto del día fue correr de lado a lado. Y cuando por fin llegaron al hotel -alrededor de las 12:30 am- les dijeron que a la una tenían que tener listas las maletas y estar preparados para partir a las 6 am al aeropuerto. Esto no es fiesta, señores.
2 Comments:
Se supone que son viajes de trabajo, no de placer...
Ya era la hora que los periodistas hicieran la "pega"...
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