El medio blog

Un medio dedicado a los medios.

Saturday, December 30, 2006

El fin de Saddam

En todo el mundo dicen que Saddam Hussein fue ejecutado. El ex dictador que mató a miles de personas estaba encerrado en una cárcel, pero se consideró mejor matarlo, en la horca aunque él había pedido al menos morir fusilado como un soldado.
Ahora empiezan los problemas: todavía no hay imágenes, pero es bien probable que muy pronto el gobierno iraquí entregue algunas. ¿Cuánto mostrar de un ahorcamiento? Hasta la pregunta es horrible. En los medios ya lo están discutiendo, como muestra este artículo del New York Times. Mientras en el Poynter, varios de sus colaboradores están debatiendo sobre los debes y no debes en la cobertura de una ejecución. También hacen recomendaciones como chequee la autenticidad de las fotos, advierta a su público, no use esa ínsipida frase que dice el contenido que vamos a mostrar a continuación puede resultar ofensivo, bla, bla. Diga lo que va a mostrar, para que sea cada uno el que elija si lo quiere ver o no, y varias cosas más.
Yo mientras tanto les sugiero Ante el dolor de los demás de Susan Sontag que justo me estoy leyendo por estos días. Es un ensayo sobre las imágenes de de la violencia, sus efectos sobre el espectador y la convergencia de las noticias, el arte y la representación de la guerra. Quizás sea apropiado para la ocasión.

Wednesday, December 27, 2006

Algunas recomendaciones de último momento

FRANCISCO ORTEGA, escritor y periodista
Tales to Astonish: Jack Kirby, Stan Lee and the American Comic Book Revolution, Ronin Ro (Bloomsbury). Los más aventajados me han dicho que no es lo mejor sobre el tema, pero a mí me pareció brillante y lúcido. Es básicamente un ensayo que recorre la historia de Estados Unidos durante el siglo XX, usando los cómics de superhéroes como marco de referencia. Ok, el libro abusa de guiños para "expertos", como largos capítulos dedicados a la vida y obra de artistas como Stan Lee, Jack Kirby y un largo etcétera, pero sabe defender más que bien su postura que ve a este género de la historieta como una de las manifestaciones artísticas claves a la hora entender las formas de la cultura americana. A un nivel -se atreve a proponer el autor- igual o superior al jazz o al rock, en cuanto a poder, legado e influencia. Puede sonar denso, pero no lo es. Por lo contrario se lee rápido, esta poblado de encantadores lugares comunes y sobre todo consigue lo que propone, mirar desde una óptica totalmente distinta (política, artística, social) a personajes como los X-Men o Superman.
Dan ganas de que se hiciera algo así con nuestro rico patrimonio historietístico y gráfico. A este ritmo no queda más que recomendar de rebote la antología de humor (y periodismo dibujado) de Hervi (Chao no más) y los exquisitos rescates de patrimonio de Marinello con Coré y de la gente de Ergocomics con el libro homenaje al recientemente fallecido Máximo Carvajal: Maestro de la Aventura, pieza más que digna de historia, periodismo y cultura.

The Dirt: Confessions of the World's Most Notorious Rock Band, Tommy Lee, Vince Neil, Motley Crue, Mick Mars, Nikki Sixx, Neil Strauss (HarperCollins). El mejor libro de rock de la última década, la mejor novela porno de la historia, la historia de terror que le hubiese gustado inventar a Stephen King, todo lo que siempre quiso escribir la Rolling Stone sobre una banda y no pudo. Este libro es puramente -y con perdón- delicioso. La autobiografía de Motley Crüe son 500 páginas de puro exceso, pero también un más que digno retrato a través del pop más chicloso de los Estados Unidos de los 80. La explicación reaganiana del origen del hair metal Californiano a través del relato en primera persona de sus protagonistas. El libro es XXX al cuadrado, todo es explícito, sobran vaginas y penes, pero también un tremendo ejercicio del periodismo que no pueden hacer los periodistas. Tal vez la mitad de lo narrado sea mentira, pero tiene carne de sobra. Ojo, se nos viene la película.

Mientras Escribo, de Stephen King(DeBolsillo). Adictiva mezcla de autobiografía y consejos para pulir la pluma. King deja de lado sus novelones y se da el lujo de regalar 200 páginas de taller literario gratuito. Y no se queda en latas como recomendar lecturas o estudiar estilos o buscar voces narrativas. Lo de King es tan práctico, tan de supermercado como su propia literatura. Y como tal se va a lo didáctico: harto ejemplo, harto consejo de cómo encontrar títulos perfectos, harta comparación de estilos de narración, harta vida por escrito. Está en edición barata y sería más que recomendable que algún profe de redacción lo recomendara como lectura obligatoria, la mitad de la pega le viene hecha. Y de yapa, es una delicia de leer. Tan entretenido como Carrie, El Misterio de Salem´s Lot u otros postres de la receta King.


CONSUELO SAAVEDRA, periodista y conductora de TVN
Las mejores cartas a El Mercurio. Siete años de opinión pública 2000-2006 (El Mercurio Aguilar). Más alla de cualquier consideración sobre la selección del material, las cartas al decano le toman el pulso al debate nacional, casi siempre chato, de vez en cuando volando un poco más alto. Una buena forma de refrescar la pequeña historia que nos quita el sueño a los periodistas.

GONZALO MAZA, periodista
Sexo, mentiras y Hollywood, Peter Biskind (Anagrama). Con este título jamás habría agarrado este libro, pero no hay que extraviarse. Down and dirty pictures, que es el título original, es periodismo de investigación intenso y reflexivo enfocado en el cine, o mejor dicho, sobre los cineastas de una generación. Ya es la segunda vez que Biskind (ex editor de Premiere y American Film) emprende una investigación así de sabrosa: primero lo hizo sobre la generación de cineastas de los setentas que revolucionaron Hollywood -y lo salvaron de la bancarrota- con otro libro que también es para retorcerse en el suelo por la traducción del título original: el que fuera Easy riders, raging bulls, Anagrama lo dio a conocer al mundo hispanoparlante como Moteros tranquilos, toros salvajes, y en él se contaban las innumerables aventuras fílmicas de un grupo de amigotes llamados Steven Spielberg, George Lucas, Brian De Palma y Francis Ford Coppola, entre varios más. Ahí uno podía enterarse que "El topo" de Alejandro Jodorowsky fue efectivamente una inspiración para gente como Dennis Hopper, que Margot Kidder (Lois Lane en "Superman") era una ninfómana que se acostó con todos menos con Spielberg, que De Palma se burló de George Lucas cuando le mostró el primer corte de "La guerra de las galaxias" y cosas así.
Pero ya me alargué demasiado con el paréntesis: este Sexo, mentiras y Hollywood, les decía, es el segundo libro de Biskind, quien con la fama del primero las emprendió con otra generación de cineastas: el cine independiente de los noventas. Y se trata de las aventuras de los dos polos de ese movimiento: por un lado, un siuticón y bien cobarde Robert Redford, creador del Festival de Cine de Sundance (panteón del llamado cine independiente), y por el otro, los mafiosos y groseros hermanos Harvey y Bob Weinstein, los creadores de una pequeña productora llamada Miramax. Entre medio salen a la luz un megalómano y marihuanero Quentin Tarantino, y su Robin, un chico bueno llamado Robert Rodriguez; un sobreintelectualizado Steven Soderbergh, y toda una legión de cineastas que se perdieron en el camino, como Ang Lee, Guisseppe Tornatore y, sí, Ben Affleck. La hipótesis de Biskind es que muchos nobles conceptos se asocian al cine independiente (pasión, creatividad, austeridad) pero en el fondo es un cine que en su origen es igual de agresivo, competitivo y feroz que la misma mega industria hollywoodense. Cualquiera de los dos libros pueden ser una entretenida lectura veraniega para el cinéfilo (y ni tan cinéfilo) de a pie.

ÓSCAR LANDERRETCHE, economista y columnista de Qué Pasa.
Genghis Khan and the Making of the Modern World, Jack Weatherford (Random House). Gran libro, muy bien narrado, conmovedor. Cuenta la historia del célebre bárbaro como un revolucionario liberal que dio inicio a la primera ola de globalización y comercio intercontinetal masivo. ¿Sabían que los mongoles fueron los primeros en masificar a nivel global el papel moneda? ¿Que para sustentar el valor de las diferentes monedas de su imperio establecieron un banco central y un sistema de cambios parecido al de Bretton Woods? ¿Pasaportes? ¿Letras de crédito? ¿Que abolieron los sistemas de castas dentro de su administración y ejército? ¿Que establecieron libertad religiosa en el imperio? ¿Que fueron quienes introdujeron las armas de fuego, la escritura y el papel a Europa? ¿Y que luego de invadir Europa oriental trajeron la plaga que terminó de disolver a la Edad Media?
Libro breve, con especulaciones narrativas sobre las personalidades de la familia real mongola que sirven para novelar el relato. El sustento científico del libro es innegable, pero es, a la vez entretenido. Weatherford es un historiador de pueblos nómades en general, pero su amor por la historia de Genghis Khan es evidente en el cuidado y belleza con que esta escrito este libro. Muy entretenido.

