El problema de llamarse Matías del Río
Por Miguel Paz, autor del artículo "La guardiana del lucro"
“Una columna de periódico admite el cinismo, la ironía, el sarcasmo, la crítica mordaz, el surrealismo, el humor negro; lo único que no admite es el cabreo de quien la escribe. Un articulista cabreado, que confunde su gastritis con el Apocalipsis, no es un periodista, sino un moralista, un evangelista, un inquisidor, un plomo”. (Manuel Vincent, Banderías)
Querido Matías:
Pensé hacerme el macanudo y dedicarte una filípica estilo “Brilloso, pero no brillante” pero me arrepentí. No porque me faltaran ganas para serte franco, sino porque se me hace muy difícil igualar a Carlos Peña, estoy con mucha pega y, sobre todo, debido a que no entiendo tu pataleta.
No me pronunciaré de si hay que privatizar o no La Nación S.A. Tengo una opinión –la conoces de sobra- pero me la reservo; del mismo modo no te pediré que reveles las dificultades diarias de tu trabajo en CHV ni que cuentes de las tremendas intervenciones “ocasionales” de Ricardo Claro en la pauta de Capital, incluso cuando laborabas allí. Así que no nos pisemos la capa entre superhéroes.
Decía que no entiendo tu pataleta porque noto en tu columna cierta irritación mala leche que, siento, escapa de la cosa profesional. Tanto lo que escribiste como lo que dejaste convenientemente fuera, me obliga a pedirte un disclosure. O mejor dicho, que aclares quién escribe: ¿El periodista o el miembro de Astoreca, una fundación educacional que recibe apoyo de la Sociedad de Instrucción Primaria de Patricia Matte? ¿Escribe el conductor de TV o el pariente de la directora de uno de los colegios de Astoreca, e integrante del directorio de la misma escuela? ¿Quién estimado Coco?
Porque faltas a la verdad y omites a conveniencia de tu argumentación datos que están a la mano de cualquiera, sospecho que tu epístola viene con el sello del sostenedor de colegios (muy buenos, por lo demás). Sería provechoso aclararlo, así como algunas afirmaciones de tu columna que paso a detallar:
1.- Afirmación: La Nación se pudre sin ser abierta –ni leída, por supuesto- en los escritorios de las oficinas públicas, casi únicos suscriptores, y por fuerza.
Dato: Según el último informe SVCL (julio a diciembre de 2006) la circulación de La Nación Domingo es de 16.416 ejemplares con un promedio de lectores de 58.335. La circulación de Capital es de 12.152 ejemplares y su lectoría es de 18.233.
2.- Afirmación: La reciente edición dominical ha logrado superase a sí misma, alcanzando niveles de sumisión a La Moneda que ya no dan ni rabia (…) La portada de La Nación Domingo del 15 de abril intentó con malas armas –y con información muy tendenciosa- desviar la responsabilidad propia de una de las peores semanas de sus jefes. Para tratar de tapar el error y el horror de la presidenta Bachelet de enfocar el centro de los problema de la educación chilena en el lucro de algunos colegios subvencionados, este diario optó por prender el ventilador en contra de Patricia Matte, una de las personas que más sabe del tema y que dirige la Sociedad de Instrucción Primaria, la que desde hace 150 años da educación de calidad, y sin fines de lucro, en sectores populares. ¿Cuál es el pecado que amerita su lapidación y el título de “La guardiana del lucro” a toda plana (en la lógica estatista de que el lucro es perverso)? Ser parte de una familia muy rica, tener los apellidos que tiene y ser de oposición.
Dato: Un medio tiene derecho y debe tener agenda propia. Si una historia donde hay personaje, conflicto y poder como la de la señora Patricia Matte no amerita ser reporteada y contada, hay que dedicarse a otra cosa. No tienes por qué creerme pero siendo uno de los autores del artículo de marras, te cuento que el tema lo propusimos luego de ver que la Alianza le rogó a doña Patricia que se pronunciara a favor del lucro a pesar de que sus colegios son sin fines de lucro. Un Matte es un Matte. No vengamos con tonteras y teorías del complot. Eso dejémoselo a Longueira, por favor.
3. Afirmación: Da más bien pena, especialmente por los profesionales que a lo mejor no tienen la oportunidad de salir corriendo y trabajar en otro sitio más dignificante y que deben taparse las narices y aperrar. A ellos mi solidaridad.
Dato: Soy periodista de La Nación Domingo, colaborador de Caras, profesor de periodismo de la Universidad Mayor, finalista año 2006 del Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado, categoría Reportaje con "El Mercurio y La Tercera: Golpe a golpe".
Algo más. Nunca he escrito un artículo bajo presión editorial.
4.- Afirmación: Tan autorizada es la voz de Patricia Matte en esta materia, que hace pocos días –según leí- la propia ministra Provoste la recibió en su oficina para hablar sobre educación. Pero a La Nación eso le importó poco y prefirió decir que “la Alianza la convenció para salir a la pizarra en su cruzada contra la reforma de la educación”, en circunstancias que al día siguiente del anuncio presidencial, en una entrevista en que yo participé en Radio Duna, Patricia Matte dijo que si bien le parecía mal poner el énfasis en lo del lucro –lo mismo que dijeron Bitar, Brunner y la DC completa-, encontraba que el proyecto tenía muchas cosas positivas.
Dato: En el artículo se detalla la experiencia de la señora Matte: “Es una experta en temas de pobreza y educación (…). Por su labor a la cabeza de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP), una red de 17 exitosos colegios particulares subvencionados conocidos como las “escuelas Matte”, el nombre de Patricia es el único que genera consenso para ser ministra de Educación de un hipotético gobierno de la Alianza”.
Otro dato: En periodismo se reportea, se chequean las versiones de las fuentes y se contacta al aludido. La señora Matte no estuvo dispuesta a dar su versión, personas de la Alianza sí.
5.- Afirmación: Me rebelo a la clase de periodismo sobreideologizado que pone los odios sociales, sus sesgos y la amargura por sobre las verdades.
Dato: La encuesta de la Fundación Futuro sobre el proyecto de Ley General de la Educación revela que un 60,2% de los consultados está en contra del lucro en la educación.
*Posdata: No es por defender a La Nación pero hay que ser riguroso (además me gusta el billete): los que están preocupados por el uso de sus impuestos para financiar el diario pueden estar tranquilos porque La Nación S.A. se financia sola y distribuye ganancias entre sus dueños y trabajadores.