Señora de las cuatro décadas
En julio, Paula va a cumplir 40 años con varias novedades: la más llamativa es que ya no es más propiedad compartida, sino que mujer de un solo hombre. Después de décadas ligada a Roberto Edwards, la revista femenina se despide de su fundador o más bien al revés.
En julio de 2003, el fotógrafo y autor del proyecto Cuerpos Pintados, dio el primer paso en esta separación cuando le vendió a Álvaro Saieh, dueño de Copesa, el 50 % de la propiedad de la revista que fundó cuando tenía 30 años. Eso, entre otras cosas, se tradujo en que Paula dejara de circular mensualmente con El Mercurio y pasara a ser un beneficio quincenal de La Tercera, lo que generó cuchicheos, porque si mal no recuerdan Roberto es hermano del dueño del decano, Agustín Edwards. Según contó en ese momento La Nación, el fotógrafo acordó con Copesa que se respetara la línea editorial y el equipo periodístico del medio, cosa que los nuevos socios aceptaron porque su principal objetivo “era aprovechar el know how desarrollado en los intensos 35 años de Paula y alcanzar –por fin- el segmento ABC1”.
A ese primer distanciamiento, Edwards fue sumando otros: el año pasado dejó en manos del equipo periodístico las fotos de portada y moda que hasta ese momento estaban exclusivamente a su cargo y hacía por su cuenta en su estudio. Pero la despedida final se produjo recientemente cuando le vendió a su socio la mitad que le quedaba en la publicación, lo que significa una nueva expansión del holding Copesa.
Todo esto coincide, además, con la salida de la directora del medio, Paula Recart quien se va con toda su familia a Washington DC, a trabajar en Ashoka, una ONG que promueve el emprendimiento social. Para evitar las suspicacias hay que decir que eso no tiene que ver con los cambios de propiedad de la revista, y que la periodista y socióloga había anunciado en marzo que se iba en busca de nuevos horizontes, es decir, antes de que se supiera que Edwards iba a vender su parte.
La elección de la reemplazante no es ninguna sorpresa. Pese a que el cargo de directora de Paula es codiciado, no creo que nadie se haya alcanzado a hacer cachirulos, porque desde que Recart dijo que se iba era un secreto a voces que asumiría la editora general, Milena Vodanovic, tal como va a ocurrir en los próximos días. Como también era esperable, en el puesto de Vodanovic asume Carolina Díaz, hasta ahora editora de reportajes. Ambas llevan varios años trabajando en la revista junto a Recart. Por eso las nominaciones han sido interpretadas como una señal de que las salidas del fundador y la directora no se traducirán en una ruptura con la línea que hasta ahora ha tenido Paula, cosa que reafirma el anuncio de que la hija de Roberto Edwards, Alexandra y su marido Marcial Cortés Monroy continuarán siendo parte de su comité editorial.
Eso es una buena noticia ya que Paula se ha convertido en un producto bastante único, lejos del estereotipo que hay de la revista femenina. Aunque más de una vez he escuchado a periodistas –hombres sobre todo- referirse con cierta insolencia a lo que ahí se hace, esa revista está muy por sobre la media de lo que ofrece el mercado periodístico chileno. Tiene la mejor edición y es raro encontrar faltas de ortografía (y que nadie salga con que es simplemente porque tienen más tiempo, porque se han visto artículos preparados con años llenos de motes). Ha logrado sobrevivir airosa al matrimonio con El Mercurio y luego con Copesa –maridos que pueden ser difíciles y dominantes- y aunque es cierto que para abaratar costos ha bajado la calidad del papel, conserva su calidad en términos gráficos.
Paula es una revista ondera, que privilegia a ciertos círculos y probablemente no sea el lugar donde aspiran a llegar los periodistas a los que les gusta el golpe o que sueñan con botar presidentes pero en general publicar en esa revista es un asunto que prestigia o “viste” entre otras cosas por el cuidado y el tiempo con que se trabaja. Por esa misma razón no cualquiera publica en ese medio, y los y las aspirantes son muchos. Así las cosas, quizás Paula no sea un medio diariamente necesario pero al final leerla es un agrado.
Directoras PAULA
A ese primer distanciamiento, Edwards fue sumando otros: el año pasado dejó en manos del equipo periodístico las fotos de portada y moda que hasta ese momento estaban exclusivamente a su cargo y hacía por su cuenta en su estudio. Pero la despedida final se produjo recientemente cuando le vendió a su socio la mitad que le quedaba en la publicación, lo que significa una nueva expansión del holding Copesa.
Todo esto coincide, además, con la salida de la directora del medio, Paula Recart quien se va con toda su familia a Washington DC, a trabajar en Ashoka, una ONG que promueve el emprendimiento social. Para evitar las suspicacias hay que decir que eso no tiene que ver con los cambios de propiedad de la revista, y que la periodista y socióloga había anunciado en marzo que se iba en busca de nuevos horizontes, es decir, antes de que se supiera que Edwards iba a vender su parte.
La elección de la reemplazante no es ninguna sorpresa. Pese a que el cargo de directora de Paula es codiciado, no creo que nadie se haya alcanzado a hacer cachirulos, porque desde que Recart dijo que se iba era un secreto a voces que asumiría la editora general, Milena Vodanovic, tal como va a ocurrir en los próximos días. Como también era esperable, en el puesto de Vodanovic asume Carolina Díaz, hasta ahora editora de reportajes. Ambas llevan varios años trabajando en la revista junto a Recart. Por eso las nominaciones han sido interpretadas como una señal de que las salidas del fundador y la directora no se traducirán en una ruptura con la línea que hasta ahora ha tenido Paula, cosa que reafirma el anuncio de que la hija de Roberto Edwards, Alexandra y su marido Marcial Cortés Monroy continuarán siendo parte de su comité editorial.
Eso es una buena noticia ya que Paula se ha convertido en un producto bastante único, lejos del estereotipo que hay de la revista femenina. Aunque más de una vez he escuchado a periodistas –hombres sobre todo- referirse con cierta insolencia a lo que ahí se hace, esa revista está muy por sobre la media de lo que ofrece el mercado periodístico chileno. Tiene la mejor edición y es raro encontrar faltas de ortografía (y que nadie salga con que es simplemente porque tienen más tiempo, porque se han visto artículos preparados con años llenos de motes). Ha logrado sobrevivir airosa al matrimonio con El Mercurio y luego con Copesa –maridos que pueden ser difíciles y dominantes- y aunque es cierto que para abaratar costos ha bajado la calidad del papel, conserva su calidad en términos gráficos.
Paula es una revista ondera, que privilegia a ciertos círculos y probablemente no sea el lugar donde aspiran a llegar los periodistas a los que les gusta el golpe o que sueñan con botar presidentes pero en general publicar en esa revista es un asunto que prestigia o “viste” entre otras cosas por el cuidado y el tiempo con que se trabaja. Por esa misma razón no cualquiera publica en ese medio, y los y las aspirantes son muchos. Así las cosas, quizás Paula no sea un medio diariamente necesario pero al final leerla es un agrado.
Directoras PAULA
Milena Vodanovic 2007-
Paula Recart 1999-2007
Alexandra Edwards 1996-1998
Celia Eluchans 1994-1996
Andrea Eluchans 1986-1994
Constanza Vergara 1975-1986
Delia Vergara 1967-1975