Sunday, December 24, 2006


ESPECIAL FELICES FIESTAS

Libros para hacer regalos atrasados, para las vacaciones, para matar los últimos días del año o para preparar bibliografías para los cursos 2007. La solicitud fue: recomiende un libro que por alguna razón usted considere que podría interesarle a la gente que le gustan los medios y el periodismo. Contestaron 34 personas, así es que hay para todos los gustos. Muchas gracias a todos los que participaron y muchas felicidades para todos.

TANTO GUSTO, bloggero que no sabe seguir instrucciones y recomienda algunas películas para regalar.
Broadcast News, James L Brooks. Adoro la escena en que el personaje de Holly Hunter (una productora periodística), le describe a un taxista calle por calle por dónde tiene que irse para llegar al aeropuerto. Cada vez que puedo la imito. Los chóferes me odian, pero mi ego crece. En una escena alguien le comenta con sarcasmo “¿Debe ser agotador tener siempre la razón?” y ella responde con resignación: “Sí, no sabes cuánto”. To Die For, Gus Van Sant. Un poema para los trepadores. El personaje de Nicole Kidman, una aspirante a mujer ancla, me dejó sin aliento con la mejor lección de ética del cine “¿De qué sirve ser bueno si nadie te está mirando?”.
The Paper, Ron Howard. Glen Close es una editora demasiado cara para un tabloide. Michael Keaton hace de reportero con conciencia laboral y ansias de heroísmo. Close se enfrenta a la posibilidad de exculpar a un par de chicos acusados de un crimen. Es viernes, es hora de cierre y la verdad cuesta cara: "Bueno, los jodemos hoy y los reivindicamos el domingo. Y todos felices".

RODRIGO PINTO, crítico literario
Costas extrañas. Ensayos, 1986-1999, J.M. Coetzee (Debate). J. M. Coetzee, el escritor sudafricano que ganó el Premio Nobel de Literatura en 2003, ha desarrollado también una interesantísima obra ensayística, especialmente en The New York Review of Books. Buena parte de esos ensayos están recogidos en Costas extrañas, un notable paseo literario que aborda, entre otros autores, a Defoe, Borges, Dostoievski, Mahfuz, Kafka y Musil. Además de los conocidos, Coetzee escribe sobre otros sudafricanos y vuelve a demostrar que el paisaje exterior es de una riqueza inabarcable, una costa extraña mirada desde lejos de la que apenas de adivina el perfil.
Lejos del vicio de la erudición, Coetzee es un lector agudo y perspicaz, anclado en su tiempo y en los problemas conteporáneos. Su ensayo inicial sobre qué es un clásico es una real clase de cómo abordar la literatura desde su doble inscripción en el tiempo, el momento de la escritura y el momento de la lectura. Cuando escribe sobre las memorias de su compatriota Breyten Breytenbach, entra de lleno al problema más candente de Sudáfrica durante décadas, el apartheid. En este punto su obra ensayística enlaza perfectamente con dos obras autobiográficas, Infancia y Juventud.

El mundo, el texto y el crítico, Edward W. Said (Debate). La edición original de este libro es de 1983. 20 años después murió Said y recién entonces se publicó una versión en español. Su obra más conocida es Orientalismo, de 1978, donde desmonta rigurosamente el profundo equívoco contenido en la civilizadora y reductiva mirada de Occidente sobre su vecino cultural. Desde luego, su conocimiento de primera mano de ambos mundos lo convirtió también en un notable polemista político -un pesimista de oficio, eso sí- que combinaba por igual la lucidez y la pasión.
Este libro, escrito a lo largo de 12 años, recoge ensayos y conferencias universitarias que ya en su momento destacaban la grandeza de Said en su faceta más propia, la crítica cultural. Aparte de largos y excelentes estudios sobre Swift y Conrad, dedica mucho espacio a la teoría y la discusión sobre el ejercicio de la crítica a través del análisis o la referencia a autores como Auerbach, Benjamin, Lukács, Renan, Marx, Foucault y Derrida, entre otros; y relaciona ese mundo, ya sumamente complejo, con la música y su interpretación. Una razón más para leer a Said, un muerto muy vivo que sigue causando polémica y enriqueciendo la mirada de sus lectores.

PEDRO GANDOLFO, editor Artes y Letras
Ilusiones pérdidas, Honoré de Balzac (Punto de Lectura). El libro que se me viene a la cabeza es Ilusiones Pérdidas, parte importante de la Comedia Humana. Allí aparecen descritos de manera estupenda el mundo de los periódicos, editores, escritorcillos, periodisticastros, sus grandezas y miserias. Balzac pone en acción algunos de sus personajes más célebres: el malvado y ambiguo Vautrin, a Rasticgnac y a Lucien de Rubempré, de quien diría Oscar Wilde más tarde (quizás cuando todavía no había sufrido lo suficiente) que el enterarse de su muerte fue el momento más triste de su vida.

PAULA RECART, directora revista Paula
El secreto de Joe Gould, Joseph Mitchell (Anagrama). Simplemente por ser una de las mejores piezas de periodismo narrativo que uno pueda leer. Son dos crónicas reunidas en un libro, ambas publicadas en el New Yorker con veinte años de diferencia. Maestro absoluto, Mitchell rebate la idea de que la ficción es la madre de la literatura y eleva la crónica a categorías de arte sin lugar a dudas.

PABLO SIMONETTI, escritor
La romana, Alberto Moravia (Losada). El único libro que podría recomendar es éste que estoy leyendo ahora porque me tiene absolutamente cautivado. Relata en primera persona cómo una joven de dieciocho años, tan bella como pobre, que alberga el sueño de constituir un hogar, se hace prostituta con la aquiescencia de su madre, su mejor amiga y un supuesto novio. La voz femenina es de una fluidez y naturalidad que hace difícil interrumpir la lectura. Y la intensidad dramática y poética que alcanzan ciertas escenas llega a ser arrebatadora. No sé si sea un libro especial "para periodistas", pero un libro pleno de hallazgos y de personajes inolvidables, es un libro especial para cualquiera."

OSCAR CONTARDO, periodista Artes y Letras
Los suicidas del fin del mundo, Leila Guerriero (Tusquets). La periodista argentina Leila Guerriero no busca submundos, conjuras ni sectas satánicas. Sólo describe un pueblo de provincia de la Patagonia argentina. La provincia tediosa, el futuro bajo sospecha, las tardes eternas y un pueblo que se termina acostumbrando a que la gente se mate sin razones de peso, porque aparentemente tampoco las había para permanecer vivo. Una crónica que da envidia y un paisaje que me trae recuerdos.

NATALIA DEL CAMPO, directora radio Concierto
El club de la pelea, Andrés Gómez Bravo (Epicentro Aguilar). Uno de los libros que tiene relación con el periodismo y que me ha servido mucho es esta investigación de Andrés Gómez Bravo, subeditor de Cultura de La Tercera y colaborador de Radio Concierto. Es una investigación sobre los Premios Nacionales de Literatura y además de describir con detalles precisos los 47 autores que lo han recibido, Andrés se detiene en las peleas, en los ausentes como Enrique Lihn y Jorge Tellier, en las controversias y en la estrecha relación entre literatura y política. Cada momento histórico de Chile ha tenido premios nacionales de Literatura que identifican a su época. El libro es el del 2005 pero se mantiene fresco y como libro referencia obligatorio.

MIRKO MACARI, periodista
Con ánimo de ofender, Arturo Pérez-Reverte (Alfaguara). Lo más difícil de vencer haciendo clases en periodismo es el tedio y la actitud anodina que frente a la profesión tienen los alumnos. Parte de la responsabilidad es de los dinosaurios que todavía enseñan la pirámide invertida y la objetividad, tal como los médicos alguna vez creían que había que desangrar a la gente para quitarles los malos humores. Nada mejor para combatir a esta especie de chamanes en decadencia que este libro que recopila las columnas de Pérez Reverte en el suplemento El Semanal, y que leen más de cuatro millones de españoles cada domingo. Con Pérez Reverte el periodismo recupera pasión, vísceras y compromiso, les muestra a los cabros que la guata es tan necesaria, o más, que la cabeza. Que la mirada y el punto de vista no son un privilegio de las fuentes, sino una necesidad vital para poder comunicar. Que no hay nada más divertido que sentarse frente a una página en blanco y encontrar las palabras exactas para develar que detrás de todo lo solemne, lo aceptado, lo legítimo y lo sagrado que nos rodea, están la imbecilidad y miseria eternas del género humano.
Déjenme confesarles que también estoy zambullido primariamente en El vuelo de la reina, de Tomás Eloy Martínez (Alfaguara), la historia de un todopoderoso director de diario que pierde la cabeza por una reportera a la que le dobla la edad. Lo recomiendo con la misma convicción y certeza con la que me lo recomendaron los ojos de la Pamela, que al igual que Pérez-Reverte esconden una pasión infinita por la vida, con la que llena de sueños mis noches de verano.

