Los muy cochinos

Con carácter de "urgente" recibí la siguiente información: en la reunión de pauta de ayer el director de LUN, Agustín Edwards del Río, le comunicó a su tripulación que queda estrictamente prohibido consumir café, té, jugo, manjar, mermelada y cualquier otro tipo de producto alimenticio que pueda manchar la alfombra de las nuevas instalaciones del diario. Es decir, que el que quiere comer, se va para afuera. El director dijo que era absolutamente impresentable que antes de ser inaugurada oficialmente, la alfombra de la sede nueva ya estuviera manchada e hizo referencia al deterioro que ésta presenta en el sector de Fotografía.
La determinación tiene conmocionado al diario y como consecuencia se ha desatado la caza de brujas: casi la totalidad del personal se ha dirigido hacia el área de fotografía para constatar los daños que se encuentran específicamente en el puesto del subeditor de esa sección, víctima de innumerables insultos. El acusado se defiende argumentando que en su cajón se guarda el café y que todos le van a pedir, incluso varios de los que hoy lo denigran. El chivo expiatorio también ha sido objeto de dedos acusadores y murmullos denunciantes luego de que se detectara una mancha de alrededor de 0,4 milímetros de radio en el suelo bajo su asiento.
Esta decisión se suma a la prohibición tácita de pegar carteles en los paneles. Una determinación impuesta a la fuerza con la disposición de nuevos muebles sin "murallas". La política mató parte del espíritu del diario, acabando con instituciones como los posters de mujeres semidesnudas, fotos destinadas a humillar a los reporteros del diario, titulares extraños y la galería de los dobles de...