MIGUEL PAZ, periodista
Galimberti: De Perón a Susana. De Montoneros a la CIA, Marcelo Larraquy y Roberto Caballero (Norma). La increíble historia de Roberto Galimberti, el "Loco" Galimberti, uno de los fundadores de las Juventudes Peronistas y activo militante de Montoneros (guerrilla argentina en que cupieron todos: desde nacionalistas recalcitrantes como él mismo, ultraizquierdistas de los duros, jesuitas devenidos en revolucionarios, entre tantos otros), me sirvió más que cualquier otra cosa que haya leído para entender cómo funciona la política argentina, el origen de sus protagonistas y el por qué en ese país todos se dicen "peronistas", sean de derecha, centro, o izquierda.
Son 600 páginas muy bien escritas y con mucho reporteo que usan la vida de Galimberti como hilo conductor para contar la historia de una generación que pasó de las armas y la revolución a ser operadores vinculados con la política y los negocios en la época menemista de la "pizza con champán". Un puro ejemplo: en 1975 Galimberti participa en el secuestro de los millonarios Juan y Jorge Born, por los cuales su familia pagó 60 millones de dólares de rescate, y años después se asocia con Jorge Born. Hay otros como sus vínculos con la CIA y el particular negocio que emprendió con el novio de Susana Jiménez, tal como indica el título del libro.
Un buen ejemplo de cómo podría ser el libro aún no escrito del MAPU. ¿Qué personaje sería el hilo conductor de esa historia?

MARCELO SOMARRIVA, abogado
The Creation of Modern World. The untold story of the British Enlightment, Roy Porter (Norton). No tengo en mente ningún libro de periodistas o sobre periodistas. Pero si me piden una recomendación para lectores interesados en este tema y tomando en cuenta que el verano es temporada de libros gordos, aconsejo la lectura de este libro del fallecido historiador inglés Roy Porter. Me perdonarán la chulería de recomendar un libro no traducido, pero créanme, vale la pena. Roy Porter era un escritor alegre y erudito y su entusiasmo por el siglo XVIII inglés es contagioso. Su relato del nacimiento y apogeo de una opinión pública laica y secular en la Inglaterra de entonces le gustará a cualquier persona interesada en los medios y su relación con el poder. Por lo demás en este libro aparecen en su esplendor todos los padres fundadores del periodismo moderno, gente como Defoe, Addison, Steele y Swift, quienes a pesar de sus pelucas ridículas aparecen más jóvenes y despercudidos que cualquier editor chileno actual.

MATÍAS AYALA, poeta, crítico y académico UAH
Este fin de año podría recomendar dos libros de crítica literaria con el objetivo claro de entusiasmar el alicaído y confuso reseñismo que se ve en la prensa local:
Reviewery, Christopher Ricks (Penguin Books) y Pieces of My Mind: Essays and Criticism 1958-2002, Frank Kermode (Farrar, Straus and Giroux). Estos libros son una muestra patente de que la penetración de la lectura no está reñida con un buena prosa, ni la seriedad de la argumentación con la entretención. Los autores son (o fueron) profesores de literatura muy respetados en el mundo anglosajón y ambos volúmenes son recopilaciones de reseñas y ensayos publicados en diarios y revistas. Como otros distinguidos académicos –Edward Said, Helen Vendler y William H. Gass, por ejemplo– estos textos muestran que la crítica literaria puede ser una labor noble y civilizada y que, sin duda, es más que el resumen confuso y el juicio antojadizo.

MARISOL GARCÍA, periodista
Safari accidental, Juan Villoro (Planeta). Probablemente no pretendía Juan Villoro que la recopilación de sus crónicas en Safari accidental terminase siendo, también, un estupendo libro de historia contemporánea de México ni un ensayo sobre la transformación hoy en marcha del periodismo escrito. Pero es todo eso y, además, una estupenda bitácora de viajes y hasta un buen volumen sobre rock, fútbol (creo, porque eso me lo salté) y literatura. Quienes lo conocen en persona, dicen que Villoro es un sujeto imponente por sus 1,92 metros de estatura, pero cada párrafo suyo sugiere, también, que está muy por encima de nuestros tanto más torpes esfuerzos de cronistas. Sea en un perfil sobre Fitzgerald o en su "mapa para perderse en Berlín", sus narraciones son agudas, ágiles, llenas de datos reveladores que de inmediato lo separan de ese cansador "periodismo de impresiones" tan vacío y tan de moda.

Lo que se queda en la memoria son imágenes de sus encuentros mínimos: los Bart Simpson de yeso que son éxito de ventas en la frontera de Tijuana, la calma sospechosa de Yoko Ono mientras recorre el D.F. en tiempo récord, las causas más insólitas de los activistas instalados sempiternamente en el Zócalo. En la introducción, y parafraseando una siútica comparación ajena que situaba al ensayo como "el centauro de los géneros", Villoro define a la crónica como "el ornitorrinco de la prosa". Todo cabe en estos textos vivos, pero un envidiable talento ordena esas piezas en un libro que se ajusta como a la medida de nuestras secretas inquietudes.

Friday, December 22, 2006

LUCAS SIERRA, investigador del Cep y columnista de El Mercurio
Los Media y la Modernidad. Una Teoría de los Medios de Comunicación, John B. Thompson (Paidós). Publicado originalmente hace 11 años, este libro se ha convertido en un clásico a la hora de entender el papel de los medios de comunicación en el surgimiento y afianzamiento de la modernidad. Combina de una manera muy entretenida teoría sociológica, interpretaciones históricas, desarrollos tecnológicos e, incluso, alguna reflexión normativa. Analiza críticamente la aún más clásica teoría de la esfera pública de Habermas y, reformulándola, la hace rendir conceptual y normativamente en la sociedad de hoy. Y, quizás lo más notable, hace todo esto sin ese tono paternalista e intelectualmente pesimista que ha caracterizado a buena parte del análisis sociológico sobre los medios masivos en nuestra sociedad de masas. Muy recomendable.

Digital Crossroads. American Telecommunications Policy in the Internet Age, Jonathan E. Nuechterlein y Philip J. Weiser, (Mass.: MIT).Una completa e interesante mirada al desarrollo de las telecomunicaciones y de los medios de comunicación electrónicos, a la forma en que se han regulado, y a los desafíos que la tecnología digital plantea a esta regulación. Hace pie en la experiencia norteamericana, pero las reflexiones son de interés general y, muchas, pertinentes a los problemas y discusiones que hay y habrá en Chile. Sobre estas materias se ha escrito una inmensidad, parte importante de la cual está plagada de palabrejas y lugares comunes. En este océano de basura, este libro es una isla de precisión y seriedad. Entretenido y bien escrito, además.

LORENA MEDEL, periodista de revista Capital. El destacado es porque después de que ella me comentara este libro que se me ocurrió hacer este especial.
Revolución Gerencial. La Guerra por el talento. Chile...un vuelo hacia la competitividad, Alfonso Mujica y Mario Mora.(Grupo Editorial Norma). No es el típico libro de managenent que intenta dictar cátedra acerca de cómo llevar una empresa al éxito. No. El trabajo de Mora y Mujica, dos de los tres socios principales de la empresa número uno de headhunting, Spencer&Stuart, es bastante menos pretencioso... aunque no por eso poco efectivo.
A través de testimonios reales, recogidos en conversaciones sostenidas con altos gerentes de compañías como BCI, Banco Security, Sodimac, BancoEstado, Banchile, CMPC, Copec, la Corporación Santo Tomás y muchas otras, los autores dan cuenta de la importancia que ha cobrado el talento humano -por el sobre el capital, el trabajo y los recursos naturales- en las organizaciones... Sin buenos líderes, dicen ellos, resulta imposible implementar los cambios que requieren los negocios actuales. Son ellos (los líderes) los llamados a encontrar la dirección correcta y controlar el timón de una compañía con mano firme y flexible. Pero más allá de todo, son ellos los llamados a desarrollar lo que está convirtiéndose en el cuarto elemento de la producción: el talento, piedra angular y materia prima de la innovación.
El libro contiene relatos extraordinarios, como la gran transformación que emprendió Javier Etcheverri en el SII (Servicio de Impuestos Internos), o la forma en que el Banco Security pasó de ser una entidad del montón a uno de los mejores lugares para trabajar en Chile. En todos ellos, los cambios se apoyaron en la obtención, retención y desarrollo del mejor talento y competencias disponibles.
Y hay conclusiones reveladores, como el perfil del nuevo líder. Según la publicación, los valores, competencias esenciales y esquemas mentales de un líder tienen que ver con reconocer que hay pocas garantías de realizar los planes, sueños y estrategias. Por lo mismo, se necesita gente capaz de tomar riesgo, con espíritu emprendedor, de no decepcionarse ante el fracaso, capaz de saltarse las reglas, improvisar y seguir el ritmo, de la incertidumbre y de lo desconocido.
Todavía muchas empresas no reaccionan a estas transformaciones, dice el libro, pero más temprano que tarde tendrán que hacerlo para sobrevivir en un medio cada vez más competitivo. Y aquí se dan algunas ideas. Ojalá les entusiasme...

JUAN IGNACIO BRITO, subeditor general de La Tercera.
Best Newspaper Writing 2006-2007 y Best American Magazine Writing 2006. Yo recomendaría estos dos libros complementarios. Es un agrado hojearlos y leer las piezas seleccionadas del que yo considero el mejor periodismo del mundo. La variedad de temas es enorme, desde el calentamiento global hasta cómo enseñarle a pescar a tu hija: desde revistas y diarios grandes y conocidos hasta otros más pequeños. Además, quien compra ambos a lo largo de los años se va haciendo una idea de los intereses, tics, preferencias y evolución de la prensa de Estados Unidos. También sirve para sacar ideas o, simplemente, como una lectura informativa y placentera.

JOE BLACK, columnista Cuerpo D, El Mercurio.
Blink: The Power of Thinking Without Thinking,
Malcolm Gladwell (Back Bay Books). Hace un par de meses me metí a navegar en Amazon y me topé con este libro. Sin pensarlo (obviamente) lo encargué y ya lo tengo en mi velador junto con otras dos novelas de Mathew Pearl. Como mi sistema de lectura es el “picoteo” (escojo el libro con el que avanzaré de acuerdo con mi estado de ánimo), he consumido sólo unas 40 páginas de Blink. La tesis que plantea es interesante, y su mayor mérito es que ataca frontalmente a “snobs”, “lateros” y “seudointelectuales”, aquellos seres que no creen que la inteligencia también es democrática.

IVÁN VALENZUELA, periodista y conductor de En boca de todos
El periodismo canalla y otros artículos, Tom Wolfe (Ediciones B). Lo leí hace unos años y descubrí cuan conservador puede ser Tom Wolfe (ahora estoy leyendo su última novela Soy Charlotte Simmons y es entretenidísima). Este libro es una compilación de artículos, crónicas y polémicas en las que se ha metido Wolfe siempre con su mirada no complaciente con lo políticamente correcto y, por lo tanto, escéptico con cualquier poder. Desde la derecha, o más bien desde el conservadurismo, Wolfe dispara contra todos los clichés, siempre con argumentación sólida, atendible y honesta, más allá de que uno esté de acuerdo o no. Sus polémicas con Norman Mailer y John Irving, por el trato que éstos le dieron a sus dos primeras novelas son imperdibles.

GONZALO BAEZA, periodista
State of Denial, Bob Woodward. Debe ser el ambiente navideño, pero por primera vez desde que comenzó la guerra en Irak, el Presidente Bush reconoce públicamente que la campaña no ha sido el éxito que prometió (“no estamos ganando, no estamos perdiendo”, fueron sus crípticas declaraciones). Ciertamente, uno no necesita oír a Bush o leer mucho para saber que las cosas no andan bien. Sin embargo, para los que les interesa el tema, hay pocos libros tan documentados y entretenidos acerca de la visión de la Casa Blanca sobre Irak que State of Denial del periodista del Washington Post, Bob Woodward.
Famoso por su reporteo durante el escándalo de Watergate, Woodward es reconocido como uno de los “insiders” de Washington, DC
por excelencia. La facilidad que tiene para llegar a las fuentes más importantes y conseguir documentos de relevancia hacen que su libro destaque entre los literalmente cientos de volúmenes sobre el conflicto. Si bien dicha cercanía al poder ha sido criticada como obsecuencia frente a Bush (se dice que sus dos libros anteriores sobre el tema, Bush at War y Plan of Attack ofrecen una crítica muy blanda), en State of Denial Woodward presenta a una Casa Blanca donde los asesores del Presidente se la pasan peleando o involucrados en intrigas palaciegas. De hecho, lo único que parece unirlos es la facilidad para desestimar cualquier informe de inteligencia que contradiga su plan de un Irak pacificado. State of Denial es un libro de interés general, pero creo que también de especial relevancia para periodistas que quieran ver como un investigador avezado como Woodward construye una historia a través de cientos de entrevistas con los actores principales (tan sólo Bush y Cheney se negaron a conversar con él, no así otros como Rumsfeld), e-mails y documentos de inteligencia.

GONZALO SAAVEDRA, académico UC y conductor de La Belleza de Pensar
The Laws of Simplicity, John Maeda (MIT Press). Maeda es un talentoso artista visual, pionero de la ilustración digital, profesor del MIT y miembro de varios boards of simplicity: cada vez más compañías cuentan con estos equipos de personas que velan, por ejemplo, por que no prolifere la cantidad de botones en una lavadora o que operar un DVD no sea una tarea de ingenieros. Es de uno de estos boards que nació el iPod, por ejemplo, cuya evolución (es decir, simplificación) Maeda explica de manera brillante y entretenida. The Laws of Simplicity no habla directamente de periodismo, claro, pero sí de diseño de la información: por eso nos interesa a los periodistas. Si por un momento pensáramos desde la experiencia que va a tener un lector con nuestra página, si organizáramos un pequeño board, por último mental, seguramente diseñaríamos entregas más simples, sin elementos bobamente superfluos, más directas y efectivas; y, por eso mismo, más bonitas. Los que son profesores pongan atención al cuarto de los capítulos, que lleva el título de Learn (Knowledge makes everything simpler).

FELIPE EDWARDS, vicepresidente de La Segunda
Los elementos del periodismo, Bill Kovach y Tom Rosenstiel (Ediciones El País). Si el objetivo es recomendar un libro para personas que les gusten los medios y el periodismo, sin pensarlo dos veces designaría a Los elementos del periodismo. Conozco a pocas personas en nuestra profesión en todo el mundo que estén a la altura de Bill Kovach por su experiencia, honestidad, transparencia, profundos valores éticos. Los autores se concentran en el ejercicio del periodismo en Estados Unidos, pero sus reflexiones son válidas y adaptables para cualquier país en donde se valorice la libertad de expresión.

FERNANDO PAULSEN, periodista y conductor Última Mirada
Un matemático lee el periódico, John Allen Paulos (Tusquets). El autor es matemático de la Universidad de Temple, en Filadelfia, experto en estadística y lógica matemática. Paulos construye un diario a partir de lo que comúnmente encontramos en nuestros matutinos y vespertinos, revelando toda la insensatez, mentiras y atentados a la lógica que se utilizan, por ignorancia de las matemáticas y las ciencias más elementales. La traducción al castellano no es extraordinaria, y hubiese preferido que Andrea Palet hiciera la edición, pero si no se puede conseguir en inglés (A mathematician reads the newspaper. Anchor Books), la librería Ulises trae la versión de Tusquets.
Recomiendo, asimismo, la página web de Paulos y la de otro -más joven- científico,Carl Bialik, quien tiene una columna en The Wall Street Journal Online, llamada "The Numbers Guy", quien también analiza la rigurosidad y precisión del periodismo a la luz de las leyes de la ciencia, principalmente las estadísticas, teorías de probabilidades y las matemáticas.

FRANCISCA LIRA, periodista y académica UAH
Me saldré de la línea más tradicional de literatura para recomendar libros de fotografía (gracias a una influencia muy cercana he aprendido a disfrutar de ellos y apreciarlos no sólo como "table books"). Uno de los fotoperiodistas más importantes del mundo es el brasileño Sebastiao Salgado, quien a través del blanco y negro ha retratando a refugiados, migrantes, niños y trabajadores que viven en duras condiciones. Uno de sus libros es Migrations que recoge su trabajo en más de treinta países donde la situación de los "desplazados" es crítica.
Robert Capa, fue también otro gran fotoperiodista que se hizo conocido por sus imágenes de la Guerra Civil Española. Robert Capa Photographs, es una recopilación de sus mejores trabajos donde es posible apreciar su versatilidad como fotógrafo. En el libro hay imágenes en la guerra junto a retratos de los "famosillos" y life style de la época.
Para terminar, del francés Cartier-Bresson recomiendo un libro que aún me espera en nuestra nuestra biblioteca. Se trata de The Minds Eye: Writings on Photography and Photographers un libro precioso, chico y de tapas duras, con una recopilación de ensayos donde el autor reflexiona sobre fotografía, fotógrafos y sus vivencias en Moscú, China y Cuba.
El 99,9% de los libros NO están en Chile, pero gracias a Internet y al amigo que aperra con los encargos desde USA muchos se pueden comprar a precios razonables y a veces increíbles. Por último, además de la tradicional Amazon, está Strandbooks (una especie de metabuscador que busca en qué librería está el ejemplar más barato), Photoeye (con la colección más grande de títulos en fotografía), Dashwoodbooks (una librería independiente que se inauguró hace un año en NY y que se especializa en libros de fotografía raros, extravagantes y que no se pueden encontrar en otros lados).

EDUARDO SEPÚLVEDA, subeditor de Reportajes, El Mercurio
1001 Discos Que Hay Que Escuchar Antes De Morir, Michael Lydon y Robert Dimery(Grijalbo). Puede sonar egocéntrico, pero cuando regalo un libro siempre pienso en qué me gustaría que me regalaran a mí. Y aplicaré la misma doctrina en este caso. Para la Navidad le pedí al Viejo Pascuero el libro 1001 Discos Que Hay Que Escuchar Antes De Morir. Creo que es un volumen imprescindible para cualquier persona a la que le gusta la música y/o que quiere estar informada. Creo que los lectores de elmedioblog son gente inteligente e informada y podrían valorar este consejo.
También acabo de encargar Khrushchev's Cold War, de Alexander Fursenko y Timothy Naftali, que es un trabajo increíble de reporteo sobre cómo se vivieron los años más duros de la guerra fría en el Kremlin. Es una mirada muy distinta a la que conocemos en el hemisferio occidental. Creo que para entender la política mundial (e incluso la chilena, en algunos aspectos) es interesante ver las cosas desde el otro lado de la cortina de hierro.

ENRIQUE MUJICA, editor general Qué Pasa
El periodista y el asesino, Janet Malcom (Gedisa). Es la historia de cómo un avezado reportero embauca y seduce a su fuente, un hombre procesado por asesinar a su mujer y sus dos hijas, con tal de conseguir una historia exclusiva. Habla de lo moralmente indefendible que es el oficio del periodista. El proceso de embaucamiento, además, es una gloriosa cita a la pega diaria (de un cinismo brutal y hasta cómico): "A usted, le conviene hablar para narrar su verdad, yo lo ayudaré a contar su historia, confíe en mí y bla bla bla". Es un sinceramiento provechoso. Descarnado eso sí, pero por eso mismo alivia más que abruma: mejor saber lo que uno es -o puede ser-, antes de andar dándoselas de apóstoles por la vida. Imposible no linkearlo con Truman Capote y A Sangre Fría. Léanlo para saber quién termina como culpable.

CRISTÓBAL FLORENZANO, periodista
Phantasmagoria: Spirit Visions, Metaphors, and Media, Marina Warner (Oxford University Press). Un libro acerca de los medios que, pienso, sería triste ver arder en una de las piras del lumpen es éste que se publicó hace pocos meses. Es un ensayo de historia cultural, tan lúcido y entretenido como original y raro, que desenfoca las preocupaciones habituales de la literatura académica sobre medios y se pregunta por la manera en que éstos – desde la fotografía en adelante - han ayudado a transformar nuestras ideas y creencias acerca del más allá. El argumento que desarrolla es tan fantasmal e irreproducible como la conexión entre el cambio tecnológico y el mundo de las apariciones y espíritus que la autora trata de iluminar. Es un libro escrito de una manera muy rara. Sin dar la menor explicación y de manera olímpica, se mezcla el discurso académico – articulado y saturado de referencias – con una asociación libre y disgresiva que, en algunos pasajes, tiende a desmadrarse y volverse abiertamente delirante. En su favor hay que decir que el libro está poblado densamente de historias, muy bien contadas y elegidas con buen ojo y humor, que enfrían la fiebre asociativa que tiende a dominar a la autora. Uno termina la lectura del libro sin sacar absolutamente nada en limpio, con la impresión extraña de haber leído un trabajo a la vez erudito y penetrante y completamente descentrado y demente, con un montón de ideas, observaciones y anécdotas flotando desordenada, es decir agradablemente, en la cabeza.

CECILIA RODRÍGUEZ, coordinadora Escuela de Periodismo UAH
Las nieblas de Avalón, Marion Zimmer (Salamandra). A mediados de año, la reforma al sistema provisional reflotó la discusión por igualdad de géneros (¡tema que me carga!). No somos iguales y ya (lo de los derechos es otra cosa). Marion Zimmer lo sabe. En Las nieblas de Avalón narra la leyenda del rey Arturo desde la mirada de los personajes femeninos. Toda la magia y encanto de una historia ya conocida pero con la suavidad y fuerza de estos personajes menos conocidos. No es un libro nuevo (la primera edición es del 2000). Pero me encontré con él hace poco, y con una pequeña dosis cada noche, he vuelto a sentir esa magia que me provocaba la lectura de cuentos antes de ir a dormir. Bueno para la navidad, para soñar un rato (total, para temas de comunicación tenemos todo el próximo año).

CARLOS PEÑA, abogado y rector de la UDP
Che Guevara. Una vida revolucionaria, Jon Lee Anderson. Acaba de salir en Anagrama -a pesar del grosor la edición es perfecta y es cómoda- y ya no hay pretextos para no leerlo. Se trata de la espléndida crónica biográfica escrita por Lee Anderson acerca de la vida del Che. Él, como todos sabemos, fue un tipo inflamado por dos o tres ideas y, como todos los creyentes, capaz de hacer cualquier cosa para homenajearlas. Y por eso vale asomarse a su vida. Pero el libro de Jon Lee Anderson no tiene sólo ese valor biográfico. Es además un modelo de escritura de no ficción que, sobre todo, escarba en la memoria de los cubanos la formación de ese mito que hoy día adorna camisetas y vasos y que en la última de sus fotos (el libro trae espléndidas) se parece tanto a Jesús. No es un libro sobre medios. Es más que eso: es una muestra del tipo de escritura que pueden contener los medios.
Sugiero leer también Borges de Bioy Casares (Buenos Aires, Destino, 2006). Si usted creía que ganarse la confianza de alguien y luego traicionarla revelando lo que en un momento de debilidad confesó era cosa de periodistas (según enseña J. Malcolm en El periodista y el asesino) estaba equivocado. Eso también lo hacen los escritores. Lo hizo Bioy Casares meticulosamente durante casi sesenta años y de eso da testimonio en las más de ¡mil seiscientas páginas! de este diario.

CAMILA BERGER, directora de arte de revista Paula
Guía para comprar una revista. En general la gente prefiere regalar libros que parezcan bien inteligentes (aunque no los hayan leído) a una revista. Las menosprecian aún cuando éstas -y aquí empieza mi defensa y mi incentivo para que las regalen- publiquen a las mejores plumas del mundo y también a los mejores fotógrafos... Impresionante... y sólo porque se venden en kioskos. Eso sí, aclaro que para efectos de esta guía voy a obviar que los kioskos chilenos son los peores surtidos del planeta y que la única manera de encontrar buenas revistas es en las librerías, y voy a hacer como que viviéramos en el mundo real:
1. Defina su objetivo: no es lo mismo regalar por el contenido que por el diseño, por lo tanto, usted podría regalarle Details, para hombres metrosexuales con refinadísimos gustos en ropa, a una mujer aficionada al diseño. La revista ha ganado todos los premios de la SPD, manejan como nadie el mundo de las infografías, los números y la tipografía.
2. No se confunda: la moda está muy cerca del arte. La revista Vogue es muy confusa, cada país tiene una y claramente no son lo mismo. La mejor y la única que recomiendo para regalo es la Vogue Italia. Publican los mejores fotógrafos, entre otros, Bruce Weber, Steven Meisel, Peter Lindbergh y Paolo Roversi. Pero aún más importante es que se adelantan a las tendencias varios años, no solo en ropa sino en conceptos fotográficos y diseño. A veces es difícil entenderla, pero todos sus números son un clásico. Es una revista que se arriesga y un gran regalo, pero solo para gente que sepa apreciarlo porque es cara.... en Chile cada número cuesta alrededor de $20.000. La otra que también es cara pero es un clásico es la W, su formato es magnífico y sus fotos de moda de las mejores.
3. Diseño para diseñadores: hay revistas que son para los diseñadores como la mecánica popular para los mecánicos. Cualquiera de ellos apreciaría Print, How o Eye. La primera toca muchos temas de ilustración y está llena de avisos de agencias de fotos bien buenas, además de muestras de papel y nuevos diseñadores, son cuatro excelentes números al año. La How es temática, bien técnica y se preocupa mucho de los negocios.
4. Para el modernillo que quiere vivir en Londres o en NY: ID, Nylon, Paper, son revistas de pura tendencia y taquilla. La ID es un poco más punky y muy coleccionable. Gente muy importante ha estado en sus clásicas portadas guiñando un ojo.
5. Dos obviedades: Big y Colors

Thursday, December 21, 2006

BELTRÁN MENA, médico, académico UC y columnista Artes y Letras
Troya y Homero, Joachim Latacz (Ediciones Destino). Como en la película "12 angry men" o como en La carta robada de Poe, me gustan las historias de personas que resuelven enigmas sin moverse del sillón de su casa. Mejor si el enigma es uno real. Es el caso de Troya y Homero, en que a partir del hallazgo reciente de un sello redondo en Troya, comienzan a atarse cabos que llevan a la demostración de la veracidad de los elementos del mito: la existencia histórica de los aqueos y los troyanos, la determinación del idioma de los troyanos y sobre todo, que lo que conocemos hoy como Troya corresponde efectivamente a la vieja Ilion. Aunque parezca raro, nada de esto estaba probado 10 años atrás. Lo recomiendo como ejemplo de pasión por la verdad y rigor en la investigación, aunque la noticia a la que se aplique haya ocurrido hace 3200 años.

ALFREDO SEPÚLVEDA, escritor y periodista
Under the Banner of Heaven, Jon Krakauer ((Doubleday). Es el libro periodístico que más me gustó de los que leí en 2006. Muchos deben conocer al autor por sus clásicos Mal de Altura y Hacia rutas salvajes. El que recomiendo es una mirada con años de reporteo al mundo de los mormones fundamentalistas (no confundir con los mormones a secas), aquellos que están a favor de la poligamia –y que, según el libro, la aplican más con niñitas de 14, 15 ó 16 años que con mujeres más maduras.
El relato parte con un horrendo crimen. Los cuñados de un mormón fundamentalista asesinan a su esposa e hijo de meses porque se pasaron al mormonismo normal. Lo hacen porque recibieron una orden directa de Dios. A partir de allí, Krakauer viaja al sitio más aislado moral y temporalmente de Utah, el estado mormón. Son los viejos condados en el que la iglesia oficial de los Santos de los Últimos Días no entra, y donde la poligamia campea con total impunidad.
El libro hace ver que Estados Unidos puede ser tan aptos para incubar una fe violenta como Afganistán, Pakistán o Arabia Saudita. Otra cosa fascinante del libro es que el mormonismo es la única religión masiva y actual que nace en una época en que hay diarios; Krakauer se aprovecha de eso para contar la historia general de esta religión: y puede comparar la verdad cotidiana histórica con aquella construida por la fe. ¿Cómo hubiera sido si en la época de Jesús hubiera habido diarios?
El libro fue editado en Español por Península. Tiene un nombre mucho más malo que el original:
“Obedeceré a Dios: Dios, los mormones y el fanatismo religioso”.

ANDREA VIAL, directora Escuela de Periodismo Universidad Alberto Hurtado
An Inconvenient Truth, Al Gore. Si en diciembre del año 2000 unos pocos gringos jubilados y demócratas en Florida se hubiesen parado de sus sillas plásticas a votar por Al Gore, quizá Estados Unidos no estaría enredado en Irak y muy probablemente tendría firmado hace rato el protocolo de Kyoto. Así de distinta pudo ser la historia. Pero más que lamentarse, el señor Gore se dedicó a abonar lo que muchos piensan será una nueva arremetida a la Casa Blanca, trabajando incansablemente (y de paso ganando muchos miles de dólares) para crear conciencia sobre el calentamiento global. "An Inconvenient Truth", la biblia de Al Gore, es un documental pero también un libro; un texto un poco terrorífico, con un diseño de lujo, fotografías e infografías claras y provocadoras.
Aunque todavía el periodismo chileno no empatiza con temas científicos, el cambio climático es y será un problema que revolucionará todas las áreas de la vida. Hacerse el leso es poco rentable porque no está lejos el día en que los periodistas preparados en este tema se muevan como las figuras más solicitadas de la plaza. Hace 10 años en una feria sobre la industria del cable en Los Angeles, escuché a Gore hablar de la súpercarretera de la información. Más allá de su pinta medio insípida, el tipo trasunta pasión, es serio y un tremendo pedagogo. Me llamó la atención que se manejara con tanta propiedad en la alta tecnología considerando su cargo de vice presidente lo tenía preocupado de otros asuntos. Hoy aparece
más en Wired que en las páginas políticas: es dueño de uno de los canales más innovadores del mercado, Current TV, el modelo precursor de YouTube, y miembro del directorio de Apple. Está claro que soy una groupie de Gore, ( ruego no postear información del tipo "antecedentes de cómo un político le mete el dedo en la boca a los electores") por lo tanto no sé si la recomendación es sólo el libro, más bien creo que es el fenómeno Gore completo. Para ello sólo basta "guglearlo". Sale rapidito… era que no si además es uno de los asesores top de Google.

ÁLVARO BISAMA, escritor y crítico literario de la Revista de Libros
Debería recomendar libros, pero por alguna razón que se me escapa, prefiero sugerir dos discos, uno en las antípodas del otro y viceversa: dos bandas sonoras de las que no me puedo despegar estos días.
El primero es la compilatoria de covers y versiones de Molotov,
“Con todo respeto”, un trabajo irregular pero cuyos puntos altos son imprescindibles. Los Molotov son la única banda que puede saltar del desmadre a la política sin perder un ápice de credibilidad: tocan hip hop que suena como rock y cantan en un spanglish que suena como una frontera sólo posible en sus cabezas. Hay de todo acá, desde versiones bailables de kermesse de los Misfits, pasando por parodias de Los Toreros Muertos (si es que eso es posible) hasta “La revolución no será televisada”, de Gil Scott-Heron, que creo que es el tema que vale el disco: un largo poema/canción/collage donde Los Molotov reinterpretan en el presente un viejo tema de spoken-poetry de un cantante clave del radicalismo político de los 70. Es el momento en que se acaba la fiesta e irrumpe la realidad pura y dura, con las imágenes en teletipo de un México –o una Latinoamérica- que linda con desastre, la violencia y la basura televisiva.
El segundo LP, es
“Nudo ciego” de Andrés Valdivia, que se descarga gratis por la web y que hace lo contrario que los mexicanos, construyendo los paisajes de la soledad afectiva amplificados como el ruido de una ciudad que está vacía o algo así. Porque Valdivia lo hace bien, cantando como si quisiera desaparecer, convirtiéndose en una sombra en el intento. Así, en sus canciones brilla el desamor, las imágenes filosas y una poesía minimal que alcanza a ratos epifanías tristes o conmovedoras sobre el hastío. “Y es tan vulgar ser joven y estar muerto”, dice en un tema con una elegancia que linda con el aburrimiento, como si no quedara nada afuera de esa iluminación, de ese pedazo de paraíso o un infierno que son sus canciones.

ANDREA PALET, periodista y editora
Los suicidas del fin del mundo, Leila Guerriero (Tusquets). La autora es una gran periodista argentina y amiga muy querida, pero no lo recomiendo por eso sino porque es buenísimo. La nota de prensa dice que es un relato trágico y descarnado, pero a mí me deben haber extirpado los sentimientos porque lo encontré fascinante y hasta cómico a ratos.

ANDRÉS AZOCAR, director Escuela de Periodismo UDP
La Gran Guerra por la Civilización, Robert Fisk (Destino). Este es uno de los grandes corresponsales de la prensa inglesa y su libro, una recopilación de su trabajo en el Medio Oriente. El texto es enorme (1.500 páginas), bastante caro ($34.000) y a veces molesta que el autor sienta que es el único profesional no musulmán que entiende los complejos procesos históricos en esa parte del mundo. Pero es periodismo clásico, explica claramente el trabajo de editor y del periodista en el frente de combate, deja en evidencia la manipulación de algunos medios y aprovecha de mostrar la cara más desconocida de una zona compleja, triste y ardiente. Es un repaso al elocuente trabajo de la corresponsalía y una radiografía de cómo las superpotencias han tratado inútilmente -según el autor- de influir en el Medio Oriente. Para destacar los tres encuentros de Fisk con Bin Laden en las montañas de Afganistán, antes del 11-9.


Una vez más el imperialismo acalla el pueblo (léase con tono chavista)

Una polémica enfrenta a los medios tradicionales con los blogs y páginas alternativas. Hace pocos días Time eligió como personaje del año a los millones de usuarios de Internet que se han vuelto los protagonistas de la red. “You” es el destacado 2006 en el tradicional número que hace desde hace décadas a fin de año la revista estadounidense. El problema es que “You” no quedó muy contento con su nominación, y en numerosos blogs y páginas webs, se está denunciando que todo es un montaje para evitar darle esa categoría a Hugo Chávez que lideraba las votaciones del público en la revista con un 35 % de las preferencias. En ese escenario lo mejor que le podría pasar a Time es que la protesta agarrara vuelo, hecho que solo demostraría el creciente poder que tienen los usuarios de la web.

Tuesday, December 19, 2006

El animal y el pavo




Monday, December 18, 2006

Estos locos belgas
Por Alfredo Sepúlveda

La última vez que Bélgica concitó la atención del mundo fue para la tragedia de Heysel, en 1985, cuando 39 hinchas de fútbol murieron aplastados por culpa de los hooligans ingleses. Aunque la sede de la Unión Europea está en Bruselas, las noticias que salen de allí hacen referencia al continente y casi nunca al país anfitrión.

La semana pasada, sin embargo, Bélgica se coló en la agenda mundial porque el canal estatal RTBF –señal de habla francesa- hizo un tremendo despliegue con una noticia falsa: la de que la región de Flandes –de habla holandesa- se independizaba del país, dejando solos a sus conciudadanos qui parlent francais. Se trataba de un documental falso, pero los espectadores se enteraron de esto seis minutos después de que la emisión del programa comenzara (con un fugaz crédito "ceci c'est une fiction"). La puesta en escena contó con periodistas de verdad como François de Brigode –el Amaro belga- que se prestaron para la chanza, que incluía despachos “en vivo” desde el parlamento “rebelde”, escenas de celebraciones en las calles y una confusa secuencia en que la familia real belga dejaba el país (aquí una versión de nueve minutos). Sin embargo, a otras secuencias como la de unos policías francófonos que van a inspeccionar la nueva frontera, se les notaba demasiado montaje como para que el asunto fuera tomado en serio. Tal vez por la presencia de profesionales en el juego fue que nueve de cada diez personas que vieron la emisión creyeron al principio que era verdad.

El asunto no es solo un chiste. En Bélgica existen tensiones subterráneas entre el norte flamenco (próspero) y el sur francófono (menos próspero). El norte, dado que es más rico, quiere más autonomía. El sur, como es más pobre, es en general partidario de la unidad. Con todo, la emisión cayó como patada en el estómago en el norte: muchos pensaron que los francófonos estaban haciendo una caricatura de sus demandas políticas. La especulación de que detrás de esto estaba la mano negra del partido nacionalista y derechista flamenco Vlaams Belang no se dejó esperar.

El director de la estación, Jean-Paul Philippot, ofreció excusas a los espectadores. ¿Pero cómo uno se excusa de algo así? “El objetivo de la RTBF no era ciertamente jugar con las emociones y los elementos más pasionales de los telespectadores”, explicó Philippot en una concurrida conferencia de prensa después de la emisión. “Lo que se quería, a través de un lenguaje moderno, la docu-ficción, era tratar un tema que está en el corazón de las preocupaciones de los belgas. Y proponer una interrogante a los ciudadanos”.

El director de información y ética de la RBTF dijo que los mecanismos para evitar que la población confundiera esto con algo real sí se tomaron: un logo especial, una explicación antes de la emisión y un call center para recoger las opiniones de los telespectadores.

En todo caso, Philippot pidió las excusas correspondientes. Después de haber escuchado al director, el Consejo de Administración de la RBTF decidió no aplicar sanciones contra él, aunque reconoció errores importantes en la emisión. “Desde el comienzo de la emisión, una señalética más clara debió haber advertido al telespectador que se trataba de una ficción: esto ha quedado establecido de manera insuficiente y muy tarde”, señaló el Consejo. El organismo pidió que la estación implementara rápido un Comité de Deontología y una reglamentación estricta sobre la presencia de periodistas reales en este tipo de programas.

Tal vez una de las consecuencias más inesperadas del asunto recayó en la prensa escrita. El diario Le Soir hizo un llamado público “a sus amigos flamencos” para vencer los prejuicios. El diario Standaard, de habla holandesa, recogió el guante. El resultado es que antes de las próximas elecciones legislativas, periodistas de los dos periódicos se van a hacer artículos en conjunto sobre el futuro del país. Le Soir hizo un dossier muy bueno del tema.

Thursday, December 14, 2006

Pinochet, ¿muerto?
Por Juan Diego Santa Cruz

¿Estará vivo Pinochet gozando junto a Elvis en una playa del Caribe? ¿Alguien vio el momento en que cargaban el ataúd a bordo del helicóptero Puma? ¿Alguien vio las cenizas? ¿No se estaba recuperando según sus propios doctores, ah? La única imagen que vimos del dictador fue tras el vidrio antibala de su ataúd: ¿habrá sido una figura de cera enviada por la mismísima Margaret Thatcher desde Londres con modelos obtenidos de radiografías de la London Clinic? (en círculos cercanos al laborismo se habla de las antiguas conexiones de la Dama de Hierro con el museo Madame Tussaud) ¿Murió Pinochet por contaminación con Polonio 210 enviado directamente desde la cuna del comunismo internacional? ¿Habrá presentado Augusto Pinochet Molina su petición de baja dos días antes del ya famoso sedicioso discurso, o sea en un día domingo?
Si se ha planteado alguna de estas interrogantes, significa que a usted le gustan las teorías conspirativas. Si se quedó en Farenheit 911, donde Michael Moore sostenía que los gringos invadieron Afganistán porque Unocal quería construir un gaseoducto, le queda a usted mucho por recorrer.


Hace no tanto tiempo, cuatro documentales sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 se estrenaron en Estados Unidos con bastante éxito en los cines e Internet. De acuerdo a Loose Change -que se puede bajar gratis en
Limewire o Bigtorrent- los atentados fueron orquestados por el gobierno de Estados Unidos. El documental que se jacta de bolsear imágenes de los canales gringos, nos trata de convencer de que todo es una conspiración, que no hubo secuestradores y que “algo”, pero no aviones, impactó el World Trade Center y el Pentágono. Tras los atentados estarían los especuladores de Wall Street interesados en apoderarse de las grandes cantidades de oro escondidas en los subterráneos de los edificios aledaños al sitio del desastre y la necesidad del gobierno de justificar una intervención en Irak. Así, repite majaderamente que el segundo avión que chocó a las Torres Gemelas dispara un misil milésimas de segundo antes de impactar con el edificio, muestra que es imposible que un Boeing 767 haya causado el daño que sufrió el Pentágono de manera realmente convincente, pero después se va “al chancho” y dice lo que botó a las Torres Gemelas no fueron los impactos sino que la gran cantidad de dinamita escondida en su interior, e incluso que el vuelo 93 de United Airlines no capotó en Pennsylvania sino que fue desviado a Cleveland y sus pasajeros escondidos en edificios de la NASA. Por eso, si usted cree que todo fue una conspiración, véalo y ya no se sentirá sólo.

Si prefiere algo más serio puede optar entre
Why We Fight, ganador del premio del jurado del Festival de Sundance, Uncovered: The Whole Truth About The Irak War que tiene un link en YouTube o Highjacking Catastrophe en el que exponen algunos connotados “liberals”, entre ellos el infaltable Noam Chomsky.

En los tres documentales se repiten los entrevistados y se usan los mismos argumentos para desacreditar al gobierno de Bush y su guerra en Irak. Así por ejemplo, Karen Kwiatkowski, quien tras trabajar en el Pentágono se transformó en su más ácida crítica, aparece en todos, la famosa frase de Dick Cheney: “No hay duda que Saddam Hussein tiene armas de destrucción masiva”, en dos, como también las referencias al Proyecto para un Nuevo Siglo Americano. Éste produjo el documento “Reconstruyendo las Defensas de América”, que consigna para producir un “cambio revolucionario” en el aparato de defensa estadounidense se requiere “un catastrófico y catalizador evento como Pearl Harbour”.

Pero si hay que elegir, Why We Fight es el mejor de los tres, un recorrido histórico desde Eisenhower hasta la actualidad en el que se explora la incestuosa relación entre las compañías que fabrican armamento y el gobierno norteamericano, Congreso incluido, y la consecuencia inevitable de eso: la guerra. Tiene una banda de sonido y calidad técnica muy superior a los otros documentales, tono apartidista e incluso su director, Eugene Jarecki, consiguió entrevistar a partidarios de la guerra contra Irak, tal como John McCain, el senador ex prisionero de guerra, cuya crítica al modelo es bochornosamente interrumpida por una llamado de Dick Cheney. Hay muchas escenas filmadas especialmente para el documental, como los espectáculos aéreos que explican la fascinación de los gringos por los aparatos de guerra y material de archivo que nos muestra la lucidez del presidente Eisenhower, que vio y denunció el peligro que traería para la democracia estadounidense la influencia de los fabricantes de armas sobre el gobierno. Bush, está de sobra decirlo, es un tipo influenciable. Si tiene dudas vea alguno de estos documentales. Después de todo dudar es razonable, aunque hasta cierto punto porque hay cosas que es bueno tener claras como que el árbitro del partido Colo Colo-Pachuca es un vendido, que los mexicanos tenían a Office Depot, Duracell, Cementos no sé cuanto y hasta Pepsi en la camiseta ¿y el Colo con Cristal le iba a ganar a tremendas empresas? y que Piñera quería la derrota para comprar acciones ahora que se desplomaron. Más claro imposible, da hasta para hacer un documental.

No olvidar

"Pinochet se murió", nos dijo a mí y a mis hermanos ayer muy serio mi sobrino de tres años y la frase sonó a ¿sigamos?. A mí también me dan ganas de retomar otras cosas como la entrevista de Schaulsohn (curioso personaje) el domingo en El Mercurio, que si no hubiera sido por la muerte de Pinochet habría sido el tema de los últimos días (y que ya está reviviendo). Pero antes de hacerlo, quiero sugerirles a los que no lo han leído, revisar la parte que le dedicó a los medios de comunicación en la dictadura el informe de la Comisión Valech. Son solo ocho páginas y empieza en la 186.

Tuesday, December 12, 2006

Gente muy elegante

Monday, December 11, 2006

Llame ya

Ya que la dictadura vuelve a ser el tema del momento, creo que esto les puede interesar:
durante este semestre la
Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado ha tenido como profesor invitado al profesor de la Universidad de Columbia y autor del libro Operación Cóndor, John Dinges. Gracias a sus gestiones, la UAH va a ser depositaria de los documentos incautados por la justicia argentina a Enrique Arancibia Clavel, que incluyen información de los casos Prats, Colombo, Letelier y otros textos inéditos en nuestro país con información sobre, por ejemplo, el espionaje chileno en Perú y Argentina.
Años atrás la periodista Mónica González los descubrió, pero no pudo sacarles copia, cosa que sí hizo después Dinges, quien usó el material en su libro y posteriormente lo donó al
National Security Archive de la Universidad George Washington, en donde digitalizaron los documentos y les añadieron un motor de búsqueda, los que ahora estarán disponibles en la Biblioteca Central de la UAH.
Para presentarlos, mañana, es decir el martes 12, a las 11 a.m. Mónica González contará cómo los descubrió, John Dinges explicará cómo utilizarlos en una investigación, Carlos Osorio, del National Security Archive, se referirá a su organización y cómo esta puede ser de ayuda para periodistas, mientras que la directora del Centro de Ética de la UAH, Elizabeth Rodríguez abordará las investigaciones académicas pendientes que se pueden realizar con esos antecedentes.
El que quiere venir que venga. La entrada es liberada y el lugar, el Aula Magna de la UAH. Cienfuegos 41, Metro Los Héroes.

Sunday, December 10, 2006

Y se murió Pinochet

Murió el dictador sin condena como dice el diario El Mundo. La noticia ya está en los medios de todos los países y los chilenos rápidamente comienzan a subir o a sacar al aire los especiales que llevaban años preparando y actualizando así es que queda Pinochet para rato. Vean la columna de Alfredo Jocelyn-Holt en La Tercera, que ni que hubiera sabido que el tipo no pasaba de hoy.
Por lo visto, Guillier tenía algo de razón con eso de que un hombre de 91 años no sobrevive a un infarto.

Wednesday, December 06, 2006


Y los ganadores son

“Hace casi siete años, la cabeza de un narcotraficante apareció flotando en un canal. Nunca se encontró su cuerpo, y la imposible investigación de su crimen comenzó a involucrar a los principales miembros del bajo mundo. Prostitutas, narcotraficantes, asaltantes y ladrones fueron a declarar a tribunales, y describieron el mundo de la droga y los asesinatos. Pero no arrojaron ninguna verdad, y el caso de Jorge Lund se transformó en una maldición que destruía lo que tocaba. Esta es la historia de dos mellizos y de cómo sus pasos incendiaron al Poder Judicial y demolieron la vida de jueces, jefes narcos y policías”.

Así comienza "La maldición del narco sin cabeza", artículo del periodista Pablo Vergara que fue publicado en The Clinic el 15 de junio de 2006 y que ayer se coronó como el ganador del Premio Periodismo de Excelencia de este año.

Después de un largo proceso que comenzó en julio, este martes 5 de diciembre los integrantes del jurado del PPE, Andrea Vial, María José Lecaros, Fernando Paulsen, Consuelo Saavedra, Paulo Ramírez, Andrea Palet, Gonzalo Saavedra, Francisco Aravena y Patricio Navia (desde Nueva York, vía Skype), se reunieron por cerca de cinco horas para elegir a los ganadores de la versión 2006 de este concurso que organiza por cuarto año consecutivo la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado (y que a mí me toca coordinar por segunda vez).

Este año postularon cerca de 450 artículos en las cuatro categorías que son Reportaje, Entrevista o Perfil, Opinión y Golpe Periodístico y pasaron varias cosas interesantes. Por ejemplo, después de una tremenda discusión, los jurados declararon desierta la categoría Golpe, porque consideraron que ninguno de los artículos daba la nota para ser calificado como tal.

Mientras tanto, en Entrevista o Perfil se produjo un empate entre… una entrevista y un perfil. Por una parte, “Chile no va a cambiar mientras las elites no suelten la teta”, título que le puso la periodista Claudia Álamo a la conversación en que el empresario Felipe Lamarca denunció la “complicidad entre las elites políticas y económicas para mantener todo igual y las insta a cambiar para terminar con la desigualdad y para que el mercado funcione con más competencia y menos concentración de poder”, la que fue publicada en el Reportajes de La Tercera en octubre del año pasado y todavía da que hablar. El otro premio fue para "El cura y su nueva cruzada", el perfil de Mariano Puga, “el sacerdote que dejó la aristocracia en que nació para irse a vivir entre los pobres” y que “camina hoy solitario por Chiloé regalando sus últimas energías a una misión imposible”, publicado en Paula por Roberto Farías, periodista que siempre anda buscando personajes que viven fuera de la norma.

En Opinión, se lleva el premio Rafael Gumucio con su “Defensa de la ficción”, en la Revista de Libros de El Mercurio, en la que hace exactamente lo que dice en el título y asegura que “quien escribe este artículo ha fracasado una y otra vez en el terreno de la ficción pura, y no le ha ido del todo mal cuando los nombres de sus personajes son reales, y sus biografías un hecho de antemano dado. Sin embargo, todo lo que he aprendido sobre la crónica, la historia o la biografía lo he aprendido escribiendo ficción”.

Además de eso, el jurado seleccionó otros 23 artículos finalistas, los que podrán leer en la antología que al igual que en las tres versiones anteriores va a publicar la Universidad Alberto Hurtado, libro que va a ser lanzado, como ya es habitual, en una ceremonia en marzo que, aunque venga de cerca la recomendación, es entretenidísima.

Muchas felicitaciones para los ganadores, finalistas, editores y medios, gracias a todos los que participaron y más gracias a todos los jurados que estuvieron de pelos.

FINALISTAS REPORTAJES

- El final de el Caricatura
Carola Solari, Paula
- Todos los hombres de Ominami
Franco López, The Clinic
- El caso de las mamaderas envenenadas
Margarita Serrano, El Sábado, El Mercurio
- El Mercurio y La Tercera: Golpe a golpe
Miguel Paz, Caras
- El Puzzle de Hans Pozo
Gazi Jalil, El Sábado, El Mercurio
- Matemáticas en la nieve
Francisca Araya, Paula
- Schwager-Energy: El gran incordio
Lorena Medel, Capital


FINALISTAS ENTREVISTA O PERFIL

- El hombre de las Nieves
Roberto Sapag, Capital
- Hernán Somerville: "Sería bueno que el gobierno me diera una embajadita en Mónaco"
Carlos Vergara E., LUN
- Nemesio Antúnez: Creador de mil formatos
Soledad Villagrán, VD, El Mercurio
- Murci Rojas: "Las mujeres modelos están enteras para desconfiar"
Leo Marcazzolo, The Clinic
- Jorge Soria: "Si pudiera resucitar a Goebbels para que me ayudara, lo haría"
Leo Marcazzolo, The Clinic
- La sangre, el sudor y las lágrimas del Pollo Fuentes
Federico Willoughby, Rolling Stone
- Stella Díaz Varín extragaláctica
Claudia Donoso, Paula
- El Dire Pop
Andrea Lagos, Paula
- Claudio Bunster (ex Teitelboim):"Estoy feliz de haber corregido una injusticia histórica"
Claudia Álamo, Reportajes de La Tercera

FINALISTAS OPINIÓN

- Esta columna se autodestruirá
Hermógenes Pérez de Arce, El Mercurio
- 2006/modelo para armar
Oscar Landerretche M., Siete
- Política y aura
Carlos Peña G., Cuerpo D, El Mercurio
- Los vicios del mundo moderno
Álvaro Bisama, The Clinic
- El Placer de meter los dedos en el enchufe
Rafael Gumucio, LUN
- El Matón Intelectual
Pedro Gandolfo, El Mercurio
- Sebastián Piñera: Brilloso, pero no brillante
Carlos Peña G., Cuerpo D, El Mercurio


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